Las películas me hablan a mí
¿Qué veo en una película? ¿Qué es eso que me atrae, me fascina, me captura? Siempre es difícil esa parte. La instancia en la que las imágenes deben volverse un todo ordenado en la cabeza para poder ser explicadas; su placer trasmitido; su fuerza o su poder convertidos en argumento o en razón para los demás. Es la burocracia del crítico profesional, el trance un poco sombrío mediante el que un goce supremo, a veces inadmisible, se debilita sin remedio cuando hay que obligarlo por oficio a ser razonable, a que se justifique, a que comparezca ante el tribunal de faltas y se excuse, diga todo de sí y se defienda.