Bafici 2019 – Diario De Festival (8)
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Bafici 2019 – Diario de festival (8)

Lo digo en este momento y con total convicción: toda película debería contener por lo menos una secuencia con música de David Bowie y todo festival de cine debería cerrar con una película coreana. O, dicho de otra forma, todo espectador que precie en algo su salud mental y cinéfila debería intentar cerrar su festival viendo una película coreana. Y no me refiero a ninguna película delicada, sutil y de autor (de esas que Corea del Sur produce tanto y tan pero tan bien) sino a una película genérica, bien diseñada para público masivo, de ser posible con alguna estrella del k-pop o demás galancitos juveniles, y, en el mejor de los casos, con algo de música y baile, aunque esto es facultativo.

Bafici 2019 – Diario De Festival (6)
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Bafici 2019 – Diario de festival (6)

¿Qué hace esa copa ahí? ¿Por qué nos obligan a mirarla? ¿Cuáles fueron los caminos del capricho que llevaron a esa pequeña y recóndita copa a la superficie de una pantalla en el 21 edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente para que la viéramos ahí paradita, esperando la pobre a que alguien se terminara ese fondo? ¿Viene a decir algo? ¿Aporta siquiera una asociación de algo?

Bafici 2019 – Diario De Festival (4)
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Bafici 2019 – Diario de festival (4)

De entrada la selección de títulos para el día me tenía un poco complicado. Pero bueno, se sabe que en un festival de cine uno no ve tanto lo que quiere como lo que puede. Y a veces no en la mejor combinación. Al aire enrarecido de un festival se sumaba una nueva capa de enrarecimiento: estaba a punto de ver dos (no una, sino dos) películas sobre películas (o sobre directores y críticos, que es más o menos lo mismo). Confieso que las películas sobre películas (incluso si una estaba enmarcada dentro de la sección Derechos Humanos) me predisponen de entrada un poco mal.

Bafici 2019 – Diario De Festival (1)
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Bafici 2019 – Diario de festival (1)

Distintas circunstancias de la vida (eso que pasa afuera de la sala de cine) me llevaron a disponer de una cantidad muy limitada de horas que entregarle a esta nueva edición del Bafici, la número 21 (entre paréntesis: tan pero tan malos los cortos institucionales; paréntesis dentro del paréntesis: o hacés algo con onda de verdad, o que por lo menos trata de tenerla, o directamente no hagas nada, total ya todos sabemos dónde estamos sentados). Cuestión que me encontré en la inesperada circunstancia (o, por lo menos, inédita para mí) de que en los primeros tres días del festival había visto únicamente tres películas, a razón de una por día. Razonable, dirían algunos.

La Favorita
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La favorita

Un componente no menor de la última película del griego de moda es la sátira. Sátira social en su sentido más clásico y, en este caso, sátira de la sociedad inglesa del siglo XVIII, con sus pelucas, su maquillaje, su refinamiento y su decadencia. No hay que hacer un esfuerzo de interpretación demasiado extenuante: ahí tenemos las sutiles escenas en ralenticon una carrera de patos (y su posterior refuerzo por diálogo) y con un enano en bolas y empelucado, que sirve de blanco humano a los juegos de puntería con fruta madura de la nobleza aburrida. El nombre de Swift se deja caer como al pasar (¡che, pero qué cultos son estos directores europeos!), entretejido en los diálogos afilados que componen La favorita, pero también como clave para el espectador/lector.

Quién Te Cantará
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Quién te cantará

No hay caso, che, no me funcionan las películas de Vermut. Entiendo que hay una legión pequeña pero leal de fanáticos legítimos, entiendo que sus películas (vi dos de las tres que hizo, un buen promedio) tienen elementos más que suficientes para atraparme y, sin embargo, no. Me pasó antes, me acaba de pasar con Quién te cantará, esa que cantaban todos en la última edición del Festival de Mar del Plata y que acabo de ver por Netflix. No me vengan con que tendría que haberla visto en pantalla grande. No. A veces hay película y directores que a uno simplemente no le interesan

Ciclos
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Ciclos

La pasión que despliega Ciclos por el registro directo, por el movimiento y por la pasión del ciclismo llega a tal punto que en algunos momentos parece olvidar al que se supone que es su personaje central para derivar por las tangentes que aparecen en su camino: un competidor de su misma edad, un entrenador, el padre de otro competidor amigo, conocidos y compañeros que van apareciendo y que comparten códigos y comportamientos y que la película raras veces se preocupa por definir o explicar

Barbara
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Barbara

Sin haber visto todas las películas dirigidas por el señor Amalric, me atrevo a decir (creo que sin pifiarla demasiado) que el gran actor devenido director querible es un maestro del cine irregular, grumoso y confuso, que hace películas que se esfuerzan por parecer más de lo que son, pero que están siempre movidas por la pasión y (lo cual sería casi lo mismo) por un amor irrenunciable por sus personajes.

