Recuerdos mortales no es, precisamente, una buena película. Pero si es una película con el suficiente oficio como para salvar los platos. Ésta opera prima parte de una premisa delirante que mezcla un detective atormentado, Alzheimer, un tratamiento experimental y un caso del pasado. Lo curioso es que todo el dispositivo tiene mucho, también, del cine vueltero de Brian De Palma, en particular de Raising Cain y de sus tramas...