El Motin Del Caine
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El motin del Caine

Hace no tanto falleció el gran William Friedkin, ese gran realizador de obras maestras comprendidas, como Contacto en Francia y El exorcista, pero también de incomprendidas, como El salario del miedo y Vivir y morir en Los Ángeles. Ese cineasta que en sus últimas décadas quedó bastante marginado en Hollywood -a diferencia de otros autores que saltaron a la fama en los setenta, como Steven Spielberg y Martin Scorsese. Y que en esos años finales aplicó un método consistente en adaptarse a materiales ajenos, pero infiltrándolos sutilmente, dejando apuntes con su sello, tal como volvió a hacer en The Caine Mutiny Court-Martial, su última película.

El Bastardo
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El bastardo

En el cine de los últimos años, abunda la pretenciosidad: ahí tenemos las filmografías de Christopher Nolan y Denis Villeneuve como ejemplos de lo que implica pararse en un pedestal temático y/o formal, que muchas veces no se condice con resultados concretos, porque al fin y al cabo pareciera importar más la pose que contar una historia. El bastardo era una seria candidata a caer en esa carátula, más que nada por sus ambiciones: unir la épica histórica, el drama íntimo, el western, las intrigas palaciegas, el romance, el estudio de la psicología masculina y hasta la lectura sociopolítica, todo en un relato. Pero ocurre un pequeño milagro: esas ambiciones están a la altura de los logros, en buena medida porque la película nunca se la cree.

Los Caballeros – Temporada 1

Los caballeros – Temporada 1

Si tomamos en cuenta lo que había sido Los caballeros película, había que alarmarse ya con el mero anuncio de Los caballeros serie. Es que el film había representado una vuelta a las fuentes por parte de Guy Ritchie, pero en el peor sentido: detrás del tono canchero, las idas y vueltas narrativas y los juegos con el montaje no había nada, todo era pura cáscara. Era, de hecho, casi un autoboicot: el realizador exponía los mecanismos de su cine y nos dejaba en claro que todo era artificio vacuo, un sinsentido donde los personajes eran sólo meros instrumentos del guión

Plan De Retiro
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Plan de retiro

Si bien en los últimos veinte años es cuando profundizó esa tendencia, Nicolas Cage siempre, desde el comienzo de su carrera como actor (y luego como productor) estuvo en un subibaja permanente. Porque convengamos que, en el mismo año, filmó una maravilla como Contracara y otra película que solo nos la podíamos tomar en joda como Con Air. En esos vaivenes, podemos distinguir tres tipos de obras: las realmente interesantes, que le permiten mostrar su ductilidad y vocación por el riesgo; las descartables, donde se nota que puede ser un mercenario del cine; y las que poseen algunas ideas interesantes, no del todo bien concretadas, aunque no por eso son completamente fallidas. Plan de retiro va por la última senda y hasta es, en cierto modo, una continuación estética de El peso del talento: ambas tienen conceptos iniciales atractivos, pero después no cumplen con las expectativas.

Sr. Y Sra. Smith

Sr. y Sra. Smith

Es inevitable -y hasta necesario- hablar de Sr. y Sra. Smith teniendo en cuenta lo que hizo previamente Donald Glover con Atlanta, y también lo que había dado el film original protagonizado por Brad Pitt y Angelina Jolie. La película de Doug Liman, por fuera de todo el asunto Brangelina, era esencialmente una comedia de rematrimonio con la acción como telón de fondo, en la que una pareja debía conocerse de nuevo para recomponer su vínculo. Y la serie creada por Glover tomaba la escena del rap apenas como una excusa para toda clase de exploraciones temáticas y formales, hasta ser todo y nada a la vez

Reacher – Segunda Temporada

Reacher – Segunda temporada

La primera temporada de Reacher fue una pequeña y agradable sorpresa, aún a pesar de sus desniveles. Supo recuperar parte del espíritu de la acción de los ochenta, con una violencia sin culpa, a partir de un protagonista capaz de fusionar la habilidad deductiva con la brutalidad física sin vueltas. Y con un Alan Ritchson que calzaba casi perfecto en el papel, con un gigantismo apenas expresivo, pero aún así querible. Eso le alcanzaba para superar algunos defectos, como lagunas narrativas en mitad de temporada y una puesta en escena que fallaba cuando tenía que hacerse cargo de las secuencias de acción de gran escala y definitivas.

Sisu: Una Historia De Determinación
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Sisu: una historia de determinación

A esta altura del partido, ya es innegable el amor por el cine de género por parte del finlandés Jalmari Helander: tanto Rare Exports como La gran aventura (también conocida como Big game) y ahora Sisu son películas donde es notoria la vocación del realizador por contar pequeñas historias, que se alejan de lo mensajístico y apuestan por el entretenimiento simple y directo. También hay que agradecer que esa simplicidad, sin grandes enredos más allá de algún retorcimiento de estructuras narrativas básicas, llevan a que ninguno de sus films supere la hora y media.

