#Anti-Diálogos: Yo, Daniel Blake

Por Federico Karstulovich

Yo, Daniel Blake (I, Daniel Blake)
Reino Unido-Francia-Bélgica, 2016, 100′
Dirigida por Ken Loach.
Con Dave Johns, Hayley Squires, Dylan McKiernan, Briana Shann, Kate Rutter y Sharon Percy.

Jugar para la tribuna

Por Cecilia Martinez & Federico Karstulovich

 

FK: Qué película vende humo y canalla que es esta. Tribunera, demagoga, pero al menos con un rasgo redimible: tiene un humor kafkiano que cuando le sale (no más de 5′) se disfruta.

CM: ¿Cuándo es que le sale? Daniel tiene cara de que se está medio cagando de risa todo el tiempo a pesar de todo lo que le pasa. Pero no me acuerdo las escenas de humor. ¡Ah, sí!: cuando lo deja en espera 45 minutos un contestador de un organismo público. Ahí hay humor por identificación. A todos nos pasó alguna vez eso; o lo del CV cuando lo quiere cargar y le tira error. A mí no me disgustó tanto cuando la vi; con los días me fue pareciendo mala, especialmente por el final.

FK: Es que su mayor problema es que aquello que pudo ser una comedia termina convertido en una tragedia asquerosa, que nunca te avisa…

CM: El final es una traición absoluta. Yo que el actor, lo cago a trompadas a Loach.

FK: Es despreciable lo que hace con personajes queribles. Hubo una película reciente de Loach llamada La parte de los angeles. En ella se respetaba el humor y se quería a los personajes…

CM: Además… todo este calvario para que después me hagas cagar fruta de un bobazo en un baño público??? Nahhh querido: así naaah.
No me lo esperaba eh. Pensé que iba a tener final feliz. Pero no, como el viejo de acá del ANSES: “La desidia e hijaputez del gobierno neoliberal te termina matando”. (Por qué te suicidas a los 92 años?? A vos te parece? ya estás a un pasito del harpa.)

FK: Volvamos a la película. El problema es que hay toda una estructura de comedia que pide gag. Por eso es doblemente traidora.

CM: ¿En qué sentido doblemente traidora?

FK: En que acá traiciona a su propia lógica y a sus personajes por completo.

CM: Si, pero acá hay urgencia por la denuncia.

FK: Un cine de la crueldad pero con presunta conciencia social. Que se vaya a la concha de su abuela.

CM: Pero creo que tal vez el mensaje, para “algunas gentes” es más eficaz así. Ojo, que yo estoy de acuerdo con la mierda de la burocracia y bla. Pero le podía dar otro final a su personaje. Igual, la canallada más grande de todas es la escena en el banco de alimentos. Y es la q señalan la mayoría de las criticas como “la escena fuerte y conmovedora”.

FK: Es que ese es el punto: tenés mil ejemplos en los que podés criticar a la burocracia del estado sin por eso hacer tamaña hijaputez.

CM: La escena esa es tremenda, pero en el mal sentido. Primero: la gorda canuta que nunca le ofrece un plato de comida! Dale, gorda, largá el morfi! La piba muerta de hambre y le da pañuelos y agua. Really?

FK: Un ejemplo de denuncia: En La noche del señor Lazarescu, la rumana, pasaba algo similar, pero no había abandono. Acá Loach abandona a sus personajes al igual que el estado que debía protegerlos

CM: Claramente no vi esa rumana que decís. Volvamos a la de Loach y a la escena de la lata.

FK: Mirala. No todo es cine americano de los 70s, Ceci

CM: Ok. Segundo (siguiendo con lo de antes sobre el personaje de la madre): andá al baño y clavate un par de latas y unos panes, no delante de todos para dar lástima. Esa es la escena más tribunera de todas.

FK: Eso. El modo es bestial, como si no la hubiera humillado bastante, elige humillarla más, encima la somete a eso. Es la escena de “el neoliberalismo nos está matando”. Y es el estado presente, precisamente por lo elefantiásico, lo que mata a los personajes.

CM: ¿Por qué estado presente? ¿Por el banco de alimentos?

FK: El estado presente por las políticas de cobertura. ¿No viste que son dos cosas distintas? Una es una suerte de seguro de desempleo, el otro es un permiso laboral. Cambia.

CM: Es un estado totalmente burocratizado, donde para acceder a eso tenés que atravesar mil pasos y etapas y nadie te ayuda.

FK: El tipo que lo quiere emplear le dice que le da vergüenza, que pensaba que Daniel era un hombre de trabajo y no un vago.

CM: Hay asistencia, ok, pero para los obreros clase media baja no computarizados es cuesta arriba. Es que, por un lado, no puede laburar porque no llega por 3 puntos al seguro de desempleo, y, por el otro, tiene que buscar trabajo pero demostrar que no consigue. Una guachada.

FK: Justamente. Estado burocratizado es estado elefantiásico, el opuesto al neoliberalismo, que es la ausencia misma del estado o su reducción a la escala mínima. Me encanta cuando se aplican categorías a lo bestia.

CM: Yo no dije neoliberalismo. Dije un estado que termina dejando a los necesitados para que se las arreglen solos.