Las Herederas
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Las herederas

Hay algo aplomado, casi con un tinte conservador en Las herederas. No porque defienda valores viejos, no porque narre de una forma vieja. La película es estricta heredera del cine más moderno y sin embargo hay algo en el uso de sus formas, en la construcción de los espacios y los personajes, en el modo en el que relata y trabaja el tiempo y genera indicios y construye ese final tan bonito que se aleja irreparablemente de lo que la modernidad tenía de riesgo, de novedad, de salto al vacío. Las herederas narra con las herramientas del cine más nuevo y las usa como una serie de recursos que hoy ya están establecidos y disponibles. Los usa bien. La herencia de Martel ni siquiera molesta demasiado.

Lazzaro Felice
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Lazzaro felice

Lazzaro es feliz. Lo dice el título. Su felicidad parece surgir de un vacío. Ausencia de ego. Falta de pretensiones. Falta de capacidad de comprensión. Carencia de amor. Lazzaro es feliz porque porta la santidad consigo. La santidad no se puede soportar: quema al que la toca. Pero Lazzaro es un santo amable, en la medida en que es un santo autocontenido: encarna la Gracia, pero no recuerda un orden trascendente. Lazzaro, más que un enviado de Dios, parece un enviado de la tierra: es tosco, de espaldas anchas, como una mula sonriente siempre dispuesta a dar una mano, incluso a quien está robando. Su presencia despierta dolor pero solo porque el milagro lo ha preservado del paso del tiempo

Mar Del Plata 2018 – Diario De Festival (7)
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Mar del Plata 2018 – Diario de festival (7)

Tercer día de festival. Empiezan a aparecer las primeras señales de cansancio. No deja de llover.
Nada que se pueda hacer al respecto.
Por recomendaciones, por intuición y por horario, fui a ver Asako I & II, forma maravillosa de empezar un día. La película japonesa cuenta algo así como una historia amorosa, o más bien un triángulo en el que dos de los extremos son idénticos físicamente. Hice una prueba: intenté contarle a un amigo después el argumento de la película y es prácticamente imposible. Tuve que contar casi cada detalle de la película y aun así no creo que se haya entendido.

El Silencio Es Un Cuerpo Que Cae
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El silencio es un cuerpo que cae

La mayor parte de las imágenes que componen El silencio es un cuerpo que cae provienen de las filmaciones caseras que realizó el padre de la directora a lo largo de varios años. Se trata de un material que, a pesar de lo abundante (o tal vez precisamente por ello), parecería tirar hacia lo banal: viajes familiares, reuniones, asados, celebraciones varias, representaciones escolares, toda una acumulación de situaciones que componen el devenir de esta familia, filmadas de forma amateur, con calidad vieja. Sin embargo, según nos dice la voz de la propia Agustina Comedi (directora/hija), en las horas y horas de material que componen este archivo, a su padre Jaime, que es quien normalmente sostiene la cámara, apenas si alcanza a vérselo en un par de ocasiones.

El Infiltrado Del Kkklan
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El infiltrado del KKKlan

Una de las cosas más estimulantes de la película es la manera en que trafica libremente con diversos estereotipos y prejuicios raciales. Por supuesto, esto no es nuevo en Lee, pero en tiempos en los que la corrección política ya ganó todas la batallas, no deja de ser sorprendente. Sorprende también en el marco de una película que claramente se plantea como manifiesto en contra del racismo institucionalizado y violento, como panfleto anclado en el presente, político y puntual, tal como queda en claro con la inclusión final de los videos reales de actos de violencia racial de los últimos años y de las fuerzas políticas que los protegen.

