#DossierBélico (20): La gran ilusión
Quizá el mejor elogio que haya recibido La gran ilusión es haber sido declarada como el enemigo cinematográfico número uno por Paul Joseph Goebbels. Aunque ya sabemos que el ministro de propaganda de Hitler mentía mucho, esta sentencia, tal vez nunca pronunciada -y en todo caso había que imprimir la leyenda, dixit John Ford- ha llegado hasta nosotros como el eco de algo que jamás ocurrió pues salvo ese documento propagandístico formalmente impecable e innovador llamado El triunfo de la voluntad (Leni Riefenstahl, 1935), los alemanes nunca filmaron el contra plano del film de Renoir. Además, La Gran Ilusión no tuvo, como podrá adivinarse, ningún efecto ni sobre la conciencia de aquellos que tomaron la decisión de comenzar otro conflicto a escala mundial un cuarto de siglo más tarde.