Zack Snyder’s Justice League

Por Varios Autores

EE.UU., 2021, 242′
Dirigida por Zack Snyder
Con Ben Affleck, Gal Gadot, Ezra Miller, Jason Momoa, Ray Fisher, Henry Cavill, Amy Adams, Joe Morton, Amber Heard, Jared Leto, J.K. Simmons, Connie Nielsen, Ciarán Hinds, Robin Wright, Diane Lane, Jesse Eisenberg, Joe Manganiello, Jeremy Irons, Willem Dafoe, Ryan Zheng, Ray Porter, David Thewlis, Billy Crudup, Lisa Loven.

Otra cosa, la misma cosa

Por Ignacio Balbuena, Federico Karstulovich & Rodrigo Martīn Seijas

FK: Finalmente llegó el Snyder Cut. Y todos nos reíamos con ganas esperando que fuera más de lo mismo, ostensiblemente solemne y que eche por la borda los pocos logros que venía consiguiendo DC. En mi caso personal, sin decir que me guste, debo decir que me sorprendió gratamente. No porque me parezca bueno lo que hace ZS, sino porque me parece que efectivamente tenía una idea que Wheddon hizo pelota no adrede quizás, pero si porque detrás tenía un estudio presionando para que Warner entregara una película a lo Marvel. Y el resultado fue este: una película larga, a veces un poco tediosa, pero por lo pronto una película hecha y derecha con personajes que al menos tienen crecimiento y experimentan alguna clase de emoción. No sé si es mucho, pero es un punto de partida. Más cerca de Watchmen? Seguramente.

RMS: A ver, acuerdo y en desacuerdo a la vez. Por un lado, es cierto que vemos un relato, una estructura narrativa relativamente coherente, donde Snyder pone en cuestión un tema que ya había insinuado en El hombre de acero, pero aplicado a nivel coral: estamos ante una historia sobre un grupo de personas lidiando con el legado y los mandatos paternos, maternos y culturales, buscando hacerse cargo de ellos y construir algo propio. Pero el gran problema es que para llegar a eso que quiere contar, al núcleo central del conflicto de los protagonistas, Snyder necesita…¡de dos horas! Síntesis narrativa y economía de recursos nunca, ¿verdad? En esa primera mitad, la película de Snyder se parece bastante a la de Whedon, y solo en su segunda mitad consigue armar algo propio, aunque al precio de delatar de forma mucho más explícita los inconvenientes de fondo del fallido Universo Extendido de DC, que ya se percibían muy fuerte en Batman vs Superman: esto de querer contar un montón de cosas y solo de a ratos conseguir narrar algo palpable. Sí, Cyborg y Flash tienen más espacio y desarrollo, aunque queda claro que necesitaban películas previas para cerrar como personajes. Por el contrario, Batman está ahí solo para juntar a los demás y no mucho más. Y convengamos que este film de cuatro horas podía durar tranquilamente tres: entre las escenas de transición redundantes, la cámara lenta innecesaria y ese epílogo de casi media hora tirando cables hacia futuras entregas (se ve que Snyder entendió mal la lección que dejaba el epílogo de El Señor de los Anillos: el retorno del rey), hay demasiados minutos de más…

IB: Indudablemente estamos ante un producto superior y con una idiosincrasia propia. La versión anterior de la liga era un pastiche incoherente mezcla de algo de Snyder, un Joss Whedon en piloto automático y la intervención de un estudio tratando de pivotear la dirección estética propuesta por Zack Snyder. Ahora tenemos esta suerte de versión original restaurada, que obviamente no lo es tanto. Es más una mezcla de circunstancias inusuales, desde el conglomerado Warner haciéndole claso al clamor que los fans que pedían el #SnyderCut, hasta la necesidad de HBO Max de tener contenido originales. En ese sentido, metieron dos pájaros de un tiro y crearon/impulsaron la narrativa de la nueva versión de la Liga. Pero creo que todos sabemos que Snyder nunca pretendía, más allá de su visión bombástica, violenta, épica y solemne, lanzar una película de cuatro horas en el cine. Así que esto realmente, más que un director’s cut genuino, es un primer corte de edición con música, corrección de color, y efectos especiales. En ese sentido es casi un interesante experimento formal, ya que en general nunca vemos a las películas en este estado, con todo el metraje íntegramente utilizado sin consideración alguna de si lo que se ve está al servicio de la trama o los ejes temáticos. Y es que a pesar de durar el doble de su antecesora, la película es esencialmente la misma. En una nota de Polygon que leí hace poco leía que muchos directores añaden en sus director’s cut texturas nuevas, detalles que enriquecen y complementar. Zack Snyder no, simplemente pone más de lo mismo. Más monstruos conquistadores con voz gutural, más escenas en slooooooowwwwwwwwwww-mooooootioonnnnnnnnnnnn, más violencia, como en la escena de Wonder Woman abatiendo terroristas en el banco, donde se ve claramente como a uno se le rompe la cabeza dejando una mancha de sangre en la pared, o como básicamente vaporiza a uno de los criminales con el ataque de las muñecas cruzadas. Después por supuesto, se da vuelta y le sonríe a una niñita, lo cual genera una incongruencia tonal hermosa. Por supuesto no podría decir que estamos ante una película ”buena” en el sentido convencional. Nada acerca de esta película lo es. Jamás le recomendaría a alguien que no sepa quién es Zack Snyder o qué es el Snyder Cut que se siente a ver 4 horas de maximalismo sepia con monstruos de calidad de cutscenes de playstation 3 buscando McGuffins espaciales mientras un grupo de 6 héroes emo con daddy issues buscan revivir a Superman. Pero la verdad es que yo me junté con dos amigos ”del palo”, destapamos un par de birras, charlamos encima de la película. Y en ese plan, la disfrutamos.

