EE.UU., 2023, 125′
Dirigida por Peyton Reed
Con Paul Rudd, Evangeline Lilly, Michelle Pfeiffer, Michael Douglas, Jonathan Majors, Kathryn Newton, Bill Murray, William Jackson Harper, Katy M. O’Brian, Randall Park, Corey Stoll, Leonardo Taiwo, Paul Fairlie, David Bertucci, Milos Bindas, Clément Osty, Tianyi Kiy, Tony McCarthy
Un universo pequeño y gigante
Por Federico Karstulovich & Rodrigo Martín Seijas
FK: Hay un punto en el que cagarse en el fandom que quiere easter eggs, adelantos y pavadas varias está bueno. El chistecito de Dr Strange en el multiverso de la locura así como los de Spiderman No way home podían sacar algún jugo de la traición a las expectativas (aunque la que mejor las traiciona es Thor Love and Thunder). Pero en Quantumania el problema parece ser mayor. La película es correcta, no se sale de lo esperable ( de hecho puede leerse más como un homenaje al cine de sci-fi y aventuras de los 60 (con guiños a George Lucas también) que a un enlace directo al cine de superhéroes). El problema es que, por algún motivo, no sabe muy bien cómo lidiar con los personajes, que a diferencia de entregas anteriores, aquí son de cartón corrugado. Carecen de vida. No plantean interés alguno (excepto Modok, cuyo arco dramático es al menos simpático). Pero para peor, no parecen entender hacia dónde van ya que todo lo que hacen se parece mucho a lo largo del metraje, como si en alguna medida hubiera dejado de importar el conflicto (que dicho sea de paso, se siente bastante tibio).
En este punto toda la película se mueve en un tono medio que no es incorrecto ni funciona mal, pero que si se siente mediocre, falto de cocción, sin ideas. En automático. Y el problema es que supuestamente está era la película que venía a romper con la uniformidad sin interés de la fase 4 de Marvel. Pero parece más de lo mismo. Para peor: acaban de poner otra piedra que deja mella sobre una saga que venía bien (lo mismo sucedió con Dr Strange en el multiverso de la locura). Mi miedo es ese: que comiencen a hacer pelota cosas que hasta las fases 2 y 3 venían medianamente bien. Porque si pasa eso, cuando lleguen los grandes eventos cross over no va a haber público disponible que tenga ganas de llenar una sala. Yo creo que sólo con un buen cierre de Guardianes de la galaxia y un reinicio de Deadpool y alguna otra carta guardada mas (Los 4 fantásticos, Los Thunderbolts y Capitan América: Nuevo orden mundial) se van a dar las últimas oportunidades. Esto así no camina
RMS: Coincido en gran medida: creo que Peyton Reed y Paul Rudd consiguieron en dos películas construir un mundo propio para Ant-Man que le pone un piso a cualquier aparición del personaje, pero lo cierto es que acá no pasan de lo aceptable. Y esto es porque, mal que mal, los dos films previos volaban por sí mismos, eran objetos que se sostenían sin necesidad de estar conectados (o pesar de estar eventualmente sujetos) a los designios del MCU. Acá todo está en función de darle el puntapié inicial a la Fase 5 y darle un marco a ese próximo gran villano que debería ser Kang. Por eso quizás el relato no espera mucho a desplegar el conflicto central y no le da espacio a los personajes para trabajar sus propios dilemas más allá del enfrentamiento con Kang. Hay, de hecho, un gran mundo que se abre ante nuestros y que posee las influencias que vos mencionas, pero que nunca es explorado a fondo. Sí disiento respecto a lo que pueda pasar con el público, no solo porque hay muchos espectadores cautivos a partir de su devoción por los cómics y/o por todo el MCU previo, sino también porque Marvel Studios es de los pocos sellos que continúa asegurando un espectáculo a todo galope, aunque ese despliegue audiovisual amenace con zambullirse en el vacío. Es la era de las franquicias y la gente parece abrazar eso de manera acrítica, lo cual no quita que esté cada vez más palpable el riesgo de que el MCU vaya perdiendo relevancia artística, tanto desde lo narrativo como desde lo estético.