Mar Del Plata 2018 – Diario De Festival (3)
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Mar del Plata 2018 – Diario de festival (3)

Me doy cuenta de que casi no tengo idea de qué películas dan en competencia. En ninguna de las competencias. (Mentira: hay un par que quería ver pero no las van a dar en los días en que estoy en la costa, pero eso no sirve para la creación de personaje). Por mail me llegan informes del festival: que el foro sobre las mujeres, que premios a Martel, que el cine y el género. En Mar del Plata, que es gigante, lo más interesante suele estar lejos de las cosas oficiales. Incluso en una edición como esta, que se nota más modesta, más prolija, más adecentada, más blindada tras un discurso que parecería querer hacer pasar la crisis por virtud. Me dicen que dadas las circunstancias es casi un milagro que tengamos una nueva edición del festival. Es cierto. A uno le gustaría pensar que una institución como Mar del Plata no se discute, que va a estar, pero sabemos que no es así.

Konstruktion Argentina
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Konstruktion Argentina

Una voz en off y un personaje ficcional pelilargo y con pinta de extranjero son el hilo que Konstruktion Argentina nos tira por sobre los planos arquitectónicos para construir algo así como un argumento, una excusa para recorrer edificios, épocas. La voz explica: se cumplen cien años de la fundación de la Bauhaus, tal como se muestra en un cartel pegado en un pasillo de la facultad de arquitectura de la UBA, y hay una convocatoria al respecto. Esa convocatoria es la excusa para explicar qué es la Bauhaus, para contar brevemente la visita de Walter Gropius a Buenos Aires, y para embarcarse en un recorrido por diferentes construcciones de la ciudad (y algunas alemanas) en las que se podrían ver los rastros de la influencia alemana en la arquitectura porteña. Una influencia que, si bien puede resultar un tanto escasa en cuanto a inspiración directa, parecería ser mucho más amplia en términos técnicos…

Mar Del Plata 2018 – Diario De Festival (1)
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Mar del Plata 2018 – Diario de festival (1)

Arranco el festival con una decisión. No suele ser el caso. Ya ni preparo grillas con antelación ni miro casi la programación hasta el día que arranca. Me voy poniendo viejo. Antes no solo planificaba con cuidado cada minuto disponible, sino que me esforzaba por ver la mayor cantidad de películas posible y, sobre todo, por encontrar la mayor cantidad de películas que creía que me iban a gustar. Algo ha cambiado.

Bohemian Rhapsody – La Historia De Freddie Mercury
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Bohemian Rhapsody – La historia de Freddie Mercury

El problema de Bohemian Rapsody, más que la prolijidad, es la mesura. La película sabe que es una película para fanáticos, sabe que hay fieles a la banda que llevan años esperando ver algo así, hasta tengo entendido que los propios miembros de la banda produjeron la cosa y las expectativas son tantas que queda poco margen para el riesgo de verdad o para que asome alguna verdadera oscuridad. Hay, sí, un gran margen para el despliegue de eso que algunas llaman “actuación” y que otros podrían calificar de morisqueta.

Les Fantômes D’Ismaël
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Les fantômes d’Ismaël

Hay algo que debería ser fresco y descontracturado en el cine de Arnaud Desplechin y, sin embargo, termina por oler un poco a tesis doctoral y naftalina. Sus películas son laberintos largos y vericuetosos, llenos de digresiones, de recursos prestados y pegados de otros lados o tiempos, de juegos. Las películas de este director son desprolijas, muchas veces pierden su centro junto con sus protagonistas (muchos de los cuales son interpretados por Mathieu Amalric), van para un lado u otro, pegan volantazos, meten recursos raros, narradores, herramientas que a veces aparecen una sola vez y ya. Esto, enumerado así, podría hacernos pensar en un cine vibrante, vital y caprichoso, y a veces sus películas alcanzan un grado de encanto tal que uno termina casi por creer que se trata de algo de eso

Teatro De Guerra
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Teatro de guerra

Un riesgo recorre como amenaza constante Teatro de guerra: el fantasma de lo “interesante”. Se trata de todos aquellos elementos que podrían hacer que críticos y académicos la consideren digna de reflexión, excusa útil para el pensamiento, el cuestionamiento o la elucubración intelectual. Teatro de guerra es un artefacto extraño, registro de la artificialidad, documental de la puesta en escena, testimonio y reelaboración de testimonio. Adónde va a parar todo eso es lo que termina por justificar lo que podría parecer un ejercicio extravagante de premisa por lo menos prometedora: veteranos argentinos e ingleses de la Guerra de Malvinas se reúnen, comparten recuerdos, reconstruyen sus memorias y participan de un proyecto común.

