Plan para Buenos Aires

Por Ludmila Ferreri

Argentina, 2022, 79′
Dirigida por Gerardo Panero

Lo que no fue (*)

Hay pocos casos en el mundo, pocos países que hayan signado su cultura idiosincrática más en lo no sucedido históricamente que en los hechos históricos efectivamente sucedidos como es el caso de la cultura Argentina. Más preocupada por el what if (la fórmula del Qué hubiera sucedido si…) que por los hechos. Más preocupada por el destino manifiesto incumplido que por la triste realidad, la idiosincracia argentina nada podría hacer sin la correspondiente melancolía que la marca a fuego. Pero dentro de la cultura argentina, hay pocos casos en los que la frustración de lo que podría haber sido marque tan fuertemente a un espacio como el caso de la Ciudad de Buenos Aires, ciudad de los futuros que nunca llegaron.

Si de melancolía hablamos, si de proyectos inacabados hablamos, y si de documentales hablamos, no podemos perdernos el breve, acaso algo convencional en sus formas, pero contundente al fin, documental sobre el proyecto frustrado de Le Corbusier para Buenos Aires en tanto diseño urbano. Plan para Buenos Aires narra un pequeño gran cuento moral sobre las ilusiones perdidas que tenemos ya no solo aquellos que alguna vez vivimos o seguimos viviendo en la Ciudad de Buenos Aires. Sino para casi cualquier habitante de Argentina que alguna vez haya quedado entrampado en esa emboscada que es la cultura argentina, que entre las posibilidades de crecimiento que alguna vez tuvo (acaso para convertirse en una potencia económica a inicios de siglo XX) y la miseria arqueológica que podemos identificar hoy (una ciudad con más pasado que futuro, que así las cosas sigue siendo la ciudad más estimulante del país). En ese intersticio entre los sueños y la realidad actual vive este documental melancólico.

La narrativa que oscila entre entrevistas frontales, material de archivo audiovisual y de gráfica puede no resultarnos un aporte trascendental a la historia de las formas y del lenguaje documental (que en este caso es casi televisivo, podríamos decir, cercano a los documentales didácticos), no obstante, en su anacronismo representativo, parece ser consecuente con ese mundo fenecido que narra, un mundo ausente de referencias en el presente, al que nunca se alude pero que se vuelve omnipresente por su inmediata comparación con el pasado…o con el futuro que no fue. Plan para Buenos Aires narra, entonces, la memoria perdida de un país que no fue (el que Le Corbusier imaginó para la Ciudad de Buenos Aires) y de un país que no es (el del pasado arquitectónico). En esa doble imposibilidad, en esa melancolía sangrante viven los mejores pasajes de esta película sobre fantasmas.

(*) Una versión preliminar de esta nota fue publicada en Perro Blanco, Abril de 2022

¿Te gustó lo que leíste? Ayudanos con un Cafecito.

Invitame un café en cafecito.app

Comparte este artículo

Otros ArtÍculos Recientes

Enterate de todo...

Recibí gratis todas las novedades en tu correo a través de nuestro Newsletter