Bad Boys Para Siempre
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Bad Boys para siempre

Jerry Bruckheimer y Michael Bay encontraron en Will Smith y Martin Lawrence a dos de sus alter egos en el blockbuster de los rebeldes sin causa de los noventa. En aquella época, de regreso boomer a los años dorados de la loca evasión, surge la franquicia (bastante poco exitosa, por cierto) de Bad Boys, con el príncipe del rap en su apogeo como estrella del modelo pochoclero del Hollywood global y finisecular. La comedia de acción, la primera de la saga, era pura herencia del high concept de Un detective suelto en Hollywood, en el sentido de replantear el clasicismo del género thriller desde la periferia de un humorista afroamericano, proveniente de la televisión. En esta tercera entrega, apenas dos cuestiones salvan el filme de la nada, la intrascendencia y el olvido. Una es la aceptación crepuscular de la edad y de unos figurantes que suben el listón en cuanto se ríen de sus propias miserias. Los policías se burlan de sí mismos, de sus achaques, de sus desfases. Un recurso que tampoco es original, pero que al menos brinda un gesto de auténtica revisión desmitificadora.

Judy
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Judy

Londres ofreció una segunda oportunidad a Judy Garland. En particular cuando su estrella había menguado en Estados Unidos, a raíz de innumerables decepciones sentimentales y profesionales. La película británica, de 2019, explora las vivencias y tensiones de la cantante, entre el recuerdo de su pesadilla americana y el efímero sueño de resurrección que le brindó su estancia en el Reino Unido. Por eso el público de la ansiedad millenial puede sentirse decepcionado con la narrativa del guion, al extrañar el desarrollo de mayor información dentro del canon de un biopic al uso. He leído varias reseñas que reclaman el escaso interés de la película por ahondar en la historia oficial de la protagonista de El Mago de Oz. En lo estrictamente personal, mi vista cansada de la temporada de premios, agradece, por el contrario, que el escritor del libreto decida ahorrarse el trámite de contarme otro relato de la enciclopedia británica sobre el origen, la evolución y la muerte de la protagonista.

Cats
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Cats

Tomando la inspiración de The Rocky Horror Picture Show y de Haispray, Cats plasma una delirante fantasía que recupera la inocencia clown del primer Melies (si, aunque ud no lo crea), al compás de una charada que cuenta con la complicidad de un casting que baila y canta como en los barrocos entretenimientos de Bollywood, sin renunciar al afecto por cierto mal gusto calculado y un kitsch (con su fascinación con las miniaturas las distorsiones en las dimensiones del mundo) de tercer grado al que abraza. La película, que era candidata a el escupitajo fácil y obvio termina en un extraño mitad de camino entre la conciencia y el orgullo por el acabado imperfecto, incluso aunque algunos involucrados ahora quieran negar su participación en el proyecto.

Watchmen (Parte Ii)

Watchmen (parte II)

Superada la segunda mitad de los seis capítulos se cumplieron las peores sospechas y pronósticos: Watchmen terminó siendo una forzada adaptación al criterio dominante de la corrección política. Por tanto, una serie complaciente y sintomática del tiempo gris de las narrativas en bucle. Pero atención, porque es un bluff que confundió a no pocos entendidos, habida cuenta de sus aparentes desviaciones experimentales y autorales. La impostura de los nuevos vigilantes se resume en la última entrega de la serie. Nos han mantenido como rehenes de un suspenso falso y distendido que no resolvió nada, es decir, que apenas remató una faena que anunciamos desde el primer episodio.

El Buen Mentiroso
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El buen mentiroso

En el mundo de la posverdad, el director Bill Condon estrena El buen mentiroso, una parábola o una alegoría de una de las génesis del concepto del fraude en la civilización occidental. El filme devela a otro verdugo del fascismo, quien se aprovecha de las debilidades del sistema y del entorno de desmemoria, para cometer golpes y algunas grandes estafas. El buen mentiroso se integra a la segunda corriente de la tendencia, al contar un relato íntimo que explora con sutileza cuestiones vigentes como el empoderamiento femenino y el velo de silencio que pretende encubrir a los acosadores del vano ayer en cuerpo presente.

