El hijo

Por Raúl Ortiz Mory

The Son
Reino Unido, 2022, 123′
Dirigida por Florian Zeller
Con Hugh Jackman, Zen McGrath, Vanessa Kirby, Laura Dern, Anthony Hopkins, William Hope, Akie Kotabe, Danielle Lewis, Nancy Baldwin, Reza Diako, Julia Westcott-Hutton, Rene Costa, Kenny-Lee Mbanefo, Patrice Bevans, Hugh Quarshie, Joakim Skarli, Isaura Barbé-Brown, Erick Hayden

En nombre del padre

Si entre el reparto de una película se encuentran Hugh Jackman, Laura Dern y Anthony Hopkins al menos podríamos pensar que sus interpretaciones le darán un óptimo vuelo dramático a la producción. Así estén dirigidos por un realizador novato o alguien que todavía no encuentra su lugar en la industria. Sin embargo, entre los problemas que tiene El hijo, el último trabajo de Florian Zeller, no es el esfuerzo actoral de estos experimentados exponentes lo que falla, sino es el desdibujamiento o poco desarrollo de sus personajes lo que destruye cualquier intento por narrar una buena historia. Es decir, El hijo arrastra errores originados en la concepción de un guion paupérrimo. 

En 2021, Zeller dirigió El padre, obra que cosechó elogios, en gran medida, gracias al trabajo de Hopkins (alcanzó los premios Oscar, Bafta y el Globo de Oro en la categoría de Mejor Actor) cuando encarnó a un anciano que ve trastocada su vida a causa de un progresivo deterioro mental y recurrentes pensamientos existenciales. El hijo-que funge de precuela- también explora las relaciones filiales y los trastornos psicológicos, aunque con una complejidad más convencional que no influye en el estilo narrativo, algo que sí se aprecia en la ópera prima del cineasta francés. 

Peter (Jackman) es un prestigioso abogado que vive las mieles de una segunda paternidad junto a su nueva pareja, Beth (Vanessa Kirby). Su carrera profesional pasa por un momento crucial. Está cerca de convertirse en asesor de un político influyente. Un día, su primera esposa Kate (Dern) aparece con Nicholas (Zen McGrath), su hijo adolescente, para pedirle que se haga cargo de este último por una temporada. Sin embargo, el muchacho no llegará solo: el desinterés por el colegio y una profunda depresión lo acompañan desde hace cierto tiempo.   

Si bien la premisa no es nueva, sí es atractiva en el sentido de los matices dramáticos que puede ofrecer la relación entre un padre y su hijo agobiado. Lamentablemente, Zeller nunca pone el foco en el asunto central ni tampoco le da la cobertura necesaria para hacernos creer que estamos ante una tragedia familiar donde cada integrante depende del otro para edificar una historia de paralelismos afectivos o ayudas complementarias. En El hijo todo es muy disperso. Las dimensiones argumentales parecen superpuestas y faltas de armonía, lo mínimo que exige una buena narración. 

Además, Zeller carece de pulso cuando intenta controlar con sus figuras protagónicas. La multiplicidad de reacciones emocionales que tiene, por ejemplo, Jackman lo coloca en una situación impredecible más cercana hacia una personalidad forzosamente inestable, casi maniático, que a la de un hombre atribulado por sus problemas familiares. Se puede entender que Peter no tenga el tacto para comunicarse con su hijo y eso lo frustre, no obstante, su manera de resolver la distancia amorosa lo pinta como un hombre mecánico y falsamente preocupado. Nuevamente, el guion se hace añicos.   

El oficio mostrado por Zeller en El padre queda denostado por la falta de profundidad que encierran los personajes de Jackman, Dern y McGrath, todo lo contrario al trabajo desplegado por Hopkins en la película anterior. Las reflexivas introspecciones del maduro actor en El padre (que ayudan a conocer  las motivaciones, toma de decisiones y consecuencias de sus actos) se enfrenta a la superficialidad y la desorientación que adquieren las creaciones humanas mostradas en El hijo 

Sin ser lo peor a nivel narrativo, Zeller se apoya demasiado en su experiencia como dramaturgo -sus dos películas se basan en sendas obras teatrales suyas- que acartonan su propuesta, desestimando la libertad creativa de la cámara o de la edición. En cierto sentido, lo nuevo de Zeller es lo más parecido a un hijo malo que no sigue las enseñanzas de un buen padre.

¿Te gustó lo que leíste? Ayudanos con un Cafecito.

Invitame un café en cafecito.app

Comparte este artículo

Otros ArtÍculos Recientes

Enterate de todo...

Recibí gratis todas las novedades en tu correo a través de nuestro Newsletter