Entrevista Gustavo Biazzi, Director De Los Vagos
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Entrevista Gustavo Biazzi, director de Los Vagos

Conocido quizás, en primera instancia, por su trabajo como director de fotografía (aunque ya había debutado en el largometraje con un documental y también contaba con varios cortometrajes encima), Gustavo Biazzi pegó el salto a la ficción. A su vez ese salto lo (nos) llevó hacia atrás en el tiempo y hacia otras latitudes (menos porteñocéntricas, afortunadamente para el imaginario audiovisual del cine argentino). El resultado es una película suspendida en el tiempo, pero a su vez cerca de los personajes, a los que cuida y quiere. En un año difícil y raro para el cine argentino, películas como Los Vagos resultan indispensables. En Perro Blanco quisimos hablar con su director. Y nos dimos el gusto

Los Vagos
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Los vagos

Hay una historia que se cuenta en Los vagos: estudiantes del interior que están a punto de alcanzar ese punto en el que se termina la joda y empieza otra cosa, una historia de amor/noviazgo y sus tensiones. Se podría trazar un hilo a través de la superficie tersa de la película (fluida, narrada con un naturalismo suave) y, al tirar de él, encontrar un argumento de esos de “cuando empezamos a ser grandes y dejamos atrás esa maravillosa juventud libre de preocupaciones”. Eso está, pero lo que hace que Los vagos sea una película interesante es la medida en la que ese hilo queda sumergido en una atmósfera que es mucho más importante que lo que se supone que nos quiere decir la película.

Años Luz
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Años luz

Martel mira. La vemos mirar. No vemos qué mira. Años luz, una película de rigurosa observación, no busca explicarnos qué o cómo mira Martel (aunque para eso están las entrevistas infinitas en las que ella misma nos explica su cine y tantas otras cosas de la vida). Martel mira detalles. Es difícil precisar qué es lo que se supone que estamos viendo. La miramos mirar. Un corazón enamorado podrá creer que en esa mirada que miramos ocurre el cine.

Tully
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Tully

Una de las supuestas novedades (y encantos) de Tully es que viene a retratar la maternidad de una forma en la que no se la había retratado antes. Digamos, sin mentiras, con materialidad y honestidad o desprejuicio. Y un poco de humor canchero. Hay horas sin sueño, angustia, una enfermera que le grita a la reciente madre porque tiene que comprobar que puede hacer pis para asegurarse de que la uretra no está obstruida después del parto y no es necesario volver a ponerle una sonda. También hay un rol femenino fuerte, de piba que se las sabe todas, o se las sabía. Un coctel más o menos estándar de lo que uno espera cuando se sienta a ver una película escrita por Diablo Cody.

El Atelier
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El Atelier

La banalidad que campea en El Atelier nos sale al cruce desde su primera imagen. Apenas arranca la película lo primero que vemos es un plano de un videojuego, en el que un personaje vagamente fantástico camina por la cima de una montaña nevada, al parecer sin rumbo, y en algún momento, sin razón aparente, sacude su arma (una espada) en el aire y sigue caminando. Videojuego. Los jóvenes juegan videojuegos. Más adelante vamos a escuchar al protagonista de la película, Antoine, decir que su actividad más frecuente durante el día es simplemente salir a caminar por el pueblo, sin rumbo, solo. Antoine, suponemos, era quien jugaba aquel videojuego inicial; lo vemos en otro momento jugar en plano, aunque también vemos a varios de sus amigos enfrascados en videojuegos, porque, se sabe, eso es lo que hacen los jóvenes. Y así, lo que parecía una imagen banal puesta en la puerta de entrada por un “hombre mayor/inteligente” que lo mejor y primero que tiene para mostrar de su personaje es que juega videojuegos, por obra y gracia de una operación cinematográfica se vuelve también metáfora.

#Postbafici 2018 – (10): The Widowed Witch
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#PostBafici 2018 – (10): The widowed witch

Uno de los mejores hallazgos de The widowed witches es el del personaje de la bruja involuntaria. En una China contemporánea, en alguna fría zona rural de aquel país gigantesco, de pronto una mujer despierta y descubre que estuvo al borde de la muerte (de la que, al parecer, la rescató un brujo) y, contra sus propias convicciones, resulta que ahora tiene poderes. Al principio parece un chiste. Al principio parecen puras supersticiones de los demás, que quieren ver en ella cosas que no puede ofrecer. Una y otra vez la bruja se opone a esas ideas ridículas. De la tragedia al humor, del color al blanco y negro, de la denuncia al absurdo, todo entra en esta película. Hasta los muertos que se le aparecen a la bruja reciente.

