La Sal De Las Lágrimas
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La sal de las lágrimas

Garrel ya es como esos pintores que sacan siempre el mismo cuadro sin esfuerzo, que someten un motivo a infinitas variaciones en la creencia de que el arte no supone invención ni una originalidad sino un trabajo de orfebre con un conjunto de reglas dentro de un territorio trazado previamente. ¿De qué trata La sal de las lágrimas? De lo mismo que casi todas las películas que vinieron después de Inocencia salvaje, de una insatisfacción afectiva que conduce a buscar el amor en tantos lugares como se pueda, ya en parejas estables, compañeras ocasionales, amantes regulares o, eventualmente, un oficio. Esas búsquedas dibujan mayormente triángulos con vértices en constante movimiento: el infiel inveterado puede ser en el futuro él mismo el engañado y consumido por los celos. En La sal de las lágrimas se nota un cambio en la pincelada: Garrel le imprime a su geometría amorosa un dinamismo nuevo, todo se transforma en cuestión de una o dos escenas, de golpe la relación que permitía imaginar un porvenir ya no ofrece ninguna forma de fuga hacia adelante, un encuentro casual puede trastocar todos los planes, la mujer deseada puede olvidarse sin dificultades para volverse obsesión más tarde.

Boss Level
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Boss Level

Luego del fracaso de Brigada A, Joe Carnahan encadenó un par de films donde mostró ostensibles grados de libertad creativa: si El líder era un drama íntimo disfrazado de abismal aventura grupal, Stretch era una comedia de acción desatada, tan urbana como romántica. En Boss level se percibe el mismo nivel de soltura, aunque su estructura narrativa le termine jugando un poco en contra, como si Carnahan terminara preso no del sistema, sino un poco de sí mismo y sus ideas.

Perro Blanco | Número 46 | Enero / 21

PERRO BLANCO | NÚMERO 46 | ENERO / 21

El cuarto año de Perro Blanco (que se cumple en abril, pero vamos anticipando) se da en un contexto incierto. No, tranquilos: nosotros nos quedamos y seguimos escribiendo y viendo y hablando. Pero el mundo -de más está decirlo- se ha convertido en un lugar incierto para pensar en la continuidad de las salas de cine, pero también para pensar en el ejercicio de la crítica cinematográfica, cada vez más entregada a las recomendaciones de consumo y a las reseñas rápidas. En ese contexto el caso argentino no es menos asfixiante, por el contrario, con el paso de los meses lo único que hemos constatado (no como producto del Covid-19 sino como emergente de algo que precedía a la pandemia) es que vivimos en un país pobre, carente de recursos infraestrurcturales pero también carente de planificación frente a los estados de emergencia.

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