Hold the Dark

Por Carla Leonardi

Hold the Dark 
EE.UU., 2018, 125′  
Dirigida por Jeremy Saulnier
Con Jeffrey Wright,  Alexander Skarsgård,  Riley Keough,  James Badge Dale,  James Bloor

El horror, Otro

Por Carla Leonardi

El plano general nos sitúa en un pequeño pueblo remoto en Alaska. Un niño improvisa en la nieve una trinchera en la cual juega con un soldado, mientras se le aproxima un lobo de apariencia feroz y salvaje. Una mujer joven abre la puerta de su cabaña al hábitat frío y crudo. Su subjetiva descubrirá que el niño ya no está jugando con su soldadito. La voz en off de ella da cuenta de una carta que le dirige a un hombre, experto en lobos, reconocido por un libro que ha escrito, solicitándole que venga a matar al depredador que se llevó a su hijo desaparecido hace 3 días y mientras vemos a este hombre leyendo la carta, sentado en la vagón de un tren. 

Hold The Dark

Con este comienzo el director estadounidense Jeremy Saulnier, presenta la situación y a dos de los protagonistas principales de Hold the dark(2018), su cuarto largometraje. Pero lo interesante es que aunque se da una explicación del contexto de situación, se trata de una presentación sumida en una atmósfera inquietante y marcada por la extrañeza que se apoya en el uso de la música, la oscuridad y la rispidez del clima;  dando ya a intuir que nada de lo que vemos es lo que parece. Se trata de una película compleja, sin ser rebuscada, y que abre diversas lineas de lectura, sin caer en subrayados evidentes. 

Russell Core (Jeffrey Wright) se dirigirá al pueblo de Keelut en respuesta a la carta, ocasión que ve como una oportunidad de acercarse a su hija que da clases en la Universidad de la ciudad cercana. El plano cenital de su auto circulando por la carretera, abriéndose paso entre el paisaje invernal e inhóspito, evoca el comienzo de El resplandor (Stanley Kubrick, 1980), donde el aislamiento se vuelve condición de la locura. Al mismo tiempo en este recorrido de Core ya se presenta a la naturaleza como una potencia hostil, que irrumpe avasallando a lo humano (como lo muestra ese enorme bisonte que se cruza en la carretera). La paleta de colores en gris, verde oscuro apagado y blanco, acentúan el clima de frialdad, ferocidad y muerte que se respira en la naturaleza salvaje que rodea a ese pueblo perdido.

La afligida y frágil joven en apuros Medora Slone (Riley Keough) recibirá al hombre en su casa. Ella le ha pedido su ayuda con el lobo, porque ha quedado sola, mientras su esposo se encuentra en la guerra. Diversos signos de la puesta en escena la cubren de un aura de extrañeza y crean una ambiente de tensión: la enigmática frase sobre cuán oscuro se pone afuera y cómo esa oscuridad invade a las personas, la mención a que conoce a su esposo desde toda la vida, y un raro comportamiento donde luego de darse un baño, se acerque al sillón donde duerme Core con una máscara de lobo cubriendo su rostro y se recueste al lado de ese hombre mayor (que podría ser su padre) y lleve la mano de este hacia su cuello para ahorcarla. Además fuera de la cabaña, observamos la mirada vigilante sobre ambos de Cheeon (Julian Black Antelope), un vecino del pueblo, descendiente de nativos indígenas que ha perdido a una hija por el ataque de los lobos. 

Seguidamente la acción nos lleva a las áridas y calurosas arenas del desierto de Medio Oriente, allí el director nos presenta al esposo de Medora, Vernon Slone (Alexander Skarsgård) como un carnicero que arrasa implacable con el enemigo iraquí, pero que a la vez tiene una moral propia de defensa de la familia. Esto justificará que matará a un compatriota a quien sorprenda violando a una mujer iraquí momento en que desprevenido, será alcanzado por una bala enemiga que, sin causar riesgo para su vida, sellará su regreso al hogar. 

Hold The Dark Jeffrey Wright Riley Keough

Por otra parte, cuando Core regrese de una fallida excursión para localizar y exterminar a los lobos, descubrirá que Medora ha huido de la casa y encontrará en el sótano (lugar en la disposición espacial de la casa que se vincula a los bajos instintos) el cadáver del pequeño Bailey Slone, que Medora decía que estaba desaparecido. Conforme avance la película, el director nos irá llevando a través de diversas pistas, que no son evidentes y hay que saber leer (“Conozco a mi esposo desde siempre”, “Tu padre dijo que eras antinatural”), a cifrar en este niño muerto, la conjunción de la doble vertiente de sexualidad y muerte. 

A partir de aquí con Medora convertida en la principal sospechosa de haber estrangulado al pequeño; la trama (siempre acompañada del recuso narrativo del suspenso y una música acorde a estas intensiones), hibrida acertadamente el policial con el western (que expresa en el choque de valores entre la cultura aborigen y la sajona y en la búsqueda de Vernon de una justicia paralela por fuera del aparato policial oficial) y también con el subgénero de terror slasher.

Llegados es este punto podríamos preguntarnos: ¿es la naturaleza despiadada o ella es la proyección en el exterior de la “animalidad” que anida en el interior del hombre? Esta parece ser la idea con la cual trabaja Saulnier, la cual encuentra apoyo en el hecho de que muchas veces los personajes también visten con colores verde oscuro o con pieles similares a las del lobo, mimetizándose así con el paisaje. El lobo, es un animal que se asocia generalmente a lo salvaje, a la agresividad, pero también es símbolo de poder y de protección de su manada; de esta manera se vuelve apto por sus características es apto para representar aspectos humanos tanto en su vertiente agresiva y sexual, como en sus aspectos sublimados de lealtad y protección. Y será en esta doble vertiente en la que se contextúen las acciones tanto de Medora y Vernon, signadas por esta ambigüedad y amalgama. De esta manera, todo llevará a pensar que la oscuridad que hay que mantener  o proteger (la traducción del titulo sería: Mantener la oscuridad), no se encuentra en el exterior sino que es la que encarna el drama de la pareja protagónica. 

