Dos o tres cosas acerca de la retrospectiva de Christian Petzold
A lo mejor estoy siendo un poco más romántico de lo razonable, pero encuentro una contradicción fundamental en el corazón de las películas de Christian Petzold. Una contradicción fuerte, que se despliega a lo largo de sus películas como una evolución, pero que marca también cada una de sus obras. Vuelvo a ver Yella (2007), después de unos diez años, y la encuentro otra vez, más evidente que nunca: algo quema y algo muerde con el frío del análisis. Algo está calculado y algo desborda. Por sobre todo, lo que hay en Petzold es cine.