Bandido
No hay nada nuevo bajo el sol. O si, quien sabe. Cuando vi bandido me vinieron varias películas a la cabeza sobre autodescubrimientos, sobre redenciones, sobre caídas, pero también sobre personajes queribles que no precisan abrir una estampida contra nosotros. No son películas que nos ataquen. No son películas que nos sometan a juicio. Son, si se quiere, películas amables, en las que el amor por los personajes lo es todo, incluso pudiendo más que cualquier demanda de originalidad.