#DossierSuperheroes (V): La guerra infinita (Marvel vs DC)

Por Francisco Noriega

Amos del universo

Por Francisco Noriega

La fórmula es simple en su teoría: los superhéroes, en su estado natural (el comic) conviven todos en el mismo universo. Batman y Superman viven en la misma versión ficcionalizada de los Estados Unidos, junto con el resto de la Liga de la Justicia. Cada uno tiene sus aventuras personales pero, cuando llega un malo muy malo, los héroes juntan fuerzas. Es la lógica de los juegos de niños. Tengo estos personajes a mi disposición: ¿qué puedo hacer con ellos? A veces quiero jugar solo con el juguete de Batman, otras con el de Superman, pero muchas veces voy a querer que estén juntos. Y a veces hasta voy a querer que peleen entre ellos. En nuestra infancia, guiados por la imaginación, armamos todo tipo de lo que hoy se llama crossover. Spider-Man luchando al lado del Power Ranger Rojo para vencer al Señor Papa, que se volvió malo después de que Godzilla matara a su esposa. En esos campos de batalla imaginarios sucede de todo: hay traiciones, muertes, aventuras, romance. Por esto la saga de Toy Story es tan buena y efectiva y se debe a que apela a una parte fundamental de nuestra infancia y a un modo de entender a los personajes como parte de un juego mayor.

Painel Toy Story G Frete Gratis Artigos De Festa Infantil

El modelo Marvel, entonces, hace lo mismo. Entiende que sus personajes son, inherentemente, parte de una caja de arena más grande que cada uno de sus mundos individuales. La gracia de cada uno no está solo en sus individualidades sino en las interacciones con los demás. A lo largo de casi 100 años de historietas, se desarrolló un verosímil muy específico que implica un tipo de “suspensión de la incredulidad” muy particular a ese medio. El verosímil del comic es muy distinto al del cine.

Esa diferencia hace que haya cierta cautela a la hora de empezar el plan demente que Kevin Feige tenía en mente hace más de diez años. Más allá de la obvia cautela económica de no poder asegurar que nada tuviera el éxito necesario, había una cautela narrativa. ¿Cómo puede aceptar un espectador que Iron Man, que básicamente es una versión vistosa de Batman, conviva con un mapache antropomórfico o un dios nórdico? El primer paso fue construirlo de a poco. El mundo del comic es bastante demencial. Los personajes son tan coloridos y disparatados como el lápiz y el papel lo permitan. El dibujo permite una explosión de imaginación y creatividad que, a veces, el realismo de la fotografía no permite del todo.

Iron Man Background

Desde el 2008 hasta hoy, Marvel produjo y estrenó 19 películas. El costo total de esas 19 películas está alrededor de los 8 mil millones de dólares y, la ganancia total, alrededor de los 14 mil millones. Cada una de las películas que Marvel estrena es un éxito rotundo de taquilla, de una manera absolutamente demencial. De hecho, el modelo Marvel terminó siendo tan rotundamente exitoso después de la primera Avengers que rápidamente todas las productoras quisieron imitarlos. Prácticamente todas las megaproducciones que se estrenaron desde el 2012 en adelante intentaron ser “disparadoras de universo cinematográfico”. Creadoras de franquicias y universos compartidos. El competidor más directo, tan solo por una similitud temática, es Warner Bros. Warner tiene en su haber a DC Comics y, por lo tanto, a todos los personajes de la Liga de la Justicia y alrededores. Al día de hoy, diez años después de la primera Iron Man y seis años después de la primera Avengers, ninguna lo logró. O, al menos, ninguna lo logró con el nivel de éxito que lo hizo Marvel.

¿Cómo pasó esto?

Hay una diferencia fundamental entre el éxito (sea comercial o de crítica) entre Marvel y Warner, y es que las películas de Marvel son buenas y las de Warner, no.

Entre las 19 películas que se estrenaron bajo el estandarte del MCU hay, creo yo, dos películas verdaderamente malas: la primera Thor y la olvidada El increíble Hulk, con Edward Norton. Fuera de esos dos casos, las peores películas lo son por poco inspiradas, genéricas o redundantes, pero incluso en esos casos, los personajes están bien construidos. Y ese es el factor determinante.

Orig 505830

Marvel funciona porque tiene un profundo respeto por los personajes que está adaptando. Ese respeto no significa mantener religiosamente características del material de origen ni nada dogmático de ese estilo. Tiene que ver con respetarlos de manera narrativa y cinematográfica. Hay construcción de personaje, conflicto, acción dramática. Hay, además, respeto por el espectador. El cinismo que despliega Warner en su apuro por armar su propio universo compartido inevitablemente se traduce en películas apuradas, desprolijas y brutas. Las películas de DC son, supuestamente, “serias”, intentando emular el tono de la trilogía de Batman de Nolan, pero esa seriedad no es más que una visión adolescente y anticuada de lo que implica que algo sea “serio”. Es una seriedad superficial: es serio entonces no hay chistes, es todo oscuro y la gente no sonríe. La pretensión ridícula de que Warner presenta “qué pasaría si Superman existiera en el mundo real” no tiene sentido porque el mundo real no se ve así y la gente no se comporta así. En el mundo real el cielo es celeste, no está desaturado.

Warner no respeta a sus personajes. Los cree accesorios para hacer una de dos cosas: vender su producto o dar un ¿mensaje? (puaj) sobre algo supuestamente “más grande e importante”. Por ejemplo, Superman, para Snyder, es una constante alegoría a Jesús. Pero eso no significa nada, no construye a Superman ni le provee ninguna característica que lo defina como personaje. Solamente sirve para armar metáforas visuales berretas. A Snyder (y digo Snyder porque es, o fue, el principal motor creativo de Warner) no le interesan Clark Kent ni Bruce Wayne. Le interesa lo que puede decir con ellos y, lamentablemente, lo que Snyder tiene para decir no es ni muy claro ni muy interesante.

Avengers Age Of Ultron Wide

En cambio, a lo largo de diez años, Marvel ha construido un arco narrativo para Tony Stark que es absolutamente coherente con el personaje. En todas las películas en las que aparece tiene un pequeño cambio más, un pequeño desarrollo, afectado por lo que vivió en el pasado y por lo que está viviendo en ese momento dado. Tony Stark no es un medio, es un personaje tridimensional con deseos y contradicciones. La pregunta no parece ser “¿qué puedo decir con este personaje?” sino “¿qué diría este personaje después de lo que vivió?”. La clave fundamental del buen cine es que, si se trabaja el relato, las ideas transpiran naturalmente de él. El relato por sobre la idea y no viceversa. Y el relato es, ante todo, personaje.

Incluso con algunos tropezones, películas más genéricas que otras, algunas más fallidas, otras más logradas, el producto total funciona. Y funciona porque está hecho con respeto y seriedad. Porque esto me parece lo más importante: tomarse en serio algo no implica quitarle color y liviandad. Puede que sea todo lo contrario.

¿Te gustó lo que leíste? Ayudanos con un Cafecito.

Invitame un café en cafecito.app

Comparte este artículo

Otros ArtÍculos Recientes

Enterate de todo...

Recibí gratis todas las novedades en tu correo a través de nuestro Newsletter