En buena medida, el gesto desesperado del cierre de 13RW S03, el gesto de convertir a la estudiantina banal en una serie sobre el rigor inmoral de ocultar los hechos es también un gesto hacia un público distinto al que la serie podía buscar en sus primeras temporadas con su sensacionalismo. En buena medida, entonces, el cierre de esta tercer temporada parece querer abrir el juego hacia otro costado presuntamente más “oscuro” (el entrecomillado se debe a que esa oscuridad, en rigor de verdad, no se impone solo por testimoniar un crimen impune) al mismo tiempo que parece querer cerrar el bochorno de la segunda y reescribir el policial clásico, paranoico y panóptico de la primera.