Midway: Ataque En Altamar
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Midway: ataque en altamar

El género bélico pertenece a un período clásico en fase de reconfiguración en Hollywood, a consecuencia de las nuevas ansiedades del espectador del milenio. En Midway opera un trabajo de la memoria sobre el cine de la segunda guerra. La decisión de Roland Emerich, de rodar un filme a contrapelo de las modas revisionistas y deconstructivas, se antoja como una propuesta de producción al límite del riesgo, de un daño controlado, al menos. No tildaremos de kamikaze la idea de contar otra vez la historia de la famosa batalla del pacífico, antes tratada por el documental y la ficción, pero sí consideramos atrevida la forma de plasmar un relato de tradición histórica, alejado de las ucronías de Tarantino y de los gimmicks de Nolan.

Dolemite Is My Name
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Dolemite is my name

Eddy Murphy ha encontrado un alter ego con el que puede aspirar al reconocimiento de la academia y la crítica, que siempre le fue tan esquivo, sin necesidad de traicionar su idea de “macho humor”, de “King of comedy” del black power. En Perro Blanco hemos marcado una línea de disenso frente al oportunismo de adaptar el marco profundo del progresismo de Hollywood sobre el tema racial en películas como Green Book. Dolemite is my name supone un transgresión al canon del milenio, apartándose de las prédicas sentimentaloides y moralistas de la banda de Oprah. La estrella de Un detective suelto en Hollywood ha filmado así un largometraje revisionista y nostálgico que escapa de los acartonamientos del cine que patrocina el matrimonio Obama.

La Noche De Las Nerds
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La noche de las nerds

Booksmart se encuadra en una época de reconfiguración de los modelos señalados, buscando comunicarse con los espectadores que amaron a Lady Bird y que están preparados para consumir la respuesta femenina a Superbad. A ver: la película de Olivia Wilde es eso, pero también una lograda adaptación del arte de la comedia de John Hughes. O al menos es un intento de reconfiguración, al menos tras el declive de la imagen de Judd Apatow, quien ha salido del cuadro momentáneamente, quizás por haber generado más prole y más imitadores de los que hubiera querido. Al mismo tiempo su cine recupera vigencia por otras vías y formas de expresión. Pero la influencia que supo tener a inicios de los 2000s parece haber desaparecido de escena. Pero la herencia cultural del Appatow de hace casi dos décadas continúa o ha cambiado el panorama?

Proyecto Géminis
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Proyecto Géminis

“Proyecto Géminis clona digitalmente a Will Smith para que un doble suyo, más joven, emprenda una cacería humana contra él, en plan Blade Runner ” bien podría ser una premisa de presentación para un logline de una sesión de pitch. Pero quizá sea algo mas que eso. Son el tipo de trucos que tiene que hacer el sistema de estrellas, para sobrevivir. Pero la técnica de duplicación es trucha y lo que parecía una idea buena en papel termina siendo uno de los chistes involuntarios de Hollywood en el 2019.

Watchmen (Parte I)

Watchmen (parte I)

Watchmen, en su nueva versión, traiciona un legado desde la prepotencia reivindicativa de quienes niegan el pretérito, queriendo limpiarlo, higienizarlo y, supuestamente, superarlo. De la ejecución, solo vamos recordando la música de Trent Reznor y el estándar clásico de la cadena de televisión, sin una personalidad avasallante detrás de cámaras. Posiblemente la ejecución cumple con asimilar el canon solemne y artie que instauró Zack Snyder.
Pero después de un intro tan problemático, el show de Damon Lindelof ha logrado enmendar su plana, corregir su propio rumbo, en apariencia, despejando una narrativa más inquietante y retadora para el espectador.

Estafadoras De Wall Street
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Estafadoras de Wall Street

Al tiempo de hoy, la industria puede saquear el contenido y la estética sotfporn del pole dancing, sin sufrir las censuras y condenas de los jueces de la moral. La fuerza pagana del baile en barra fue sistemáticamente acoplada y domesticada por MTV, Youtube, el género trap, las canciones y videioclips de Bad Bunny. Por eso asisto a una función de preestreno de Estafadoras de Wall Street, organizada como un Expo Sexo para toda la familia. Se cumplió el simulacro pronosticado por Baudrillard: un Disney de compra venta de mercancía XXX o softcore. Ciudades enteras llevan años en el negocio de ofrecer parques temáticos de experiencias carnales a la carta del prosumidor del milenio.

