EL CLUB DE GROUCHO MARX
El panorama se pone espeso. Desde hace mucho tiempo la corrección política no hace otra cosa excepto ganar espacios. Y con esa avanzada perdemos todos. El mundo de películas como Starship troopers o incluso películas como South Park:longer, bigger and uncut parece cada vez más lejano en el tiempo e imposible de existir hoy por hoy (si, pasaron más de 20 años para una y casi 20 para la otra). En la avanzada neopuritana se arrasa con un ingrediente propio de toda sociedad democrática en la que la coexistencia es la única manera que tenemos para vivir. Hablo de la ironía y el sentido del humor como modo de interactuar. La ironía no es cinismo, sino un medio para reconocernos mutuamente sin andar a los bastonazos en una sociedad policial plagada, actualmente, de censuras explícitas y autocensura previa. La ironía permite relajarnos porque para el ironista ni todo es tan sagrado ni tan definitivo ni tan concluyente, sino que la ironía permite ser plásticos y discutir los límites de lo posible.
Por estos días la ironía es un valor casi extinto. En reemplazo, la literalidad se impone de maneras imprevisibles, no dando lugar a segundas, terceras o cuartas lecturas. Lo que ves es lo que es. Y como no existe el pie a lecturas alternativas lo que queda es la supervivencia que demanda el show-off, que no es otra cosa que la exposición histérica del carnet de corrección política. Hoy el mainstream está cada vez más plagado de correctos y más ausente de riesgos.
Pero como dijimos antes, si solo fuera un problema de corrección y de alumnos aplicados de la escuela PC de polítical correctness, el asunto se limitaría a un hecho aislado, a una curiosidad casi antropológica. En cambio lo que está sucediendo ahora es peor. Y no, no hablamos de las denuncias públicas (sin su correlato judicial en muchos casos, con la gravedad que ello implica) contra grandes estrellas hollywoodenses y las derivaciones del #MeToo. Toda denuncia debe ser investigada y hacer justicia civil mediante la divulgación/acusación/condena social sin mediar la judicial ya de por si es un problema grave. Pero no me refiero a eso. Sino a un problema complementario.
De a poco la avanzada neopuritana de una suerte de progresismo trasnochado está logrando varias cosas. Por un lado la corrección de qué debe decirse y cómo (a riesgo de ser considerado un ser deplorable y deportado a una Siberia imaginaria que corta de cuajo una carrera artística) nos acerca a un involuntario Código Hays de censura previa. Ya no solo hay temas que deben tocarse sino temas que no deben mencionarse. El problema es que el código Hays estaba escrito. En este caso es implícito, lo que lo vuelve aún más imprevisible. Por otro una, varias (y seguirán sumándose más) personas terminan siendo afectadas no como individuos (que lo son y seguramente los afecte una acusación pública) sino como creadores. Los juicios sumarios civiles no diferencian creador de individuo, lo que va a lograr que en poco tiempo mitad de la historia del cine deba ser revisada y borrada. En tercer instancia, el problema más grave: está empezando a retirarse material de archivos, seleccionando cómo se recuerda y qué se recuerda de la obra de un artista (por más deleznable que pudo haber sido su desempeño personal en su vida pública/privada). En definitiva: con esta triple avanzada no solo ingresamos en un panorama de oscuridad cultural casi sin precedentes para una perspectiva ideológica progresista (bien por el contrario, el progresismo parecía defender los valores de la libertad, la igualdad y la diversidad, pero no, eso era el humanismo) sino que también nos pone en peligro como espectadores del cine pasado, presente y futuro.
Es una avanzada silenciosa que en los oscars, cosecha 2018, a finales de este mes, comenzará a darnos pistas sobre sus derivaciones futuras. Por lo pronto, el club de la corrección política es un club que crece y al que somos invitados incluso sin saberlo. Pero en esos casos uno opta por hacerle caso a Groucho y elegir no pertenecer a un club que lo tiene a uno como invitado.
Entren a chusmear el número de Febrero de Perro Blanco, que está buenísimo y promete todo esto que sigue y más.
Aquí abajo les dejamos algunos puntos altísimos de lo que vendrá.
The Post: los oscuros secretos del Pentágono/Detroit, zona de conflicto/Pantera negra/Apuesta maestra/
Ladybird/Las horas más oscuras/#Polémica: La forma del agua/15:17 Tren a Paris/El sacrificio del ciervo sagrado/
Recreo/Todo el dinero del mundo/Wonderstruck/Mom&Dad/ Manhunt:Unabomber/Dark/Stranger Things 2/
Legión/ #SecciónRescates: revisando a Spielberg/Introducción al cine de Alfred Hitchcock: Curso abierto
SUMARIO
ESTRENOS
Apuesta maestra por Ignacio Balbuena
The Post: los oscuros secretos del Pentágono por Federico Karstulovich
El sacrificio de un ciervo sagrado por Fernando Luis Pujato
El último traje por Federico Karstulovich
Recreo por Ignacio Balbuena
Todo el dinero del mundo por Rodrigo Martín Seijas
#Polémica: La forma del agua (a favor) por Emiliano Andrés Cappiello
#Polémica: La forma del agua (en contra) por Federico Karstulovich
Las horas mas oscuras por Tomás Carretto
Detroit, zona de conflicto & 15:17 Tren a París por Federico Karstulovich
Pantera negra por Ignacio Balbuena
Ladybird por Rodrigo Martín Seijas
NO ESTRENOS
Wonderstruck por Marcos Rodriguez
Mom and Dad por Ignacio Balbuena
TV Y SERIES
Manhunt: Unabomber por Federico Karstulovich
Stranger Things 2 por Federico Karstulovich
Dark por Federico Karstulovich
Legión por Diego Kohan
PODCAST
#Rescates: Repasando a Spielberg por Emiliano Andrés Cappiello & David Obarrio
INACTUALIDADES
Francotirador por Federico Karstulovich
Una segunda oportunidad por Federico Karstulovich
CURSOS
Curso abierto Alfred Hitchcock: Introducción por Hernán Schell
Curso abierto Alfred Hitchcock – Lado B: Hoberman, trailers y lindos colores por Hernán Schell
Curso Abierto Alfred Hitchcock – Lado B: La venganza del crítico por Hernán Schell
Curso Abierto Alfred Hitchcock – Lado A: El período inglés por Hernán Schell
Curso abierto Alfred Hitchcock – Lado B: 78/52 por Hernán Schell
Curso abierto Alfred Hitchcock – Lado A: La llegada a Hollywood por Hernán Schell
Curso Abierto Alfred Hitchcock – Lado A: Cuatro psicópatas por Hernán Schell
Curso abierto Alfred Hitchcock – Coda: Lado A y B:Bésame mucho por Hernán Schell
Participaron en este número
Ignacio Balbuena
Emiliano Andrés Cappiello
Tomás Carretto
Federico Karstulovich
Diego Kohan
David Obarrio
Fernando Luis Pujato
Marcos Rodríguez
Hernán Schell
Rodrigo Martín Seijas
