La estafa de los Logan

Por Hernán Schell

La estafa de los Logan (Logan’s Lucky)
Estados Unidos, 2017, 118′
Dirigida por Steven Soderbergh
Con Channing Tatum, Adam Driver, Daniel Craig, Katie Holmes, Seth Macfarlane.

La anomalía

Por Hernán Schell

No sé si hay muchas carreras más raras que las de Steven Soderbergh. Comenzó su carrera ganando la Palma de Oro en Cannes con Sexo, Mentiras y Video, y haciendo posteriormente la vida de Kafka. Cuando todos pensaban que iba a ser un cineasta eminentemente serio y pretencioso hizo una película como Un romance muy especial con Clooney y Jennifer López y de pronto volvía al prestigio teniendo en el mismo año dos nominaciones al Oscar a mejor director por Erin Brokovich y Traffic. En esos momentos algunos lo llamaban genio y otros -como yo, que nunca me cayó bien Erin Brockovich y detesto Trafic– lo llamábamos chanta, lisa y llanamente chanta.

Logan Lucky Steven Soderbergh Adam Driver Daniel Craig

Cuando todos pensábamos que su camino iba a ir por hacer un cine siempre hecho para los premios sorprendió con una comedia sobre robos orgullosamente frívola como Ocean’s Eleven (que era una remake de una película frívola y menor con el Rat Pack de Sinatra, Martin, Davis Jr. y otros) y era imposible no empezar a preguntarse si esto era lo que quería este tipo realmente. Finalmente, después de más veinte años de estar filmando, después de seguir con la saga de Ocean’s Eleven, después de filmar un biopic del Che Guevara en dos partes, después hacer una cosa extraña como Contagio, de filmar a la actriz porno Sasha Grey en rol dramático, de incursionar en la televisión con The Knick (con una magistral primera temporada y una  decepcionante segunda), después de filmar dos películas sobre un stripper (Magic Mike) y después de anunciar un retiro del cine que nadie nunca se creyó realmente, uno puede ya intuir que lo que Soderbergh quiere es algo tan simple como laburar en lo que le gusta y nada más, es decir. Se trate de series, cine o lo que sea… ni ganar premios, ni tener un universo autoral (el máximo rasgo autoral que le veo a Soderbergh es su gusto por las historias corales), ni tener un gran prestigio, ni ser trascendente. Solamente contar historias en cualquier formato y teniendo muchas veces en ellas varios roles (Soderbergh, como se sabe, muchas veces puede ser editor, director de fotografía y guionista de sus propias películas).

Hay algo que me cae muy bien de esa idea del trabajo, tan sencilla como irresistible y al mismo tiempo particular. No creo que Soderbergh esté ni cerca de ser un genio y no creo francamente que haya entregado nunca una genuina obra maestra  pero creo que no se da muy seguido encontrar a un artesano tan orgulloso de su amor por la artesanía.

Screen Shot 2017 08 18 At 2 40 28 Pm

Por esta propia conexión con lo que creo que es la forma de trabajar de Soderbergh es que La estafa de los Logan me cae tan bien. La película es, ante todo, una película sobre el acto de trabajar, sea esto manejando una grúa de construcción, sea armando explosivos, complots carcelarios o robando el NASDAQ. Y en la película todos los profesionales (desde los criminales hasta un agente del FBI que los quiere buscar) son mirados con respeto mientras que por el contrario el villano es un idiota demasiado preocupado por su ego para manejarse profesionalmente y respetar trabajos ajenos. La película es una suerte de Ocean’s Eleven de la white trash americana (no por nada el título en español busca vincular a la película a aquella saga de las estafas incluyendo esa palabra clave). De hecho, el robo de la película con Clooney y Pitt es mencionado en un momento  y las conexiones entre las dos películas son evidentes. Ambas tratan de grupos de ladrones con códigos, las dos poseen villanos bastante ridículos cuyo ego desmedido sólo es comparable a su torpeza y su incapacidad de ver que pasa alrededor, las dos son películas regodeadas en robos supuestamente perfectos, y las dos están protagonizadas por galanes que son aquí también el cerebro de una organización.

Logan Lucky

Incluso la película tiene algo que tenía la serie Columbo: un ritmo calmado, paciente, en el cual se le propone al espectador ver como el protagonista va tejiendo pacientemente un plan para llegar a un objetivo. Y acá justamente reside una de las grandes virtudes de La estafa de los Logan: en su ritmo más bien lento, relajado, reflejo de personajes, que al igual que Soderbergh, parecen aceptar su diversidad de trabajos más como disfrutables rutinas que como grandes pasiones, pero también personajes que -sospecho que a diferencia de Soderbergh- pasaron por todo (Jimmy es acá alguien que vio como se pulverizaban todos sus sueños de juventud, su hermano y cómplice del robo Clyde es una persona que peleó en Irak y perdió un brazo) pero han sabido convivir estoicamente con esas desgracias.  Incluso esto aplica al mundo carcelario reflejado por Soderbergh. Hay una rara armonía en esa forma que tienen de convivir los presos, en ese director de la cárcel que niega cualquier tipo de disturbio aunque lo tenga en frente (la película logra hacer chistes inteligentes con eso), y en esa violencia que cuando aparece sólo es por cuestiones de organización interna.

Loganluckydad

¿Todo esto suena ingenuo? La respuesta es claro que si, pero es porque La estafa de los Logan se propone, a su modo, claro,  como una película naif y agradable, incluso un cuento de hadas donde todo sale bien y personajes marginados pueden repartir un botín gigante que los salvará de por vida. Sin embargo, que La estafa de los Logan tenga un verosímil ingenuo no la hace necesariamente una película ingenua. En su rara combinación de personajes que pertenecen a una white trash perfectamente creíble, y la imposible circunstancia de todos los hechos, existe la rara tristeza de saber que sólo mediante una ficción altísimamente improbable esos sectores imposibilitados de ascender pueden tener finalmente un final feliz. De esta forma, la película funciona prácticamente como aquellos musicales clásicos de la era clásica de Hollywood: un espacio de pura felicidad, pero también un espacio del más puro artificio, del más puro alejamiento de cualquier realidad. Quizás justamente, de lo que más carece La estafa de los Logan es de optimismo.

¿Te gustó lo que leíste? Ayudanos con un Cafecito.

Invitame un café en cafecito.app

Comparte este artículo

Otros ArtÍculos Recientes

Enterate de todo...

Recibí gratis todas las novedades en tu correo a través de nuestro Newsletter