Gretel & Hansel
|

Gretel & Hansel

Mucho más cerca de Aster que de Eggers se encuentra este tercer opus de Oz Perkins. Con la obsesión de encontrarle un giro de tuerca contemporáneo a una historia popular, Perkins, y su guionista Rob Hayes, fuerzan una relectura del cuento de los hermanos Grimm, transformando a Gretel en protagonista absoluta, convirtiéndola en una víctima de una sociedad misógina, abusiva, grotesca, que aborrece a las mujeres jóvenes, esclavizándolas sexualmente. En este orden de cosas -emparentándose lateralmente con la película de Eggers- las brujas son figuras que se revelaron del sistema y por eso viven, distanciadas de los pueblos, atrayendo y comiéndose a los hijos de campesinos y comerciantes, invirtiendo en buena medida la carga política en la lectura.

Dossier Estudio Ghibli (V): Puedo Escuchar El Mar
| |

Dossier Estudio Ghibli (V): Puedo escuchar el mar

Los amigos mayores, los buenos, suelen legarnos palabras que sirven. O mejor, que servirán. Uno de ellos me dijo en una época de tribulaciones familiares: “en la vida, lo único que se puede cambiar es el pasado”. Como corresponde, no lo entendí en el momento y necesité que el aforismo se hundiera lentamente en el mar del pretérito para exprimirle algún sentido. Aunque mi amigo nunca leyó a Marcel Proust, hoy creo que su frase sería un mantra adecuado para esa magia que el francés hace en 7 novelas: el tiempo se vuelve el orden en que, de manera gradual, arrítmica y parcial, la memoria y la experiencia se van esculpiendo o dibujando entre sí, como las famosas manos de Escher. Es este mismo concepto, con las diferencias enormes de escala, de ambiente y de motivos, el que permea Puedo escuchar el mar, película menor de Studio Ghibli.

El Escándalo
|

El escándalo

Dentro de la inestimable sucesión de películas-moplo derivadas de la corrección política -esa que mata el pensamiento crítico- me topé con El escàndalo, pensando que era otra vez sopa, que en buena medida vendría a replicarnos por enésima vez la expandida misandria culposa del mainstream tranquilizador y feminoide (porque feminismo es otra cosa) que nos hemos habituado a escuchar y ver desde 2016 a la fecha con cada vez mayor intensidad. Error. No solo se trata de una película cargada de una inteligencia suficiente como para no reproducir lugares comunes en torno al metooismo, sino que también logra desmarcarse de la agenda político-partidaria anti Trump, de hecho la película plantea que en todos lados se cuecen habas. Que podemos encontrar víctimas y victimarios por izquierda y derecha, por arriba y por abajo. Y que los abusos de poder y las reivindicaciones frente a esos abusos no son potestad de ningún colectivo ni posicionamiento político en particular, sino que son acciones civiles que le pertenecen a la sociedad en su conjunto. Esto no es un hecho menor en tiempos en los que el pensamiento crítico y la honestidad intelectual van siendo suplidas progresivamente por la homogeneidad ideologética.

Fin del Contenido

Fin del Contenido