Hawkeye
. Un cuento de navidad. Un coming of age. Una serie de espías y de mafia pero en un tono lo-fi. Una historia de venganza y de obsesión violenta desactivada (porque asi como dialoga con la floja Black Widow también lo hace con el cine de Katryn Bigelow, en particular con The Hurt Locker). Una historia de origen. Un cuento moral sobre las formas emersonianas del heroísmo (ese que no necesita grandes poderes, sino miedo y voluntad frente al abismo). Es todo eso y a la vez no lo es, como si decidiera fracasar en cada una de esas empresas. Pero si algo no es, de seguro, es un producto adocenado, una transición, un encadenamiento en una red infinita del multimarcas-multifranquicias en que Marvel se ha convertido.