Atlantis
Van algunos minutos de Atlantis y el director Valentyn Vasyanovych nos habla de una distopía mugrienta, nos vende encanto de las ruinas, un país de las últimas cosas. Es 2025 y Ucrania ganó hace años la guerra contra Rusia. La región en la que vive el protagonista, un veterano, es un despojo terrestre, una planicie helada sembrada de cuerpos, minas y restos de lo que alguna vez fue una pequeña ciudad. Vasyanovych promete un páramo gélido, distante y desconsolado en el que los seres son apenas puntos diminutos perdidos cada uno en su pequeña tragedia personal