Bafici 2019 – Diario de festival (8)
Lo digo en este momento y con total convicción: toda película debería contener por lo menos una secuencia con música de David Bowie y todo festival de cine debería cerrar con una película coreana. O, dicho de otra forma, todo espectador que precie en algo su salud mental y cinéfila debería intentar cerrar su festival viendo una película coreana. Y no me refiero a ninguna película delicada, sutil y de autor (de esas que Corea del Sur produce tanto y tan pero tan bien) sino a una película genérica, bien diseñada para público masivo, de ser posible con alguna estrella del k-pop o demás galancitos juveniles, y, en el mejor de los casos, con algo de música y baile, aunque esto es facultativo.