Adelantos de libros: Juegos de Guerra. Centros y periferias del cine bélico (VIII)
Nos encanta decir (y pensar) que Paul Verhoeven está loco. Qué es un libertino proveniente de un país libertino -Holanda- y que, a la hora de saltar el charco, luego de escandalizar a medio mundo, incluyendo su país de origen, bueno, no se trataba sólo de duplicar la apuesta sino, lisa y llanamente, de virar la perspectiva -que no es adaptarse, ojo-. Asi las cosas, es probable que Verhoeven se haya puesto una regla para sí mismo a la hora de probar suerte en el puritano Hollywood, que en los 80s, curiosamente, no escatimó en libertades para este buen señor.