Cannes 2017 – Diario de festival (11)

Por Fernando Juan Lima

Crónicas canninas (11)

Por Fernando E. Juan Lima

Aus dei nichts (In the fade), de Fatih Akin es otro de los componentes de la cruel selección que conformó la mayoría de este annus horribilis de la Competencia Oficial. Aquí a la maldad y al sadismo se suma un componente político ciertamente peligroso. Al inicio de la película uno podía pensar que, ¡por fin! la cosa vendría por otro lado. Padre ex-convicto por tráfico de drogas parece estar recuperado para la sociedad, y conforma una linda familia con su mujer (él de origen turco, ella alemana de pura cepa) y un niño que se lleva todas las miradas. Poco durará el oasis, a los pocos minutos del inicio un atentado con una bomba casera mata al padre y al hijo. Detalles de la masacre, burocracia judicial que hace revivir el horror y resultado terriblemente injusto, intolerable. El polémico final pone en cuestión los límites aceptados para la persecución del nazismo. Cruel, mala y dañina. Ya tiene estreno previsto en Argentina.

Parece un poco triste eso de poder estar en el Festival de Cannes y andar quejándose acerca de lo horrible de esta edición. En todo caso, en primer término hay que aclarar que eso se aplica a la selección oficial. Y más estrictamente a la Competencia Oficial (ya que esta vez hasta Un certain regard estuvo un poco menos mala, y en proyecciones fuera de competencia se pudieron ver dos joyitas coreanas de acción y las películas de Agnes Vardá y Takashi Miike, por ejemplo). Ello sin contar lo que pasó en la Quinzaine des réalisateurs, cada año más potente. Pues bien, para aumentar el sinsentido, también en la selección oficial (fuera de competencia) se proyectaron los dos primeros capítulos del regreso de Twin peaks, de David Lynch. Ya sé: me dirán que para qué ir al cine cuando pronto podrá verse por otras plataformas, etc. El punto es que vivir esa experiencia en una sala es totalmente otra, y esta “serie” (me cuesta decirlo) tiene más cine que por lo menos 16 de las 19 películas en competencia.

Out, de György Kristóf, película eslovaca presentada en Un certain regard forma parte de un conjunto de películas que bien podría identificarse bajo el rubro “qué mal que la estamos pasando en…” (complétese con el país que corresponda). El protagonista, tras perder su trabajo decide buscar suerte por Europa del Este. Sabemos que esto último está en falta allí…

A fábrica de nada, de Pedro Pinho es LA película sorpresa de la Quincena de los Realizadores y del festival todo. Una noche los trabajadores de la fábrica de ascensores Otis de Portugal se entera de que están llevándose las máquinas de la empresa, que la están desmantelando. La deriva sigue el proceso de organización de ese grupo para sobrevivir, cómo sobreviven a las presiones de la empresa para aceptar indemnizaciones impropias, etc. El documental se cruza con la ficción (hay algo del primer Gomes por ahí), con un grado de verdad y compromiso que llaman la atención. Desde lo formal, la impresión de realidad convive con el lirismo y búsquedas más arriesgadas como la inclusión de un chanta argentino que comparte su experiencia de 2001 y va ganando protagonismo (el realizador Daniele Incalcaterra, el de Tierra de Avellaneda El impenetrable) al tiempo que se suma absurdo y algo de surrealismo. En este sentido, sobre el final la película muta en musical obrero, llevando luz y esperanza a una deriva dura pero nunca miserabilista o llorona.

You were never really here, de Lynne Ramsay nos lleva a preguntarnos qué quiso hacer la realizadora de Ratcatcher, Morvern Callar y We need to talk about Kevin. Especie de historia de hitman o assesino a sueldo deconstruída, los momentos de violencia extrema en relación con el trabajo encargado (rescatar a una menor de la organización que la tiene secuestrada para trabajar como prostituta) se cruzan con flashbacks y momentos familiares (muy bizarros) del asesino subnormal interpretado por Joaquin Phoenix en ejercicio de todo su poder de sobre-actuación. Intentar hacer una película de género se ve no está á la mode, así que hay que oscurecerla, sumar crueldad gratuita y mezclar y ocultar datos para que parezca “de arte y ensayo”. De lo peor de este pobrísimo año de la competencia oficial.

¿Te gustó lo que leíste? Ayudanos con un Cafecito.

Invitame un café en cafecito.app

Comparte este artículo

Otros ArtÍculos Recientes

Enterate de todo...

Recibí gratis todas las novedades en tu correo a través de nuestro Newsletter