Loki – Segunda Temporada

Loki – Segunda temporada

La primera temporada de Loki había tenido un arranque interesante, sustentado más que nada en su premisa focalizada en el recorrido por el Multiverso de Marvel y la puesta en crisis de las convicciones de su protagonista, que pasaba de ser un villano a un antihéroe. Sin embargo, había terminado derivando en un relato tedioso, donde todo debía explicarse desde la palabra y casi siempre con un tono entre solemne y pretencioso. La cumbre de eso se había dado en el final de temporada, con la presentación de Kang como nuevo gran villano en un festival de discursos terriblemente impostados y hasta cínicos.

El Justiciero: Capítulo Final
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El justiciero: Capítulo final

Lo más interesante de El justiciero: Capítulo final está en esos momentos de ritmo pausado, donde la violencia queda en un lugar latente o a lo sumo de breves estallidos, que parecieran dialogar con los westerns crepusculares, en los que los paisajes son indicadores de mundos que terminan y otros que empiezan. La conexión más clara es con Shane, el desconocido, donde también había un pistolero profesional que salía a defender a una comunidad frente a un grupo opresor, o, si nos acercamos en el tiempo, Gran Torino. Claro que Fuqua no posee la inteligencia, sensibilidad o conocimiento de las herramientas clásicas de George Stevens o Clint Eastwood.

Sex Education – Cuarta Temporada
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Sex education – Cuarta temporada

Casi sin lugar a dudas, la cuarta y última temporada de Sex education es la más floja de todas, continuando un declive que había empezado con la tercera entrega, que había estado marcada por una fuerte ideologización de los conflictos de los personajes. Esto eventualmente había conducido a un forzamiento muy notorio de situaciones y resoluciones, siempre con el objetivo de decir algo “importante”. En esta última parte, esa tendencia se profundiza aún más, con resultados bastante negativos, a pesar de que la serie se las arregla para revelar ciertos hallazgos y apuntes atractivos.

Un Día Más Para Morir
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Un día más para morir

Luego del fracaso de Brigada A, Joe Carnahan encadenó un par de films donde mostró ostensibles grados de libertad creativa: si El líder era un drama íntimo disfrazado de abismal aventura grupal, Stretch era una comedia de acción desatada, tan urbana como romántica. En Boss level se percibe el mismo nivel de soltura, aunque su estructura narrativa le termine jugando un poco en contra, como si Carnahan terminara preso no del sistema, sino un poco de sí mismo y sus ideas.

Operativo: Lioness

Operativo: Lioness

El universo televisivo que ha ido construyendo Taylor Sheridan en tan solo unos años no solo está marcado por grandes estrellas (Kevin Costner, Sylvester Stallone, Harrison Ford, Helen Mirren, Jeremy Renner) y considerables despliegues de producción. También por un profundo hincapié en un profesionalismo que termina siendo entre torturado y tortuoso: todos los personajes se aferran a un deber en sus laburos que tiene explicaciones entre éticas y morales -e incluso ideológicas-, a pesar de que el costo que suelen pagar es muchas veces altísimo.

Agente Stone
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Agente Stone

El lanzamiento de Agente Stone ratifica lo dicho previamente, porque es una película que, aún haciendo esfuerzos para mostrarse como algo nuevo, es la repetición de un molde prefabricado que ya suena demasiado repetido e insustancial. Ni la prepotencia presupuestaria, desplegada sin mucho criterio, ni la presencia de Gal Gadot -cuyos dotes actorales, convengamos, están sobreestimados- alcanzan para compensar eso, e incluso lo potencian.

Invasión Secreta

Invasión secreta

No deja de ser raro lo que ha pasado con Marvel desde ese cierre a toda orquesta que fue Avengers: Endgame: salvo algunas excepciones -las estupendas Guardianes de la Galaxia Vol. 3 y Spider-Man: sin regreso a casa-, ha ido acumulando producciones mayormente fallidas, no solo desde lo narrativo, sino también desde lo formal. En la esfera televisiva, algunos tropiezos -la despareja WandaVision, la arbitraria Loki, por citar un par de ejemplos- podían atribuirse a una vocación de experimentación con nuevas capas genéricas. Pero también empezaban a verse fallas notorias dentro de estructuras ya familiares para el estudio, como en Falcon and the Winter Soldier o Ms. Marvel. Y ahora llega Invasión secreta, que confirma la tendencia preocupante.