FK: Sin dudas vamos a acordar en la cuestión de la duración desmedida, pero déjenme plantear una idea. No se les ocurrió pensar que la apropiación de HBO, la construcción mediada por episodios y la necesidad de armar los arcos dramáticos de personaje habla menos de una película que de una temporada televisiva con siete episodios de casi 40 minutos de duración cada uno? Desde esa perspectiva (imposible de llevar a cabo con esa periodicidad ya que HBO le habría boicoteado la viabilidad del proyecto por completo) el asunto cambia, porque en alguna medida esa extensión es demandante de otra clase de tiempos y procesos. Y en todo caso estaríamos hablando de una serie con los tres o cuatro primeros episodios con problemas de conexión emocional y de los últimos tres con una mayor tendencia al orden, con un payoff atendible y con una mínima apuesta a futuro. El problema, como siempre, es Snyder y sus pretensiones. Pero también la viabilidad de cualquier proyecto que se piense en estas condiciones de grandilocuencia. En ese punto, inclusive, el experimento que supuso WandaVision sería intolerable en cine si nos encontrásemos con una película de 6hs, pero en televisión algo de tosa esa experimentación se nos vuelve tolerable. Desde ese costado de experimentar con mi cabeza de espectador es que me propuse pensar al Snyder Cut: como una serie fallida, como una película grandilocuente. Si a ambas cosas. Pero también con un mundo con mayor coherencia interna que el que vimos en la versión del ghostdirecting de Wheddon. Por eso me parece que el recorrido, cuando menos, comienza a delinear personajes con mayor amor. El tema es que es un camino sin salida, porque, hasta donde sé, al menos, Snyder no va a volver para desplegar el DCU con sus reglas. Esto era una suerte de vendetta personal. Entonces la pregunta es esa: el Snyder cut es otra mancha más al tigre mutante de los productos de DC en Warner? En parte concuerdo y no con lo que dice Nacho. Hay diferencias, que todos podemos observar. No se trata de una película igual. Creo que lo que dice Nacho, en todo caso, apunta a que no pareciera que estuviéramos frente a una especulación futura. Por eso no hay enriquecimiento en lo que hizo. En todo caso hay un acto reparatorio. Indistintamente creo que el disfrute (solo, con amigos o en mi caso con mi novia, con quien la vimos en tandas, como si se tratara de una serie, tal como dije antes, lo que la volvió más tolerable, pero seguramente esto que digo atente contra la sacrosanta ley de la cinefilia de ver las películas completas y no andar particionándolas) excede la cuestión de la espera y la necesidad de hacer la tabla comparativa (quién está, quien no, quien es reivindicado, etc: la lista incluye al mismísimo Darkseid, a Martian Manhuntter, a los green corps de Linterna Verde, al investigador que será el futuro Átomo, al Guasón de Jared Leto y a algunos otros menos conocidos). El disfrute, estimo, tiene que ver con la sensación de haber presenciado una propuesta de mundo completa. Y eso que Snyder hace rato que no es de mi agrado. Pero en la versión de 2017 de Justice League se notaban todos los emparches. Si esto hubiera pasado con Wheddon y las primeras Avengers también me hubiera gustado ver lo que había quedado fuera. Al final de cuentas los fracasos nos gustan porque nos obligan a volver sobre lo que alguna vez fue. Bueno: JL 2021 es el DeLorean de Snyder.

