Movimiento De Cámara: El Plano Secuencia En Spielberg
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Movimiento de cámara: el plano secuencia en Spielberg

Cuarta y última entrega de Cero en conducta del número de mayo. Seguimos con movimientos de cámara, pero esta vez se trata de el plano secuencia. Puntualmente en el cine de Steven Spielberg. Detrás de lo que puede parecer un simple virtuosismo hay una composición precisa de plano como en pocos directores. La comparación del uso en casos previos nos pone en evidencia que, incluso cuando no quiere llamar la atención ni ser considerado un formalista, Spielberg no hace sino ampliar las posibilidades del lenguaje cinematográfico. Denle play y disfruten. Ah, de nada.

13 Reasons Why

13 Reasons Why

Concebida en el siglo XXI, con tecnología, historia e ideas detrás, la serie producida por Selena Gomez se comporta como un anacronismo caminante: está a la derecha de la frenología del siglo XIX. Es decir: una de las cosas más reaccionarias que podamos ver hoy en la tele.
En un mundo cada vez más atravesado por la información inmediata, 13 reasons why parece haberse concebido como una denuncia contra las llamadas sociedades de control. Logra todo lo contrario: hacer una abierta apología del control, de la vigilancia y de la autorepresión.

Drácula 3D
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Drácula 3D

Me temo que aquellos a los que nos gusta el Drácula de Dario Argento somos parte de una secta. El de Argento es ese nombre un poco olvidado que persiste como una evocación secreta, una criatura extraña que se niega abandonar el barco cuando ya se sabe que está todo perdido para ciertas almas sensibles como las de algunos de nosotros, que vamos al cine esperando encontrarnos con un goce siempre añorado, a veces ridículo, que puede fácilmente ser desterrado como una impureza, impugnado y puesto en entredicho, sin piedad ni miramientos.

Sangre De Mi Sangre
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Sangre de mi sangre

Hay una cualidad dentro del cine italiano de posguerra que hace que buena parte de la producción mediterránea de las películas del período 1960-1989 estén fuertemente determinadas por un componente político inalienable. El problema de ese período, también, es que muchas de esas películas (algunas de ellas de grandes directores) se encuentran completamente fechadas, limitadas al contexto de época, a la alusión fácil, al chistecito demagogo. En buena medida, podríamos decir, las que no resisten bien el paso del tiempo son precisamente aquellas que nunca supieron diferenciar lo político como problema a la política como excusa argumental. En esa dirección no se me ocurren ejemplos más disímiles y opuestos que el cine de Pasolini, el de Lina Wertmuller y el de Marco Bellocchio.

¡Huye!
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¡Huye!

Frente la militancia en que ciertos escritores y cineastas americanos se han empeñado en mostrar una imagen idílico-pastoril de los territorios del Sur como cuna de la civilización norteamericana hasta los años 60 hegemónicamente, el cine de terror y el fantástico, fundamentalmente el clase B, exaltaría, desde sus orígenes y posterior desarrollo, la subversión de esa idea

Cannes 2017 – Diario De Festival (5)
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Cannes 2017 – Diario de festival (5)

Decía recién “según recuerdo” en una cita porque este diario es así, sin red (sin la ayuda de IMDB o sucedáneos para las citas y referencias, por decisión y por la carencia de wi fi en los lugres donde escribo, para ser 100% sincero). Compartir ideas e impresiones inmediatamente después de haber visto cada película. Sentado mientras espero en una cola para entrar a otra sala, en la butaca hasta que se apaguen las luces, esta visión carece del matiz que puede dar el transcurso del tiempo. Eso es un peligro (a veces las opiniones cambian), pero también -es la idea- parte del encanto.

Mia Madre
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Mia madre

Tras el viraje experimentado por el cine italiano entre finales de los 70’s y principios de los 80’s, hubo un grupo de pocos pero intensos directores que buscaron construir una suerte de camino alernativo al de las tradiciones aplastantes del cine italiano de posguerra (la tradición neorrealista de los 40’s, la modernista de los 70’s, la de la comedia popular italiana, la del cine político de izquierda), pero que a la vez necesitaban -de alguna extraña manera para diferenciarse de los padres y abuelos pero también para demostrar que eran otra generación- inscribirse en el mapa cultural de un país que avanzaba hacia los cambios de manera vertiginosa (ahí a la vuelta de la esquina estaba el fracaso y derrumbe del PCI, el ascenso fallido de las formas de la socialdemocracia y la gestación de un populismo conservador que generaría monstruos como Berlusconi).

Los Ganadores
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Los ganadores

A esta altura del partido, el cine de Néstor Frenkel ya es un género en sí mismo. O al menos lo es para quienes hemos seguido su carrera. Esto se debe a que sus documentales están atravesados por una visión tan particular y personal del mundo, que uno podría reconocerlos con sólo mirar un par de escenas.Dentro del documental argentino, hoy, Nestor Frenkel es lo más parecido que tenemos a un autor.

Fin del Contenido

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