Hold The Dark Wolf And Mask

Pero demos una vuelta más. Aquí no se trata estrictamente de un orden animal, sino de seres hablantes y esto amerita puntuar dos cuestiones. Primero: que hablemos de pulsiones y no de instinto. Core desliza estas frases: “En el orden natural, no hay venganza”, “ Los lobos estaban devorando a un cachorro, es bastante normal cuando lo recursos escasean o hay una tensión, lo hacen para preservar al grupo”. Es cierto, cuando el lobo mata lo hace por instinto de protección de la especie o por necesidad de saciar su hambre. Y del mismo modo, cuando se acopla, lo hace respondiendo a su instinto. El animal no tiene sexo por placer, sino para reproducirse. De ahí que en el ser hablante hablemos de pulsiones y que ubiquemos a la pulsión como perversa por estructura respecto del instinto natural, en tanto apunta a su propia satisfacción y ya no a aspectos ligados a la conservación de la especie. Esta perversión de la sexualidad y la agresividad humanas respecto de la naturaleza, se ve por ejemplo en la excesiva descarga de violencia por parte de Vernon en la guerra y en el baño de sangre que realice Cheoon cuando se enfrente con la policía  y también en el acto de sometimiento sexual del soldado americano sobre la mujer del enemigo y en el incesto fraterno entre Medora y Vernon. 

Segundo: el orden de la cultura. En Las estructuras elementales del parentesco, Claude Levi-Strauss sitúa a la prohibición del incesto como la ley que determina el pasaje de la naturaleza a la cultura ( la cultura se estructura en ese pasaje de un goce total y absoluto a un goce parcial y sublimado) y por ende como aquella que regula las leyes de la alianza que están permitidas en cada cultura. En su estudio de diversas sociedades nativas, Levi Strauss descubrió que esta ley aunque variara sobre quién recaía (en algunas se prohibía el incesto con la madre pero con el padre o entre hermanos estaba permitido), siempre estaba no obstante presente. 

Entonces, representar los actos de Medora y Vernon como pertenecientes a un orden animal y salvaje, es en realidad una lectura realizada desde la cosmovisión occidental para situar el orden de lo diferente, de lo Otro, de lo desconocido. Se trata de la manera sajona de definir ese mundo de los espíritus, de los demonios y los dioses paganos y de la magia, que se contrapone al monoteísmo occidental y al orden racional que trae el progreso y la modernización que es encarnado por Donald Marium (James Badge Dale), el jefe de policía, quien por ejemplo ante Cheeon menciona todas las mejoras de infraestructura que han realizado para los nativos. 

El filicidio de Medora, no deja de evocar el acto de Medea, de quien Lacan dijo que era el acto de una verdadera mujer, siendo lo femenino la alteridad radical por excelencia respecto del orden lógico del falo. El acto de Medora, desde la moral sexual cultural occidental, sólo puede ser calificado como aberrante y anómalo porque pone de manifiesto a una mujer interesada en el goce sexual, y es precisamente esto lo que causa horror. La moral sexual de Occidente es encarnada por el jefe de policía Donald, cuya esposa embarazada (en oposición a Medora), representa el ideal de la mujer en tanto madre.. De este modo, los sajones no pueden, desde su lógica de amo, más que considerar a Medora como  culpable absoluta y digna de la pena de muerte. De esta manera el director visibiliza, la parcialidad de la justicia que al ser impartida por seres humanos, se tiñe de sus prejuicios y creencias y aísla un carozo de  violencia vengativa en el corazón de un sistema que sostiene la pena de muerte. La moral sexual de Medora y Vernon, aunque son gringos, está claramente influida por la cultura de los pueblos originarios del pequeño pueblo en que se han criado. Aunque encuentre una lógica y explicación en las condiciones culturales y familiares que estructuraron su crianza, dando cuenta de un goce Otro que el normativo, quedará profundamente incomprendida y será fuertemente rechazada por la moral que impone el blanco conquistador.

La habilidad de Saulnier a partir del regreso de Vernon de la guerra radica en mantener siempre en la ambigüedad cuáles son sus verdaderas intenciones en la búsqueda de Medora. ¿Quiere cazarla antes que la policía para hacer justicia por mano propia o busca protegerla (y a la vez a ese oscuro secreto de goce que los une) de la violencia de la justicia occidental que caerá sobre ella?

El final revelará esta incógnita y también permitirá entender por qué era necesaria para Medora la presencia de Core y por qué Vernon le perdona la vida. Siendo un experto en lobos, Core aparece como el personaje más abierto a comprender y a dejarse interrogar por otro ordenamiento social y por el goce de lo Otro, y a juzgar sus actos con menor dureza. 

En Hold the dark, Jeremy Saulnier logra mantener al espectador en una atmósfera de extrañeza y suspenso que resultan atractivas, pero a la vez, le permite interrogar la profunda violencia e intolerancia (que no es sino manifestación del horror) que a anida en el interior del corpus social y que se despierta cada vez que se enfrenta a lo desconocido, a un modo de goce Otro, sea ya que éste se encarne en la figura del extranjero o de la mujer. 

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