Huérfanos De Brooklyn
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Huérfanos de Brooklyn

Huérfanos de Brooklyn (el título en castellano es una tontería que en su literalidad debería llamarse El pibe sin madre de Brooklyn, sin el plural que confunde) se va armando de manera meticulosa y algo vueltera. Construye con un melodrama de por medio un policial sin mayores estridencias, si, pero un policial verosímil y amargo a la vez que nos permite ver a un actor entendiendo que su rol tiene que ser distinto al que acostumbramos hace un par de décadas. Norton actúa feo, si, pero en este caso es plenamente consciente y justificable esa serie de decisiones que toma. Y en un cine en el que hacer un acto de renuncia es algo visto como una concesión, lo que hace el director es un poco eso: entregarse a lo que narra en vez de que el efecto se produzca a la inversa.

Los Sonámbulos
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Los sonámbulos

Los primeros minutos de Los sonámbulos son razonablemente decentes, aunque no dejen de ser una clara réplica de lo que podríamos denominar con cierto simplismo como “estilo Martel”. La cámara en mano y pegada a los personajes, los planos cerrados y hasta asfixiantes, incluso las atmósferas que rozan lo inquietante –por ejemplo, la muy buena escena del comienzo, donde vemos a una chica desnuda y con sangre menstrual, aquejada por un episodio de sonambulismo-, le sirven a Paula Hernández para delinear efectivamente la premisa del relato, centrado en una reunión de año nuevo de una familia atravesada por múltiples y latentes tensiones. No deja de notarse esa operación de imitación, que no tiene finalidad mucho más allá de lo funcional.

Mar Del Plata 2019 – Diario De Festival (11)
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Mar del Plata 2019 – Diario de festival (11)

Por una diversidad de motivos que no expondré aquí (viajes relámpago que se interrumpen por problemas de salud, trabajos que no te dejan ni un fin de semana de paz), mi festival fue un destello que duró lo que duran algunas cosas en las canastas. La realidad es que me fui furioso. No tanto con el festival no con lo que vi, sino con esta sensación de haberme venido para estar tres días y no haber estado más de 17hs y pegar la vuelta de urgencia. Asi las cosas, con toda la calentura del mundo, que prime la profesionalidad. Y mientras el tren me trae de vuelta (qué lindo está el tren a Mar Del Plata, ojalá se mantenga así) yo garabateo cosas en mi computadora antes de hacer el enlace y seguir en micro algunas horas más para el norte (venirse desde Santa Fe y tener que volverse al toque me provoca una alegría inexplicable, pero sigamos). Mi compu se convierte en la confidente.

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