Jamás llegarán a viejos

Por Rodolfo Weisskirch

Jamás llegarán a viejos (They Shall Not Grow Old)
Reino Unido-Nueva Zelanda, 2018, 99′
Dirigida por Peter Jackson.

Oh, que hermosa guerra!

Por Rodolfo Weisskirch

La magia del cine y la ficción permiten modificar la historia, cambiar acontecimientos, imaginar realidades alternativas. Tarantino asesinó a Hitler dentro de un cine, Ballard escribió sobre el triunfo del Tercer Reich en Estados Unidos. Así también, Cameron volvió a hundir al Titanic, Elizabeth Taylor y Richard Burton recrearon el mito de Cleopatra. La historia siempre se vuelve a reescribir. El cine es una máquina del tiempo que permite que el espectador viva otra época. Pero la ficción genera cierta tranquilidad. Se sabe que lo se ve es una recreación de acontecimientos reales según la perspectiva de un autor. ¿Pero que pasa en el terreno documental? ¿Qué sucede cuando vemos películas como Noche y niebla (Alain Resnais, 1955) y estamos frente a registros reales del Holocausto, de los campos de concentración? 

Musicartsculture Movies1 1 A0380125290Ecaa7

Hay numerosos casos de documentales narrados a través de material de archivo real, que permiten que el espectador se traslade a otro sitio y tiempo, y viva cosas que no están recreadas sino que pasaron realmente y trascienden los libros de historia. Pero posiblemente el caso de Jamás llegarán a viejos es único. Después de varias decepciones en el terreno ficcional, Jackson debuta en el documental, o mejor, dicho prueba suerte con un verdadero documental, ya que tiene un antecedente no muy visto llamado Forgotten Silver, un falso trabajo sobre la vida del primer director de cine neocelandés. Una obra ingeniosa y divertida con un tono lúdico y una creatividad que se extrañaron en la filmografía posterior del realizador.

Sin embargo, Jamas llegarán a viejos, se aleja completamente de cualquier documental bélico hecho hasta el momento. Por un lado, porque solo cuenta con material de archivo. Las imágenes que fueron encontradas por el Archivo Histórico del Reino Unido, y por otro los audios, grabados a sobrevivientes de la Primera Guerra. Son en total más de 60 voces que apoyan el archivo visual mudo.

Stunning New Trailer For Peter Jacksons Wwi Documentary They Shall Not Grow Old Social

El ingenio de Peter Jackson fue no solo encontrar un hilo conductor para que el relato de como fue la Primera Gran Guerra, tuviese una cohesión y sentido, sino que además, volvió la guerra un espectáculo. No le hizo falta contar con un gran presupuesto, pero si un enorme trabajo de post producción, coloreando casi cada cuadro que se ve en pantalla y limpiando los audios para que suenen impecables, encontrando el fragmento adecuado con cada plano filmado entre 1914 y 1918.

Peter Jackson convierte el cine en una máquina del tiempo, y vamos de la mano de testigos en primera persona a viajar a la Inglaterra de 1915. Los primeros 20 minutos son de contextualización de los hechos. Entender las costumbres, la ideología y la razón por la que millones de muchachos enloquecían por viajar hacia territorio invadido. Con un tono solemene pero simpático, Jackson encuentra el idioma justo. Lejos de lo emotivo, cada voz captura la melancolía y nostalgia de una guerra de caballeros. La juventud de entonces no es la de ahora y el concepto de “ir a la guerra” también era distinto. No se trataba de la lucha de la soberanía sino de un viaje rumbo a la aventura.

Mv5Bmtawndc5Mju3Mdjeqtjeqwpwz15Bbwu4Mdi0Otawodyz. V1 Sx1777 Cr001777960 Al

Desde la experiencia en los entrenamientos hasta la convivencia en las trincheras, Jackson en apenas un poco más de hora y media posiciona al espectador entre el horror y la camaradería del conflicto. Poco importan los motivos o quiénes fueron los protagonistas históricos. Estos son los relatos de personas que vivieron una guerra de la que no hay registros precisos. Por eso resulta lúdico y divertido asociar las voces con los rostros que vemos en pantalla, aún cuando sabemos que no guardan relación alguna.

Más allá de lo anecdótico -cómo se comía, cagaba o estornudaba durante la guerra- lo que encuentra Jackson es una idea de supervivencia en equipo a través de relatos individuales. Como si La comunidad del Anillo, hubiese sido narrada por cada uno de los integrantes de ese grupo creado por la imaginación de Tolkien e inspirado en sus propias experiencias en el frente junto a sus compañeros.

La Primera Guerra fue descripta como la más sanguinaria de todas, pero también fue el campo donde se usaron por primera vez tanques y otras armas creadas durante la Revolución Industrial y nunca puestas en práctica. La descripción detallada de como era para esos jóvenes entrar en el estómago de esas bestias metálicas es alucionante.

Jackson no solo se las ingenia para crear un diálogo entre soldados dentro de las películas mismas (usó técnicos especializados en leer los labios) sino que además entiende como narrar, aún no teniendo imágenes precisas y sin traicionar la concepción del proyecto: para describir al detalle una de las últimas batallas utiliza solo ilustraciones de gacetillas de la época. El resultado es magnífico y tan apasionante como ver una de las múltiples batallas de El señor de los anillos

Cualquier director se habría limitado en hacer público este material sin importar demasiado la coherencia de un relato. Pero Jackson vuelve el viaje en algo personal. Su propio abuelo estuvo en el frente, y tuvo primos que fallecieron en la misma contienda. Y aunque puede sonar caprichoso y forzado, se nota que hay algo que une al director con ese material. Un deseo de participar de una batalla verdadera, de viajar al pasado y construir un escenario real.

Hay tanta visceralidad que es imposible no sentir empatía por aquellos pibes que fueron a luchar sin saber lo que era una guerra todavía. Los relatos son crudos, pero Jackson sabe cortar la atmósfera con historias distendidas de salidas y días de descanso, de lo que sentían recibiendo una paga, y en qué lo gastaban. Por momentos el relato se trata más de un coming of age en el campo de batalla, que un clásico relato bélico.

Jamás llegarán a viejos es uno de los mejores trabajos de Jackson, de los más íntimos y cinematográficos. Emotiva, divertida, sorprendente por momentos. Un paseo didáctico, pero a la vez es el diario de 60 personas que vivieron un escenario único. Es una manifestación del lugar del cine como mecanismo temporal para viajar a otras épocas y sentir que se está pisando el mismo lodo que hombres que murieron 100 años atrás. 

¿Te gustó lo que leíste? Ayudanos con un Cafecito.

Invitame un café en cafecito.app

Comparte este artículo

Otros ArtÍculos Recientes

Enterate de todo...

Recibí gratis todas las novedades en tu correo a través de nuestro Newsletter