#Ladoblec: Los Corroboradores + Entrevista A Luis Bernardez
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#LaDobleC: Los Corroboradores + entrevista a Luis Bernardez

La conspiración, el thriller, marcan el tono de este ¿documental? Lo que se cuenta en Los corroboradoreses una verdad tangible como los edificios que uno puede recorrer, tocar y estudiar en un paseo por la Capital Federal (y, de paso, en los nombres afrancesados de diferentes localidades del conurbano), pero es también una ficción, un gesto que le hace un guiño a un cine regido por parámetros genéricos que la propia película expone con una cierta precariedad: el testimonio a cámara con la cara en sombra, la pared cubierta de fotos e hilos que unen los puntos dispersos y aparentemente inconexos de una trama que se nos irá revelando, los planos de cámaras de seguridad, de una mujer que camina sola en la noche, de un auto negro. La propia película traza las líneas de ese supuesto thriller, pero no termina de tensar sus hilos: lo que le interesa contar no es la historia de una periodista francesa que se ve enredada en una trama que la supera, sino que esa voz, ese personaje funcionan como mecanismo (casi) explícitamente hueco para articular revelaciones y, sobre todo, para contar otra historia: la historia de cómo se hizo Buenos Aires.

#Polémica: Isla De Perros (A Favor)
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#Polémica: Isla de perros (a favor)

Habrá quien diga que Isla de perroses un eslabón más en la cadena del sistema formal (ya) perfectamente aceitado que son las películas de Wes Anderson. En lo personal, creo que la excusa de lo japonés le sirve a Wes para ponerse a jugar con la superficie de la pantalla de una forma abstracta y plana, que le permite quebrar, dividir, poblar y forzar elementos que funcionan como una fuerza centrífuga, y a la vez mantienen un equilibrio inestable tanto más potente que el equilibrio simétrico con el que se suele asociar a Anderson. Creo que Isla de perros es una de sus mejores películas, lo cual no es decir poco.

#Postbafici 2018 – (7) : The Great Buddha +
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#PostBafici 2018 – (7) : The great Buddha +

Por momentos, al mirar The Great Buddha+uno tiene la sensación de encontrarse en un paisaje postapocalíptico. Ahí vuelve a entrar esa perspectiva de clase: los personajes, que son tratados como basura, viven entre la basura. Pero no son solo los pobres los que vemos revolcarse entre la roña, sino a todos los personajes de la película, que en mayor o menor medida se mueven por los pasillos de este basural. Cierto, los ricos también tienen autopistas y el jefe va a un albergue transitorio en un momento, pero su vida y sus negocios se manejan de forma corriente entre ruinas, en el cuarto de atrás de un kiosco polirrubro o en la comisaría, que no parece muy distinta de los demás edificios que vemos.

#Postbafici 2018 – (5): Mes Provinciales
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#PostBafici 2018 – (5): Mes Provinciales

Algo me despertaba una profunda pereza en esta película: los nombres, las citas, las referencias, las disputas cinéfilas, todo un código complejo, cargado de significados pero profundamente cerrado, que atraviesa la narración como una red de alianzas y debates entre los personajes. ¿Podría entender Mes provinciales alguien que no sea lo que se llama un cinéfilo? Probablemente sí, pero también probablemente ese no cinéfilo se haya aburrido antes de llegar al final de lo que no es en sí la aventura de la cinefilia sino, simplemente, la historia de un chico que estudió cine, que ama el cine, que utiliza el cine para comunicarse con otras personas que, como él, aman el cine.

#Postbafici 2018 – (3): L. Cohen
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#PostBafici 2018 – (3): L. Cohen

Supongo que algunos de quienes lean esto (así como algunos de los que asistieron a las funciones que se dieron de esta película en el BAFICI) sabrán ya de qué se “trata” L. Cohen. Yo no lo sabía cuando me senté en aquella sala, dispuesto simplemente a ver una nueva película de James Benning, para lo cual uno difícilmente necesita saber cuál es el tema filmado, porque el tema importa menos que el acto y la forma de filmar. Sucede, sin embargo, que en esta película sí “pasa” algo, que por supuesto no es narrativo y que calculo que uno puede saber de antemano sin que eso arruine la experiencia.

Fin del Contenido

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