Her Smell
Ross Perry parece haber mamado de esa inevitable presencia que asoma en todo el indie americano: John Cassavetes, sus ideas de montaje y de encuadre, pero no sus ideas en relación a los métodos actorales. En Listen Up, Phillip este problema parecía caer por su propio peso. El director pensilvano adornaba su película sobre dos escritores megalómanos con una cáscara cassavetiana en la que internamente no existía ningún choque de fuerzas, no había ferocidad ni rabia (algo habitual en el cine de JC). Tampoco parecía haber vitalidad alguna en su modo de habitar el espacio escénico .La primera de las cinco secuencias que organizan Her Smell , en cambio, ARP demuestra un control distinto para pensar el montaje y en los movimientos de cámara, pero también libera a su protagonista, una Elizabeth Moss desatada y exagerada, que despliega su potencia verbal y corporal como no lo había hecho en otras ocasiones. ARP parece, ahora sí, tenerle menos miedo al descontrol. Se acerca más a las expresiones de sus personajes y hay una variación tonal en relación a sus matices emocionales.