Diamante en bruto
No recuerdo en mi vida como espectador (quizás con la casi única excepción del visionado de La guerra de los mundos versión Spielberg) haber sufrido tanto por un personaje y haberlo trasladado tan fuertemente al cuerpo (al cuello en particular) como con la última película al día de hoy de los hermanos Safdie. Uncut Gems es una pesadilla de estrés, de malestar y encima tiene a Adam Sandler en estado de gracia, como si se comportara como un Barry Eggan (el protagonista de Embriagado de amor, película citada aquí en una escena en la que Sandler viste igual que en aquella: con un traje azul) de una dimensión paralela. Si, hay suficientes dosis de policial negro (más bien lo que suele llamarse cine criminal), pero la película excede esas clasificaciones, porque las sobrepasa y convierte la búsqueda de dinero de parte de su protagonista, Howard Ratner (Adam Sandler) para convertir ese periplo desesperado para pagar deudas en una suerte de carrera vital para salir hacia algún lado distinto que no sea la vida de mierda que lleva.