Clementina

Por Luciano Salgado

Argentina, 2022, 109′
Dirigida por Constanza Feldman y Agustín Mendilaharzu
Con Constanza Feldman, Laura Paredes, Juan Barberini, William Prociuk, Bárbara Massó

Quedate en casa

Pergeñada, inicialmente al menos, como una serie Web en breves episodios, la invención de Mendilaharzu-Feldman demuestra una elasticidad infrecuente: se adapta al formato Web como cinematográfico sin inmutarse, acaso por la decisión de trabajar una estructura episódica (pero distinta a los episodios de la serie que circuló durante el último tramo del DISPO). Clementina tiene una planificación endiablada, geométrica, donde cada detalle se esconde detrás de un falso registro cotidiano.

El encuentro entre el registro casero de la vida en pandemia (algo que de hecho no deja de tener algo de verdad: la película fue realizada en plena cuarentena durante 2020) y el artificio llevado a los aspectos más microscópicos es uno de sus mayores aciertos porque nos hace vivir en ese intersticio incomodo. Acaso sea por eso que el virtuosismo formal que exhibe sea discreto, como el modo en el que manifiesta el dolor, la angustia y la soledad de cada uno de sus personajes, envueltos en el vacío arbitrario de una cuarentena absurda.

Las decisiones formales que operan detrás de las ideas de Clementina, desde el sonido-trabajado con una minuciosidad infrecuente para el cine argentino-, hasta el montaje -el modo en el que son trabajadas las elipsis en la película supone una caja de sorpresas que desarticula la habitualidad perceptiva del espacio del hogar, acaso consecuente con el cambio perceptivo que la misma cuarentena generó sobre las personas en relación a sus hogares-, desde las actuaciones (siempre distanciadas de cualquier forma de realismo cotidiano) hasta la configuración escenográfica, que reinventa los departamentos, los arreglos y las mudanzas de una pareja de clase media para convertir lo normal en una narrativa sobre la ausencia de futuro.

Sin la menor bajada de línea visible, Clementina es, sin lugar a dudas, la película definitiva sobre la cuarentena en Argentina. Como es de preverse, una lectura política que pasó por debajo del radar, en particular para un mundillo audiovisual propenso a silenciarse selectivamente frente a ciertos gobiernos.

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