Un nuevo camino

Por Rodrigo Martín Seijas

Un nuevo camino (Please Stand By)
EE.UU., 2017, 93′
Dirigida por Ben Lewin
Con Dakota Fanning, Toni Collette, Alice Eve, River Alexander, Jessica Rothe, William Stanford Davis, Farrah Mackenzie, Madeleine Murden, Shawn Roe, Matty Cardarople, Matt Corboy, Elliott James Thomas Moore, Ana Rey, Mario Revolori, Amy Tolsky

El árbol y el bosque

Por Rodrigo Martín Seijas

En cierta forma, Un nuevo camino repite (o más bien perpetúa) ciertos dilemas que vienen marcando desde hace décadas a una abundante corriente del cine independiente norteamericano que suele transitar un puñado de festivales como Sundance, Austin o Tribeca. Muchas de esas películas alternan entre la voluntad por construir dramones “importantes” (y por lo tanto premiables, lo que implica un acceso a los circuitos comerciales más potentes) y una preocupación más cabal y sustancial por darle cabida al crecimiento de los personajes y sus conflictos. Acá esa tensión se resuelve a medias, dejando al film ubicado en la medianía, en un lugar inofensivo pero también fácilmente olvidable. Si, sale airosa del peligro de ser el golpe bajo del año, construye momentos de honesto humanismo, pero nunca llega a salir de las zonas de confort.

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La película parece ser consciente de los riesgos que afronta, pero no llega a tener totalmente claro cómo hacerse cargo de esos peligros. Y la clave pasa por cómo muchas veces relega los conflictos a favor de los problemas, quedándose con lo superficial en detrimento de los núcleos interiores. Conflicto y problema muchas veces son leídos como sinónimos, pero poseen diferencias sustanciales: mientras los primeros involucran sentimientos y puntos de vista divergentes sobre el mundo o un contexto determinado, los segundos son dificultades o situaciones específicas que generan malestar. Es la distancia que implica observar el bosque o solo el árbol.

Consideremos una cosa: la premisa de Un nuevo camino suponía unos cuantos desafíos bastante difíciles de superar, aunque eso forme parte de la propia elección de la película. El relato se centra en Wendy (Dakota Fanning), una joven que sufre una forma de autismo y que termina huyendo del hogar donde la cuidan, partiendo hacia Los Ángeles –o más precisamente, a los estudios Paramount- para entregar un manuscrito y poder participar de una competencia de guiones de Star Trek que está por cerrar su período de inscripción. Es decir, un tema –el autismo- y una estructura narrativa –el viaje que no solo tiene un objetivo determinado, sino que también funciona como un huida de los afectos- que en conjunto constituyen una invitación al golpe bajo, a partir de las desgracias que podían acumularse, algo a lo que nos han acostumbrado poco saludablemente los telefilms de Hallmark (que hoy son una cosa anticuada y perimida, pero que tuvieron un público potencial durante años).

Hostess Coffee Cakes And Cupcake In Please Stand By

Un nuevo camino pretende describirnos el bosque, pero a lo largo de buena parte del relato lo único que hace es mostrarnos el árbol. Por eso es que, especialmente durante la primera hora, la película parece solo preocupada por acumular trabas de todo tipo en el camino de Wendy rumbo a los estudios Paramount: un semáforo que le dijeron que no debe cruzar; una chofer que la saca de su micro porque está viajando con un perro; una joven pareja que le roba su dinero y su iPod; la falta de medios para cubrir una gran distancia en poco tiempo; y claro, su autismo, que la lleva a relacionarse con el entorno de forma complicada. Todo con un tono demasiado solemne y remarcado, como si el film no se hubiera dado cuenta que el humor y la aventura –aún en medio de las desgracias- puede ser una posibilidad dentro del esquema de una road-movie, que en este caso podría reformular se con el aditamento de un extra: road-movie-con-obstáculos. Algo de esa sensación de cálculo que nos deja todo ese recorrido lleva a que cueste conectarse con lo que se narra. Menos que menos ayuda que Fanning entre en una modalidad actoral que la hace parecer una reversión femenina de Rain Man.

Please Stand By Toni Colette

Por suerte, en su último tercio, Un nuevo camino se acuerda de lo que verdaderamente importa, que es el conflicto de fondo, vinculado a la relación cambiante de Wendy con su cuidadora (Toni Collette, una de esas actrices con volumen que nunca pero nunca nunca están mal), pero especialmente cuando se refiere al lazo interrumpido y resquebrajado que Wendy tiene con su hermana mayor (Alice Eve). Cuando esos otros dos personajes empiezan a cobrar un mayor protagonismo, con sus respectivas subtramas de búsqueda interactuando con la línea narrativa de Wendy, no solo entramos en el terreno de una mayor profundidad, mayor tridimensionalidad, más volumen dramático (que no golpe bajo), sino que hasta eso que antes molestaba como parte de un sistema de postas y obstáculos se difumina en pos de una narración más fluida y honesta. Incluso le da espacio a la comedia, con una breve aparición de Patton Olwalt casi haciendo de sí mismo como un inverosímil pero simpático policía fanático de Star Trek y conocedor del lenguaje klingon.

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