No te preocupes, no irá lejos
La ecléctica filmografía de Gus Van Sant encuentra en No te preocupes, no irá lejos una nueva instancia para jugar con algunos preceptos genéricos y retorcerlos un poco, pero sin romperlos ni traspasar ciertos límites. A la vez, el cineasta vuelve a demostrar que se siente cómodo recostándose en ámbitos de producción independientes pero que ya está lejos de la radicalidad y ambición formal que mostró en películas como Gerry o Elefante apenas una década atrás, quizás en el final del período más prestigioso a lo largo de su carrera (extendido entre 1999 y 2007).