Duna
Dune, de Frank Herbert, es uno de los libros fundamentales de un género tan competitivo y variopinto como la ciencia ficción, donde cada obra crea un mundo o construye variaciones del que ya tenemos. Esta condición, llevada al límite, supone inventar no sólo el aparataje que en el cine veremos traducido a unos FX audiovisuales, sino también especies animales y vegetales, historias, lenguas, costumbres, mitos, religiones y todo lo que sabemos o suponemos que un mundo debería contener. Por supuesto, hay libros más ambiciosos y densos que otros, y Dune supo ser (y aún lo es) parangón, mito sagrado, vara imposiblemente alta para lo que vendría después.