Lovecraft Country (Parte I)

Lovecraft Country (Parte I)

Tras el desenlace de Watchmen, HBO siguió explotando el filón con la propuesta de Lovecraft Country, bajo la supervisión creativa de Jordan Pelle y J.J. Abrahams. La fusión de ambas marcas registradas, con vocación autoral, generó una serie prototípica del momento actual en el mainstream de Norteamérica, ceñido al patrón del nuevo Oscar, la publicidad del Black Lives en la NBA y el clásico espíritu militante de un Spike Lee, dividido entre el pacifismo de Martin Luther King y el belicismo de guerrilla de Las Panteras Negras. En el medio de todo, el fantástico quiere colarse a la fiesta de Lovecraft Country para buscarse legitimidad cultural como traductor de las luchas contra la segregación y la mentalidad confederada de los estados del sur. Poniendo el tema en el contexto electoral, el populismo chic de la serie gratifica a los votantes progresistas del partido demócrata, en abierta oposición a los defensores de Trump.

El Diablo A Todas Horas
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El diablo a todas horas

Si en efecto existe toda una tradición en la novela negra americana (aquella que decide mirar hacia el interior profundo del centro del país, pero también hacia el sur empobrecido mas alejado de las costas) sobre el malestar, sobre la estructura de la pesadilla detrás del horizonte marketinero del Estados Unidos de la pax americana eisenhoweriana, esa tradición no está en El diablo a todas horas. Y es que hoy por hoy a cualquier cosa se la califica de “gótica”, cuando en realidad el cumplimiento de esa condición supone un recorrido que no roza ni ligeramente con el pesimismo de cierta novela negra hiperrrealista. Que Faulkner, que McCullers, que O’Connor y varios otros mas. Son caballitos de batalla rápidos y al paso para la clasificación ligera. No: el pesimismo de la mirada cruel de esos autores justamente estaba atravesado por una condición materialista, dolorosa, corporal, pesada. Pero lo de la película de Antonio Campos es otra cosa. Es una suma de lugares comunes del pesimismo de esa formación genérica conocida como Americana movies solo que atravesada, antes que por una mirada oscura, por una mirada religiosa, impiadosa.

Una Chica Fácil
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Una chica fácil

En una de sus frases más controversiales, Godard dijo algo así como que el cine consiste en hombres fotografiando a mujeres. Más allá de la evidente búsqueda de provocación que la frase encierra, Godard parecía querer dar cuenta de que el cine consiste en fotografiar la belleza, el erotismo, el misterio (que para Godard estaban representados por una mujer -ahí está su otra frase, que para hacer una buena película solo hacen falta una mujer y una pistola-). Está idea godardiana del cine habla acerca de una búsqueda de afección pura, o por lo menos de que la afección importe más que la acción.

Fin del Contenido

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