La reina del miedo
En su ópera prima, Bertucelli opta por evitar todos y cada uno de los lugares comunes de las películas sobre el crecimiento de una persona. Bien por el contrario, se concentra en todo aquello que en general estas películas evitan: los tiempos muertos, las incertidumbres sin salida, las preguntas sin resultado, las imposibilidades de hacerse cargo, de una vez por todas, de lo que le pasa a una persona cuando tiene que cambiar y no hace lo necesario