Our Godfather
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Our Godfather

El documental Our Godfather reconstruye, en el mismo sentido, el drama de Tomasso Buscetta, el testigo clave que utilizó la justicia internacional para condenar a más de 400 mafiosos en el equivalente del juicio de Nuremberg para la Cosa Nostra. El hombre se toma por un personaje multidimensional que instrumentaliza el poder en su guerra contra el hampa, que desea volver a una normalidad de andar por casa que se le escapa, que genera la disolución de su familia de sangre y de su familia adoptiva, por la inercia de sus declaraciones.

El Jilguero
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El jilguero

Los ojos saltones, los maquillajes y los implantes de Nicole Kidman son solo la superficie del monumental fiasco estético del cuadro de El Jilguero, pintado con la brocha gruesa de un Fake Orson Welles llamado John Crowley, quien ganó fama por filmar un insípido largometraje qualité titulado Brooklyn, nominado al Oscar por restaurar el perfil de los melodramas de época de los noventa, cuando El Paciente Inglés saqueaba a David Lean y cobraba las ganancias en la temporada de premios.

La Música De Mi Vida
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La música de mi vida

Primero, La música de mi vida se inscribe en la última corriente del antibreixit surgida con el ánimo de desmontar la visión etnocéntrica, aislacionista y nacionalista del Reino Unido del populista Boris Johnson. El relato del libreto recrea una anécdota de 1987, buscando señalar a la dama de hierro como causante de las políticas segregacionistas que hoy polarizan a Inglaterra.Segundo, la pieza se dirige a suavizar y relajar las costumbres ortodoxas que rigen la vida en la comunidad pasquitaní. El protagonista organiza una pequeña rebelión en la granja de sus estrictos padres, queriendo ser como Bruce Springsteen, para salir de un pueblito infernal de provincia.

American Factory
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American Factory

American Factory bien podría ser, tranquilamente, la secuela de aquel título del egocéntrico director anglosajón -pero sin su presencia demagógica- en el mundo de las extrañas alianzas entre los nuevos republicanos y los viejos zorros del comunismo turbocapitalista de China, con todas sus represiones y violaciones a los derechos humanos juntas. Por eso American Factory tiene los ingredientes para ser una de las candidatas de Netflix en la carrera por la nominación documental de los Oscar, ya que el conflicto social siempre funciona bien en el orden de los premios de la academia.

Rim Of The World
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Rim of the world

En rescate de las audiencias perdidas, de la plataforma, ha venido el salvavidas de la teen nostalgia que engloba la franquicia Strangers Things, que mantiene entretenido a centenials y cuarentones por igual, postergando la fantasía de la última historia sin fin que los evada del horror vacui de un mundo a la deriva, fragmentado y que decidió cancelar el futuro en su adicción por repetir la misma dosis de cultura populista, una y otra vez. Es el caso, bien sintomático, de Rim of the World, otro crudo ejemplo de la lógica autoindulgente, derivativa y caníbal del gigante del streaming en Hollywood.

Black Sabath: The End Of The End
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Black Sabath: The end of the end

Fue en Birmingham donde comenzó todo para el Heavy Metal, cuando cuatro de sus jóvenes outsiders debutaron con la banda de ruptura Black Sabbath (nombre alusivo a la película del realizador italiano Mario Bava). Luego de cinco décadas, el grupo decidió retirarse de la escena pública en el 2015, haciendo posible una gira de despedida cuyo último toque se escenificó en la célebre ciudad de los mil oficios de Inglaterra.

Booksmart
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Booksmart

La película de Olivia Wilde manifiesta un claro sentido de revancha para la mujer en el mundo de la comedia. Sin embargo, el visionado del largometraje no se reduce a un mero trámite de dorarle la píldora al target progre de la corrección política y la representatividad. Booksmart, en realidad, condensa las mismas virtudes que le reconocimos a En los 90, con la cual comporte la empatía y la gracia de sus criaturas protagónicas, dentro del esquema de una tradicional coming of age.

Al Filo De La Democracia
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Al filo de la democracia

La realizadora Petra Costa filma Al filo de la democracia, entonces, para comprender a su país. En particular después del Lava Jato, desde la primera persona, declaradamente afín a las ideas de Lula y Dilma, ambos vinculados a su familia. Por tanto, ella nos contará, como viene siendo su costumbre, la historia del apogeo y el descenso de dos miembros de su dinastía, de su tropa de élite.