FK: Es que ahí está el punto: lo mejor de Marvel siempre fue mantener la autonomía para, eventualmente, generar la conexiones con otros. Ese recorrido es más orgànico y no genera la sensación de especulación (no porque antes no estuviera, sino porque el domo gigante de los cross overs no existía entonces había que cuidar la finca). El tema de las fases está situando a Marvel como un gastador compulsivo, un shopahólic con las tarjetas de crédito: “se va a pagar más adelante”. El problema es que ese pay it foward está costándole la pérdida de un prestigio no menor que había sabido construir como industria en las primeras dos fases pero que en la tercera empezó a echar a perder. De ahí que no importe ni la cinefilia ni las influencias, porque a Marvel le está dejando de interesar lo que hace con sus personajes, a los que no está cuidando. Respecto de lo del publico, en efecto, es cierto: el fandom no abandona, pero el público no de nicho si. Y eso que alguna vez hizo popular al estudio para un público amplio por arriba y por debajo, empiezas ser un objeto de elite. Una élite consumista que tolera cualquier propuesta con tal de ver los sueños realizados. Una generación de cristal imposibilitada de demandar a su objeto de admiración un poco más de cuidado, justamente con un público que excede el grupito de amigos
RMS: Sí, eso es cierto y se puede ver claramente en las películas que privilegian a los personajes antes que las tramas de las fases. Incluso eso sucede dentro de las películas: se podía ver incluso en entregas menores del MCU, como Shang Chi. Y en Ant-Man and The Wasp: Quantumania es muy patente: lo mejor del film es cuando se permite desarrollar ideas visuales y argumentales que explotan a fondo las virtudes de los personajes, o cuando se deja llevar por el humor antes que por las necesidades explicativas. En eso, por ejemplo, la aparición de Bill Murray es un desperdicio: un amago de comicidad para que luego todo quede sujeto a insinuaciones sobre lo que puede hacer Kang, que, por otra parte, está todavía atravesando ese limbo que también afectó a Thanos. Todavía no es un villano realmente temible, básicamente porque no se entiende muy bien qué es lo que lo motiva o su mirada sobre el mundo.
FK: Bueno ese es el punto: todos los personajes se sienten “tirando línea”, cumpliendo con la escena que les toca. Pero nada avanza realmente. Incluso las transiciones entre escenas de acción, momentos que habitualmente eran utilizados para que empaticemos con los personajes y sus arcos dramáticos, hoy quedan meramente reducidos a intersticios sin interés, que podrían haber sido aprovechados. Hay toda una línea de trabajo sobre el personaje de Michael Douglas en relación a lo que hace con las hormigas (y en relación a que no le ponen mucha atención los demás) que podría haber servido para construirlo dramáticamente. Pero no, es un last minute twist donde aparece y salva las ropas. Igualmente con Michel Pfeiffer y su pasado, cuyo aprovechamiento pedía más vueltas y se reduce a una pavada suprema. Ni hablar de la relación entre Ant man y su hija, que todos pensamos que iba a ser el centro y que aquí es puro humo. O la relación entre Ant Man y The Wasp, que directamente es nula, más allá de los momentos de ayuda/salvación. Por eso no hay empatía alguna y nos chupa un huevo lo que tengan para decir. Al contrario, en la primera Ant Man, hasta un hecho tontísimo, como la pelea en el cuarto de la nena se convierte en una aventura entre padre e hija. Incluso en Ant Man and the wasp toidavía nos importan los personajes. Y es cierto, acá no hay villano, hay una excusa narrativa un poco tontolona. Pero no hay avance que justifique preocuparse por Kang. Hasta pudimos haber prescindido de él y que la aventura fuera el retorno a la superficie y en todo caso Kang acechando. Lo lamento pero es insostenible el MCU de esta manera. Van a tener que revivir a Iron Man y a todos los de la primera horneada, porque esto no avanza hacia ningún lado (no como historia propia ni como conjunto)
RMS: Coincido con todo lo que decís respecto a los personajes, en particular con Wasp, que esta vez podría haber quedado tranquilamente fuera del título, porque todo termina girando alrededor de Ant-Man. En eso, lo único que realmente la salva es cuando se posiciona más desde el heroísmo grupal, aunque también contra eso atenta la separación de los personajes durante buena parte de la trama. Creo que también habría sido más productivo la idea de Kang acechando y por eso también la noción de muchos Kang que da el Multiverso, por ahora al menos, más que sumar, resta. Creo que el Multiverso todavía es un imaginario que necesita mucha auto-explicación y eso atenta contra los conflictos más pequeños, que son los que finalmente nos generan empatía con los personajes. Y ojo, eso no lo solucionas trayendo de vuelta a Iron Man o al Capitán América, sino volviéndote a enfocar en lo particular para desde ahí delinear lo general. Por ahora, se está imponiendo el gigantismo, aunque si tengo en cuenta los méritos de la última de Spider-Man creo que todavía hay esperanzas.
FK: Ojo, cuando yo hablo de llamar a las viejas glorias no lo digo en serio, sino que no me extrañaría como acto desesperado (acaso la dupla de películas cross over: The Avengers The Kang Dinasty y The Avengers: Secret Wars tenga que ver con esa desesperación). Pero en efecto todo esto parece tratarse de un acto de recuperación de la memoria: volver a lo particular más allá del gigantismo estéril. Es decir, volver a hacer películas antes que hacer eslabones de sagas que a nadie le importa.
RMS: Sí, en realidad sería, en primera instancia, volver a lo humano, a los seres de carne y hueso, para después ir hacia lo heroico. Porque lo cierto es que Avengers: Endgame era, en sus mejores momentos, una película sobre seres humanos (que sufren, pierden y buscan redención) y a la vez gigantesca. Se trata de recordar (y recordarnos) quién es Scott Lang, para luego contarnos otra aventura suya como Ant-Man.
