Lo que más impresiona de Camorra es cómo, mediante los recursos menos felices, mediante las estrategias que bien podrían confundirnos y llevarnos a otro terreno, termina por construir un universo voluminoso, sólido, sensible, íntimo pero a la vez público. Esto es clave, entonces: lo que se nos cuenta es la historia pública de la Camorra, pero no su costado policial.