The Shrink Next Door
The Shrink Next Door abre la pregunta con la carga insidiosa del flashforward, que nos lleva a 2010 y nos obliga a preguntarnos: cómo llegamos a esto? Cómo fue tan lejos esa relación de manipulación? Cómo alguien se dejó utilizar de tal manera? Y con la perversión de las dilaciones, se nos posterga el retorno al presente casi ocho episodios después, como si los creadores de la serie intentaran formular un tratado pormenorizado sobre los modos de la psicopatía para devolvernos el chachetazo en nuestra cara.