RMS: Concuerdo en todo lo que dicen y al mismo tiempo no. Especialmente con la figura del DeLorean. Me explico: indudablemente, Snyder usa a este corte suyo con esa intención, busca saldar cuentas no solo con Warner, sino también con él mismo. En toda esa historia de hijos con padres y madres ausentes o distanciados hay como una especie de reparación que Snyder quiere construir en relación con el suicidio de su hija. O por lo menos se puede interpretar de ese modo. El problema es que el DeLorean realmente cambiaba las cosas, alteraba el pasado y con él el presente. Acá no: no hay futura trilogía de Liga de la Justicia, ni enfrentamiento con Darkseid, ni Batman contra Deathstroke, etcétera, etcétera. No hay reparación posible, lo único que tenemos es un ejercicio nostálgico por lo que no fue y podría haber sido: es como esas películas que dejan todo abierto para una posible secuela, pero como fracasan, no se hace, aunque acá es un ejercicio hiperbólico, porque ya todo sabemos que no va a pasar. Y del mismo modo, lo podríamos pensar como una temporada televisiva…excepto que te lo quieren vender como cine, por más que su estructura estirada y explicativa al extremo van en sentido contrario. Y lo podemos disfrutar en plan autoconciente, charlando mientras vemos casi de costado lo que pasa, pero eso tampoco es cine y ni siquiera es streaming o televisión episódica, que aún desde su situación doméstica puede capturar tu atención. Creo que toda esta movida del #ReleaseTheSnyderCut, las idas y vueltas del proyecto, HBO Max, los 70 palos gastados, ese acto revanchista y a la vez complaciente con los fanáticos, nos hace perder de vista que deberíamos estar hablando de cine, de si estamos ante un film sólido, con una construcción consistente, o no. Y la verdad que repienso mínimamente esto, esta creación arbitraria, fea visualmente, redundante en sus diálogos y que dura cuatro horas pero deja personajes a la deriva, y no sé cuán diferente es de, por ejemplo, El código Da Vinci.

IB: Contestando un poco lo que mencionan ambos, en relación al carácter episódico/televisivo/híbrido de esta versión de la liga y de como estamos hablando más del contexto que del cine en sí. Puede ser que la conversación (para nosotros y en general) esté focalizada en todo el contexto que rodea a la película y hay poca conversación del material en si. De la forma de filmar de Snyder, de lo que intenta contar en la película. Y aunque como dice Rodri, en esta nueva versión emerge de forma más completa todo el tema de las figuras paternas ausentes, los mandatos familiares y ancestrales, y una ambiciosa voluntad de construir una saga, la otra conversación prevalece, la de la guerra del streaming, los fans logrando sus intenciones, HBO Max, el ”contenido”, Scorsese opinando si las películas de superhéroes no son cine, y mil cosas más. Hoy, esta película en particular, es inseparable de todo eso, para bien y para mal. Y como dije antes, pensar la película en sí aislada de su contexto y considerándola como un sistema cerrado (o que dialogue con el resto de la filmografía en todo caso) es un ejercicio difícil porque es una película rarísima, un bofe monolítico de 4 hs tonalmente plano producto de ser constantemente una serie de money shots en cámara lenta. Y a la vez como toda saga de superhéroes, es un trailer / ad reel para siguientes películas, tal como proponen los créditos de la pesadilla con superman malo, con ese batfleck diciendo ”I will fucking kill you” al Joker de Leto. Es decir, más allá de que Snyder haya tenido acá la posibilidad de manifestar una parte de su visión completa para el universo DC, muchas veces realmente es una visión sin interés. O por lo menos con un entendimiento pobre o extraño de los personajes. Y ni siquiera al servicio de una visión del mundo personal e idiosincrática como, no sé, el Burton de Batman Returns. Zack Snyder está más cerca de un Todd McFarlane en ese sentido. Y volviendo de nuevo al contexto, ojo, no estoy tan seguro de que las secuelas snyderianas no vayan a materializarse jamás. Cuando el movimiento #ReleaseThe SnyderCut apareció, no parecía más que el delirio colectivo de un grupo de noños grandes. Y hoy tenemos estas cuatro horas en glorioso 4:3 en un servicio nuevo de streaming. No me extrañaría que los fans empiecen a agitarla para que se hagan las delirantes secuelas. Y si esto pasó, no veo porque eso no podría pasar, haciendo una simple extrapolación lógica.