FK: Ya sé que vos no, sino varios críticos. Igual es más aburrida la película de este señor que no ha cambiado un puto elemento de su cine en cuatro décadas.

CM: Por eso las escenas memorables son las del grafiti y la de la mina en el banco de alimentos. Amarillismo. El resto, blee. Creo que va a seguir haciendo lo mismo hasta que se muera este Loach. O quizás se suicide en un organismo público to make a statement.

FK: Bueno, no volvamos a lo de suicidarse en organismos públicos que van a salir las orgas a decir que defendemos al neoliberalismo por no gustarnos esta basura de Loach

CM: …

FK: Lo del grafiti también es de un tribunerismo atroz. Me sentí en 1984 con esa escena. Nació vieja esta película

CM: Ojo que es un pobre tipo que no maneja la pc pero sí el grafiti.

FK: Tiene alto control del grafiti. Yo no podría.

CM: Y me mata el uso de los primeros planos, esos que lo muestran a él sonriendo, siendo buena onda con los negros del barrio. Con esa expresión de entre buenazo y boludazo, un tipo simple. Como para remarcar más la idea: él no se lo merece.

FK: Es que el tipo sí es querible.

CM: A mí me dio paja él un poco.

FK: Pero es querible al fin. Es empático.

CM: Es querible porque la nena negrita lo quiere. Y es lo más esa nena. Y él le hace las garchas esas de madera. El típico viejo “sencillo y humilde” que no sé si querrías tener de padre.

FK: Sep. Igual el inicio tiene un grado de patetismo que te anuncia: o es un retrasado mental o es muy sorete el guionista.

CM: ¿La pantalla negra con la voz del contestador?

FK: Sí. El inicio. La entrevista.

CM: La vi sin subtítulos hasta la mitad. Les entendí la mitad. Otro vicio de Loach: “dejemos los dialectos originales así da más real”. Abrí la boca, viejo choto, no te entiendo!!!

FK: Sep. Fuckin dialectos. Pero no te quejes, sos traductora. El de Loach es un cine que de tan viejo me hace acordar a las películas alegóricas de Pino Solanas en los 80’s/90’s. Pero sin la alegoría. Pero volvamos, no nos dispersemos y vayamos a otras cuestiones: hablemos del final en sí.

CM: Una hijaputez.

FK: Qué turrada matarlo antes de la sentencia. Dale. Me jodés. Es de un sadismo que no recordaba ni en Iñárritu.

CM: Sí, sí, mucha saña. Dale algo de redención. Al viejo y a la chica.

FK: Biutiful (Alejandro Gonzalez Iñárritu, 2010) es los Teletubbies al lado de eso.

CM: Pasa que Loach te la dibuja de algo más ligero. Iñárritu te tira toda la carne al asador de entrada. Este (Loach) no te diste cuenta y te la puso, con vaselina, tranca.

FK: Es la idea del cine testimonial: en camino del testimonio te hacen pelota el cerebro “porque pasa en la vida real”. ES UNA PUTA PELÍCULA, tené ética, hermano.

CM: Pará: Y ella cuando se prostituye? Ay pobre…cómprenle un camisolín!

FK: Pará, volvamos al final. Y que la empleada del estado esté ahí? A qué viene? Otro componente culposo de clase…

CM: Yo pensé que le iba a arrimar el bochín a la vieja en algún momento. Pero no. De copada nomás fue al funeral.

FK: No es de copada. Es el símbolo del estado culposo. Son todos estereotipos pero te hablan de realismo documental.

CM: Es que hay algo en los registros actorales. Como que están bastante contenidos. No hay sobreactuación ni nada desmedido. Es todo justo, onda actor no profesional que funciona. Eso para mí le sale bien.

FK: Es extraterrestre para nosotros, que vivimos en un país en donde el estado es una estructura vacía o a vaciar. Esto, a diferencia del feudo (del que ojalá alguna vez salgamos) es white people problems

CM: white people pero de clase media-baja. Y la gente que trabaja en los márgenes para sobrevivir. Lo de los negros tiene más que ver con una cuestión de mostrar cómo se la rebusca cierta clase que está excluida del circuito económico. Y que entre ellos sí existe la camaradería que no viene del estado.

FK: Yo la vi en Village Recoleta, con gente que no tiene nada que ver con el personaje. Se fueron tranquilos. La indignación por los horrores del mundo queda afuera. Dame cine político que me afecte, no esto.

CM: Sí, es tranquilizadora la sensación de indignación. Aun más cuando se la hace visible en las redes, después, cada uno sigue con su vida, obvio.

FK: A mí El otro hermano, la de Caetano, me hizo mierda: ahí está el estado vaciado, la matufia de lo paraestatal y la sensación de lodo. En esta no. Tengo miedo de volver a ver otras películas de él, ahora.

CM: No son tan canallas. La parte de los ángeles es amigable.

FK: Es la mejor de los últimos 20 años. Pero si no hay que ir a buscar a las de inicios de los 90’s, aunque ya me hartó. Dame Frears, dame Boyle.

CM: Bueno. No sé si fue muy interesante. Vos fijate. No tengo mucho más que decir. Lo mío es conversación de cafe, eh.

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