Sieranevada. Una reunión de familia
Y sin embargo, hay algo en Sieranevada que rehúye de lo fácilmente desesperante, o de la mirada simplificadamente crítica de la unidad familiar representada en un grotesco satírico que tantas veces hizo -mal- el cine argentino; tampoco jugará al juego de ir tomando un increscendo dramático que haga que todos estos familiares terminen peleándose desesperados y a los gritos. Acá no hay grotescto, ni costumbrismo, ni el más mínimo de estereotipo de nada, tampoco habrá una construcción convencional de la tensión. En vez de eso, Sieranevada no da respuestas fáciles ni termina de juzgar a ninguno de sus personajes, casi incluso que hay una lógica renoiriana acá, en el sentido de construir un relato coral donde todos los que pasan por esta película tienen derecho a mostrar sus miradas sobre el mundo y sus contradicciones.