Ted Lasso – Tercera Temporada
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Ted Lasso – Tercera temporada

Podríamos decir que, por diversos caminos, Ted Lasso fue como un polo opuesto de Barry, otra serie que también construyó un universo único, con reglas propias y prácticamente inhallables en otras producciones. Es que, si la creación de Bill Hader terminó retratando un paisaje poblado por psicópatas, donde la farsa y la mentira prevalecen, lo que hizo Sudeikis junto a Brendan Hunt, Bill Lawrence y Joe Kelly fue apostar por la verdad y la claridad.

Flash
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Flash

En Flash hay una multitud de viajes en el tiempo, lo cual a su vez lleva a la presentación de realidades alternas, en un argumento definitivamente enredado, pero que logra sostener cierta coherencia. El problema es que no se termina de entender para qué toda esa serie de enredos alterno-temporales. Y eso que, a priori, la respuesta podría ser doble y en ambos casos sin muchas vueltas. Por un lado, tenemos a un superhéroe que busca evitar el asesinato de su madre y la condena a su padre, que es inculpado injustamente por el crimen. Por otro, DC y Warner necesitan reconfigurar un mundo diseñado inicialmente por Zack Snyder, para ponerlo en la senda ahora planificada por James Gunn y Peter Safran.

Fubar
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FUBAR

Su carrera parecía asomarse a un progresivo pero inevitable ocaso, pero Arnold Schwarzenegger es de esas estrellas -al igual que su amigo Sylvester Stallone- que siempre encuentra una forma de reinventarse sin dejar de ser él mismo. ¿Y qué (o quién) es Schwarzenegger? Muchas cosas y sujetos, una catarata de símbolos e imaginarios resumidos en una sola persona que no se resigna a la jubilación, hasta el punto incluso de ponerla en primer plano para postergarla. FUBAR, la primera serie televisiva de su larga trayectoria, trata, entre otras cuestiones, precisamente de eso: de que las balas del cargador se van agotando, pero todavía se puede dar batalla.

Citadel – Primera Temporada

Citadel – Primera temporada

Esta nueva era del streaming -ya no tan nueva, convengamos- ha potenciado este mecanismo por el cual hay proyectos que, desde su gigantismo y prepotencia, ya son eventos ineludibles incluso antes de su estreno. Y que incluso ya se los piensen como franquicias de larga duración antes de que lleguen a las pantallas de los espectadores. Citadel es un ejemplo claro de esto, en buena medida a partir de un presupuesto que supera los 300 millones de dólares y los nombres involucrados (delante y detrás de la pantalla), además de la certeza de nuevas entregas a futuro.

Barry – Cuarta Temporada

Barry – Cuarta temporada

En Barry, en apenas segundos, la comedia se transforma en drama, de ahí a la tragedia e incluso el horror, para luego volver a la comedia, como si fuera un dispositivo circular o directamente caótico. Quizás, por eso, el rumbo que emprende en su capítulo final, titulado Wow -que es toda una declaración de principios sobre la mirada de su protagonista-, se revela, después del desconcierto inicial, paradójicamente lógico. La locura, con sus desvaríos, delirios, exageraciones y tergiversaciones, se impone y triunfa, arrasando con toda posible cordura, hasta convertirse en un producto tan superficial como digerible para ese público que, como el hijo de Barry, solo puede aceptar una mentira convertida en verdad tolerable.

Ghosted 
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Ghosted 

Ya es bastante obvio a esta altura del partido que la comedia romántica está en un momento de clara decadencia, que incluso la ha relegado a iniciativas -mayormente aisladas- del streaming. De hecho, hasta le empieza a costar la mixtura con otros géneros, como la acción, y Ghosted (disponible en Apple TV+) es un ejemplo concreto de esto último: estamos ante una película que amaga con ser gigantesca en su despliegue, pero que finalmente se revela como bastante chiquita en su ejecución.

#Polémica: The Mandalorian – Tercera Temporada

#Polémica: The Mandalorian – Tercera Temporada

En estos tiempos donde el fandom parece imponerse a cualquier análisis racional, los más extremistas terminaron siendo los críticos, que parecen cada vez más preocupados por complacer a los fanáticos, o que son ellos mismos fans sin mucho raciocinio. Eso se pudo apreciar en buena medida viendo las reacciones de la crítica estadounidense frente a la tercera temporada de The Mandalorian. En especial con el episodio final, donde el creador y guionista único Jon Favreau terminó de acomodar todas las piezas y tomar unas cuantas decisiones trascendentales para la serie.

Calabozos Y Dragones: Honor Entre Ladrones
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Calabozos y dragones: honor entre ladrones

Viendo Calabozos y dragones: honor entre ladrones, quedaban lejos de mi mente las comparaciones con la primera adaptación cinematográfica del juego de mesa pergeñada en el 2000 -que era un pequeño desastre- y se instalaban los paralelismos con Warcraft: el primer encuentro de dos mundos. Es que tanto el film de Duncan Jones como el de John Francis Daley y Jonathan Goldstein buscan recrear en la pantalla grande mundos ciertamente complejos, donde conviven toda clase de criaturas y narrativas que los sustentan. Pero si el primero fallaba al hacer confluir los lenguajes del cine con el del juego en el que se basaba, el segundo parece entender mucho mejor su tarea y logra resultados mucho más potentes, aún con sus desniveles.

