La escena donde Llinás le lee la crónica que La Nación publicó sobre su padre a su madre, podría considerarse el centro neurálgico de la Clorindo Testa, o al menos el momento donde más evidencia la lógica de su estructura. En esa escena, Llinás lee la noticia narrándola con una intención ficcional que se rompe cuando aparece la risa genuina ante la ridiculez que está leyendo. Esa risa es precisamente...