Monstruo del mar
Me cuesta entender a la crítica de redes, afincada en Youtube. De pronto explotan unas cruzadas contra detalles de una película como Ligthyear, mientras alaban unánimemente a títulos como Monstruo del mar con un extraño tono de condescendencia y aprobación infantil, capaz arrepentidos por el backlash del Buzz o ganados a la campaña de marketing de la nueva cinta animada de la plataforma de N grande.