División Palermo

División Palermo

La serie dirigida por Santiago Korovsky y Diego Núñez Irigoyen presenta el proceso de formación de la “Guardia Urbana” -cualquier similitud con aquel grupo de seguridad creado durante la gestión de Aníbal Ibarra en la Ciudad de Buenos Aires no es pura coincidencia-, que busca tener un vínculo más amable con la sociedad civil a partir de una integración pretendidamente inclusiva. Por eso la unidad queda integrada por distintos referentes de las minorías: una discapacitada motriz, un ciego, un boliviano, una mujer trans, un enano, un anciano y hasta un judío (el mismo Korovsky, que también es coguionista), todos bajo el mando de un manco.

Andor
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Andor

En esa pulsión permanente por expandir el universo de Star Wars a través de las producciones de Disney+, Andor es una pequeña sorpresa y de lo mejorcito que ha ofrecido la plataforma en lo que refiere a la franquicia, aunque no llegue a las alturas de The Mandalorian. Hay que reconocerle el mérito a Tony Gilroy, creador y guionista principal de la serie, que previamente había escrito Rogue One: una historia de Star Wars, la película de la que surgió el personaje que es el protagonista principal del relato

Agente Fortune: El Gran Engaño
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Agente Fortune: el gran engaño

Con frecuencia en su filmografía, Guy Ritchie se muestra como uno de esos cineastas que necesitan demostrar algo -sea capacidad, adaptabilidad o astucia-, sea a los espectadores, a la industria cinematográfica o incluso a sí mismos. Esa necesidad de probarse a sí mismo lo ha llevado a realizar algunas películas muy atendibles (Justicia implacable, El agente de CIPOL, Snatch, cerdos y diamantes), unas cuantas discretas (las dos entregas de Sherlock Holmes, Alladín) y algunas definitivamente irritantes (Los caballeros, RocknRolla). Y en Agente Fortune: el gran engaño pareciera que quiere mostrarse capaz de hacer varias cosas, con resultados desparejos.

Glass Onion: Un Misterio De Knives Out
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Glass Onion: un misterio de Knives out

Si hay algo que no se le puede reprochar a Rian Johnson es la falta de ambición, aunque eso lo haya llevado a lo estrafalario antes que lo verdaderamente profundo o entretenido. Eso queda claro desde el minuto uno de Glass Onion: un misterio de Knives out, donde además el realizador nos quiere dejar en evidencia a cada instante que Netflix le dio una montaña de plata para que haga lo que se le cante. Todo es brilloso, desproporcionado, lujoso y hasta barroco en el film, en un juego con el artificio que se le termina yendo de las manos, hasta devorar a los personajes y la trama.

Merlina 

Merlina 

Aparentemente, cuando se estaban gestando las adaptaciones cinematográficas de Los locos Addams que finalmente fueron dirigidas por Barry Sonnenfeld, el principal nombre que sonaba para estar a cargo de la dirección era el de Tim Burton. Y tenía lógica, porque el universo burtoniano era uno que procuraba indagar en las visiones consideradas “marginales”, no tanto desde la naturalización o normalización, sino en búsqueda de una especie de conciliación entre mundos, aunque muchas veces para hacerse cargo de que eso era imposible.

Wendell Y Wild
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Wendell y Wild

Hay un pequeño gran malentendido con el título del nuevo film de Henry Selick: Wendell y Wild es una especie de reducción a solo dos personajes de una película una galería mucho más amplia. Y que, además, tiene a una protagonista bastante explícita, que a partir de sus decisiones marca la pauta de un relato de ambiciones considerables. Pero quizás eso sea un indicador de las tensiones que atraviesan a la película, en buena medida por el trabajo conjunto entre Selick y Jordan Peele (que aporta su voz, además de meter mano en la producción y el guión), que solo de a ratos consigue la fluidez deseada.

Fuerza Bruta
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Fuerza Bruta

Tuvo que estrenarse un exponente coreano para que recordemos lo que es el verdadero cine de acción. Ese cine de acción que necesitamos y que muchas veces nos olvidamos de que nos merecemos. Ese que no está hecho de ideologismos baratos, alegorías culposas y corrección política. Ese donde todo es directo al hueso, donde el idioma se construye desde el cuerpo, donde el humor manda y no hay lugar para vacilaciones. Fuerza bruta vino a despabilarnos como corresponde: a patadas y piñas, con una convicción arrolladora y, a la vez, perfectamente lógica.

Fin del Contenido

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