FK: Bien. Me gustaría retomar ambas cosas que dicen. En efecto es cierto lo que dice Rodrigo. Es una revancha personal pero hasta ahora, al menos hasta ahora, el futuro no cambió. Excepto que, como dice Nacho, los fans logren quebrar ese destino de fracaso que parecía tener todo esto y el snyderverse reviva de algún modo. Por otro lado es entendible lo que dice Rodrigo: estamos ante una película innegablemente mediocre, que en otras circunstancias y sin este circo previo no nos sacaría más que irritación. El problema es que es muy dificil esa separación contextual. Es como si en el fondo no dejáramos de hacer crítica “cultural”, como si el cine quedara en segundo plano. Y dese esa perspectiva es cierto: hay alguna diferencia con los tanques grandotes que aplastan todo? El problema es que cuando se estrena Avengers: Endgame estaban estos temas pero también habīa una pelīcula. Una buena, para mi. Creo que en este caso hay que evaluar si estamos ante un producto respetable. O ante otra gran operación de prensa y nada más. Yo considero que solo puede evaluarse positivamente (tampoco tanto) si se pone de relieve lo episódico. Caso contrario es una película grande, estirada, con serios problemas de empatía, con un personaje desaprovechado como lo es Batman y con muchos automatismos que hacen que no le creamos mucho el componente de la lectura de los arcos dramáticos de personajes que no nos importan mucho. Insisto con lo mismo que dije sobre la versión Wheddon: no se puede pretender empatía en una película cuando en Marvel se tomaron unas 10. Ahora bien: la cuestión es esa, si hay futuro para esto. Mientras tanto el cine sigue su proceso de concentración. Las salas están abarrotadas de películas grandotas. Pero a diferencia de Endgame aquí no veo mayores ideas. Lo que si hay es un componente nostálgico, de grupo: quién (que se encuentre entre los 30 y los 40 años) no quiere ver a los superhéroes de su infancia (vamos, que los de DC eran los que conocíamos y los de Marvel quedaban en segundo orden) en live action? Bueno, volvemos a lo mismo: hablamos de un mundo de posibilidades, de un consumo etario y nos olvidamos del cine. Más la pienso y más viejo me siento, incluso sin pertenecer a ningún grupo de geeks ni fanáticos. Indistintamente: hay una mejora respecto de la primer versión? Si y no. Hay futuro? Si y no. Hay cine? Seguramente no.

RMS: En todo lo último que están diciendo acuerdo definitivamente. Lo que dice Nacho respecto a la posibilidad de que se resucite el Snyderverse es tan cierto como inquietante. Ahí es donde veo un cine tomado por los fanáticos, y digo fanáticos en el peor sentido, en ese donde la necesidad de pertenencia anula toda capacidad de razonamiento. Frente a esto, igual todavía tenemos a Marvel que ha sabido construir cine y televisión con una mirada propia, e incluso films de DC que me han gustado más o menos -Aquaman, Guasón, Shazam- que se han hecho con sentido narrativo, con algo más que la prepotencia fan-friendly. Eso me da un poco de esperanza, pero no esta Liga de la Justicia.

IB: Bueno, un panorama pesimista: una película que pretende restaurar una visión completa y ordenada de un mundo con una enorme riqueza pero que se queda corta (irónicamente en 4 horas), un producto sintomático de varios males de la industria del cine y el entretenimiento de hoy. Acaso el único rayito de esperanza que se asoma es que a pesar del cinismo con el que pueda abordar y leer este artefacto rarísimo que es la nueva liga, me parece que está hecha desde un lugar honesto y entrañable. Ese agradecimiento a los fans, esa dedicatoria a la hija, incluso las varias torpezas narrativas hacen de Zack Snyder’s Justice League algo difícil de odiar. La verdad que un poco me encariñé con todo el asunto. Y les aviso que sale una versión más, en breve tendremos una versión en blanco y negro con algún que otro material nuevo. Es como el conejito de duracell este Snyder. Sigue y sigue y sigue….

FK: Me doy cuenta que comencé la conversación con algo parecido a un leve entusiasmo. Y tomo conciencia que a veces escribimos llevados por la marea de ideas inmediatas. Más pasa el tiempo y más decanta todo esto. Y ese entusiasmo inicial creo que era emergente de otra cosa. Eso también es parte del ejercicio de la crítica. En este sentido también me doy cuenta que debe ser uno de los casos en los que menos hablamos de cine y más hablamos del aparato de prensa, de la instalación de la película y otros aconteceres. El entusiasmo infantil también es una forma de dejar pasar las cosas. Y que el tiempo nos pase rápido es una manera de no aceptar que nos estamos poniendo viejos. Habrá que ver qué pasa con este cine-nave nodriza. Y si esto no va a convertirse con el tiempo, también, en un problema grave.

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