Trying
|

Trying

La operación de Trying es sustancialmente distinta a otras porque su relación con el mencionado costumbrismo es al mismo tiempo que directa, elíptica. Para lograr eso es que precisa abrazar a los lugares comunes (hacer radiografías de familias y amistades, de generaciones y consumos, de gustos y elecciones vitales). Pero cuando los abraza y los reconoce comienza a horadarlos por dentro a puro gusto por el detalle, que es lo que hace personas a los personajes. Ese registro por lo mínimo, por el valor dramático de los objetos, esa capacidad de reconocimiento de lo minucioso como orden diferenciadora entre las personas es, curiosamente, un gesto muy similar al de los guiones de Norah Ephron, en particular el de Cuando Harry conoció a Sally.

Descuida, Yo Te Cuido
|

Descuida, yo te cuido

Qué diantres tiene que ver todo esto con Descuida, yo te cuido? En un principio, aparentemente, poco y nada. Porque aparentemente nada de lo que narra esta comedia ácida -con pretensiones de thriller noir feminista y comentario social sobre la pesadilla de un estado kafkiano pero con cara social- se asemeja a las formas de la vanguardia. Hasta que nos acercamos un poco más a sus maneras. Y ahí empezamos a ser capaces de reconocer otros problemas que no supimos ver. Porque esta película, que se disfraza de obvia es también, a su manera, un ejercicio de solapados gestos vanguardistas, de esos que nos hacen mirar hacia adelante porque sabemos que nos van a patear la pelota hacia el fondo de la cancha del verosímil, ahí donde las producciones grandes se encuentran con el cine clase B y sus baja demanda de realismo.

Fin del Contenido

Fin del Contenido