The Vow (parte 2)
HBO anuncio una segunda temporada de The Vow mientras nos distraía con las derivaciones del capitulo a capitulo de la primera. Sea como fuere, ahi donde nos prometio 10 episodios el asunto se detuvo en 9. Y la espera absurda llego a su fin con postergación: “ah, se terminó así? Ya está?”. Por lo pronto debe tratarse de la serie con mayores dilaciones y estiramientos que recuerde haber visto en mi limitada existencia (y acaso poco importe). Pero aunque no lo crean no se trata de un dato menor: toda la segunda mitad de la serie no hace sino jugar con los tiempos y su prolongación. Y lo hace sencillamente por un motivo: cuanto mas se acerca al presente (si bien la serie va y vuelve a lo largo de casi 20 años o mas), mas tiempo precisa para hacernos esperar al cierre, que es previsible y que se da casi en paralelo a nuestro proceso de visionado del material (el final se filma en la ultima semana de julio y para la primera de agosto comienza a emitirse). En ese juego en el que todo podía salir muy bien o muy mal la serie nos obliga a participar incluso aunque no lo querramos, porque su formato de emisión es uno que refiere a otra época, cuando semana a semana nos enterábamos de los hechos. El tema es que no estamos acostumbrados a ese formato de emisión con un caso real en proceso.