Una segunda oportunidad

Por Federico Karstulovich

Una segunda oportunidad (Enough Said)
Estados Unidos, 2013, 93′
Dirigida por Nicole Holofcener.
Con Julia Louis-Dreyfus, James Gandolfini, Catherine Keener y Toni Collette.

Arenas movedizas (*)

Por Federico Karstulovich

Menos concesivo que difícil, el universo de Nicole Holofcener no es el del conformismo y la resignación (sólo un observador reaccionario podría pensar que el cine de la directora se conforma con que sus personajes tengan horizontes en pequeña escala), sino el del dolor de la constatación de lo que no pudo ser. Hay, en este último sentido, un tono muy de Boulevard de los sueños perdidos en el cine de esta directora. Y es esa impresión la que nos permite entrar con tanta facilidad en el tono buscado. Posiblemente porque buena parte de los personajes que habitan el mundo cinematográfico de Holofcener siempre están volviendo de algo.

No es un cine de pasaje de etapas. Es un cine de mirada retrospectiva. Tampoco es un cine de grandes cambios, sino de asentamiento. Por eso el registro es transparente y el juego con el género es abierto: la narración clásica y la tradición del género comedia romántica son el doble dispositivo para que la mirada desencantada y consciente del mundo chisporrotee. Ser clásico pero con la madurez de no optar por la ingenuidad. A medio camino.

Enoughsaid

Ojo, no hay en Una segunda oportunidad el más mínimo dejo de cinismo, pero si se vuelve a una mirada irónica, melancólica sobre la propia vida y las decisiones, marca de la directora. En ese retorno, no hay vuelta atrás posible, pero el ojo se les escapa a los personajes constantemente al espejo retrovisor, como en un proustianismo avant la lettre.
Como en otras películas de la directora, donde se miraba sin rencor el pasado reciente ya instalados los personajes entre sus veintitantos y sus treinta y tantos (Walking and talking o esa pésima traducción que tuvo localmente, Confidencias). O donde, tras la consolidación económica y profesional (o no) de personajes de entre treinta y pico y cuarenta y pico, se cotejaba tiempo presente y pasado en relación a las  distintas expectativas puestas en la adultez (Amigos con dinero).

Bueno, en Una segunda oportunidad le toca el turno a quienes están entre los cuarenta y pico y los cincuenta y pico, como si le directora hubiera ido aumentando la edad de sus personajes acorde con la melancolía de la adaptación a una nueva etapa de la vida. Pero ahí donde una película conformista optaría por un mundo en el que los personajes tuvieran objetivos de máxima y se sometieran a no aspirar a más, ahí donde los códigos de la comedia romántica forzarían encuentros que fueran contra el realismo, Holofcener nos asienta en un lugar incomodísimo, sobre todo cuando nos mete en la cabeza de la protagonista, capaz de decisiones deleznables pero a la vez consciente de la mierda que esas decisiones suponen.

Enough Said Post

El juego de expectativas cumplidas y traicionadas (en buena medida gracias al género elegido), sumado esto a el tono entre relajado e incómodo a la vez hace que querramos indefectiblemente a los personajes pero nunca estemos del todo seguros si queremos que terminen juntos en las condiciones que podrían llegar a darse. Un cine paradojal. Y ahí radica el punto notable de la película: detrás de un armado aparentemente simple, sin mayores complicaciones estéticas, el piso de Una segunda oportunidad no deja de tambalear. Es un tambaleo calmo, como en arenas movedizas, pero donde no hay nada dado por seguro para los personajes. Por eso la paradoja: narrar la inestabilidad desde un paradigma narrativo y un género estables como pocos.

Asignarle a la película la observación de ser una comedia romántica más “pero sobre seres conformistas que no quieren quedarse solos” implica, precisamente, perderse del “toque” Holofcener: construir un mundo piadoso en el que existan las personas y las relaciones, pero que en el fondo, se va moviendo, silenciosamente.

El mundo no es sólido, pero las personas siguen juntándose para creer en esa posibilidad.

(*) Publicada en El Amante Cine, Diciembre de 2013

¿Te gustó lo que leíste? Ayudanos con un Cafecito.

Invitame un café en cafecito.app

Comparte este artículo

Otros ArtÍculos Recientes

Enterate de todo...

Recibí gratis todas las novedades en tu correo a través de nuestro Newsletter