Mib Hombres De Negro: Internacional
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MIB Hombres de Negro: Internacional

¿Qué es Hombres de Negro Internacional? ¿Es otro blockbuster del Hollywood digital subsidiado por los productos emplazados de la franquicia? ¿Es una saturación de memes que quieren enganchar la atención del espectador, a juro, por mero empuje de los logos y las estrellas? ¿Es el reinicio de una saga que perdió el rumbo? Visto el largometraje podemos contestar con la certeza de haber presenciado uno de los engaños corporativos del año, una super-fake movie en toda la regla.

Rocketman
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Rocketman

Rocketman, sin ser una mala película, consolida la tendencia millennial de refugiarse en el pasado de las historias de éxito, para intentar evadirse de un presente caótico y distópico. No obstante, el filme de Dexter Fletcher ajusta cuentas con la obsesión nostálgica del siglo XXI, al decantarse por narrar el descenso a los infiernos de un Mozart, de un loco egregio alcoholizado, atormentado y ahogado en una burbuja de intoxicación psicodélica.

Grass Is Greener
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Grass is greener

El progresismo buenista de Grass is greener no se conforma con glorificar y santificar a los tributarios del legado de Peter Tosh y Bob Marley. El documental pierde la batalla en la falta de equilibrio del argumento del guion, generando un discurso maniqueo de víctimas negras y villanos blancos. Persiste, entonces, la agenda de la corrección política y el puritanismo en los documentales de la cadena Netflix.

Van Gogh: En La Puerta De La Eternidad
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Van Gogh: En la puerta de la eternidad

En la puerta de la eternidad será aborrecida por los haters de Schnabel, al considerarlo un simple imitador de las bombas suicidas de la periferia. Supongo que el contexto afecta la percepción. En un Festival europeo o de indies radicales, encontrarse con lo nuevo de Julian debe parecer un recorrido por una serie de postales de un influencer hipster con una cuenta de Instagram.

Triple Frontera
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Triple Frontera

Pero en la triple frontera se encuentra la película, al borde de varios precipicios. El primero es el de una narrativa inflada en minutos y secuencias, para cumplir con el estándar de la típica cinta irregular de Netflix, donde todos parecen aprovechar la fiesta dorada del nuevo Hollywood subsidiado por el streaming. La operación billete marcha bien por los momentos, y claro, el filme es consciente de su proyecto de dar un golpe seguro a la piñata del último star system.

Cementerio De Animales
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Cementerio de animales

Cementerio de animales planta sus semillas de la discordia en el mismo terreno de la segunda cinta de Jordan Peele. Otra familia se desplaza para exigir que se cumpla el sueño de la mudanza perfecta al pueblito de provincia. Los personajes cargan con mochilas existenciales muy pesadas. Su felicidad es la apariencia de los anuncios de la publicidad y la reafirmación de una estructura social.

Nosotros
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Nosotros

En cualquier caso, reconozco una voz en Jordan Pelle, a un narrador que conoce de su oficio, a un erudito de los mecanismos del suspenso y el pánico. Un autor con conocimiento de causa en plena evolución. Celebro que haya conseguido un lugar en la generación del problemático “terror elevado”, que tanto hemos discutido en Perro Blanco por su barniz qualité. Sin duda, la teoría y la acción se dinamizan con la llegada de realizadores como él.

La Rebelión
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La rebelión

La tendencia se ha consolidado en los últimos años, dando pie a un filón que evidencia un serio dilema político, por cuanto propone el derrocamiento del sistema establecido desde las propias plataformas del status. En consecuencia, habría que medir el impacto de tantos largometrajes apocalípticos que enfrentan al mundo y la globalización, tras el once de septiembre, para terminar afianzando el concepto democrático de la mayoría de los gobiernos y naciones del planeta.También estamos por sondear si semejantes propuestas del descontento cumplen un rol de servir de soma o placebo para las masas progres que claman por cambios de ruta y de régimen. Captive State explota el mercado de la contracultura como negocio, buscando comunicar sus mensajes alternativos en vías de domesticación. 

Can You Ever Forgive Me?
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Can You Ever Forgive Me?

La grata sorpresa de la nueva película de Marielle Heller es que propone una relectura del tema en cuestión, sin caer en los clichés de la condena y el melodramatismo moralista. En efecto, la cinta fue olímpicamente ignorada en la noche del Oscar, por no parecerse a nada de lo que se consagra en la temporada de premios. La academia subestima al filme por tratarse de una comedia y por compartir una aparente liviandad que en realidad esconde una complejísima toma de posición sobre el lugar y la voz del autor en la era contemporánea.

Fin del Contenido

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