EL TEOREMA DE STURGES
En Sullivan’s Travels (Preston Sturges, 1941), un director, John Sullivan (Joel McCrea), decide mirar a su carrera e imprimirle un giro. Frente al contexto de época decide cambiar y dejar de hacer “películas pasatistas” para realizar un “drama con contenido social” sobre la pobreza (una especie de progre antes del progresismo). Para ello no se le ocurre mejor idea que entregarse de lleno a la simulación y hacerse pasar por mendigo, haciendo lo que uno (si uno fuera Dustin Hoffman, claro) bien podría llamar “una investigación de campo”. En el medio (como casi siempre en el cine de Preston Sturges), se produce uno de esos giros, uno de esos equívocos que ponen las cosas patas para arriba (en este caso no es mas que una pirueta perfecta: Sullivan es asaltado y por el golpe queda inconsciente. Pero en el asalto el ladrón se queda con los únicos comprobantes que indican su identidad. A su vez, poco tiempo después, el asaltante es asesinado.En el medio Sullivan despierta pero ha perdido la memoria debido al golpe y todos creen que ha muerto a la vez que él desconoce su verdadera identidad: una pesadilla. De un momento a otro la película se convierte en una comedia dramática oscura. De un momento a otro Sturges reflexiona sobre el mismo acto de hacer comedias pero la disfraza en la oscuridad de una pesadilla. Porque si algo sabía ese director brillante es que las pesadillas y el humor son contracaras perfectas de un mismo sistema de cosas. Por eso al finalizar el film, luego de una serie de experiencias salvajes, que incluyen el paso por la cárcel, Sullivan aprende (de hecho lo aprende en la misma prisión mirando una comedia: reflexividad 1000%) que la comedia no solo no es un género menor ni idiotizante, sino que es un género noble y necesario. Y que en todo caso ese aspecto “pasatista” no era sino un prejuicio.
La comedia es, sin lugar a dudas -como bien menciona Stanley Cavell en su libro canónico- el terreno de la búsqueda de la felicidad. Pero no una de esas felicidades facilongas. El problema de la comedia (acaso su obsesión) es el territorio de la felicidad y su encuentro. Pero esa búsqueda no es una acción desesperada que busque ocultar a la tristeza, a la desesperación o a cualquier otro sentimiento que no se reconozca en la felicidad. Si existe la comedia es, justamente, porque la felicidad parece ser un terreno vedado para muchos, imposible para la gran mayoría, inexistente para varios, circunstancial para algunos, y una plenitud insoportable y pesadillesca para otros. La felicidad es, por lo tanto, ese espacio de posibilidades que reconoce en su interior a la pesadilla, al horror, al hastío, pero también a un goce en potencia. Acaso vemos comedia porque precisamos identificar ese espacio, ese lugar sin límites y con límites definidos al mismo tiempo. La comedia (quizás las mejores) nos cuida pero también nos despabila, nos obliga a retornar al mundo y encontrarnos que el contraste puede ser atroz.
Quizás por todos esos sentimientos encontrados decidimos encarar un dossier distinto en este número. Y lo llamamos Comedia para el fin de los tiempos (no nos gustaba tanto lo de fin del mundo porque el mundo no se terminó ni parece que vaya a terminarse, pero si, evidentemente, es posible que un tiempo se haya terminado con todo lo que estamos viviendo y que de más está explicar). Nos propusimos un dossier en el que cada redactor de la revista piense una lista de 10 comedias históricas que le provean ese espacio de felicidad, ese refugio de los males del mundo. Y al mismo tiempo, acompañando la lista, una selección justificada de tres grandes comedias: una canónica y reconocida, una desconocida y poco canónica y finalmente una contemporánea, que todavía no forme parte de ningún canon posible. Entiendan que van a encontrarse con un dossier repleto de recomendaciones que no necesariamente los van a hacer felices o menos tristes, pero seguro les van a proveer un modo distinto de atravesar la pesadilla (o de repensarla) que implica el cambio de los tiempos. Son textos que iremos subiendo grupalmente y que esperamos que los sorprendan tanto como a nosotros.
Mientras tanto avanzaremos con el anómalo sistema de estrenos nacionales e internacionales, que parece reinventarse y acomodarse a los nuevos tiempos. A su vez planeamos ponernos al día con los estrenos nacionales que no contaron con el espacio suficiente entre el ingreso a la pandemia y el último mes y medio. En paralelo vimos muchos no estrenos que pueden verse por distintas plataformas online (de las legales y las no legales), pero también vimos muchas series (algunas de ellas nuevas, algunas otras continuaciones o conclusiones de temporadas previas). Y claro, también seguimos con nuestros anti-diarios de cuarentena llamados #GimmeShelter, seguimos con la anteúltima tanda de recomendaciones de películas liberadas en nuestra sección #ElAñoQueVivimosEnPeligro, acaso como penúltima entrega antes de comenzar con nuestro cineclub virtual, que en junio comienza su actividad con 30 películas seleccionadas y curadas por la redacción de la revista, de forma gratuita y en la plataforma que en breve comenzaremos a compartir con uds. A su vez en ese mes también verán la luz nuestros cursos abiertos, sobre los cuales les contaremos en pocos días. Y como adelanto de nuestras tres publicaciones en formato libro, tres textos flamantes e inéditos. Todo esto en el marco de nuestra comunidad para lectores, la CCPB, Comunidad Cinéfila Perro Blanco. Habrá pandemia, pero nada nos amedrenta.
Por lo pronto entren, miren, lean y disfruten el numerazo que les dejamos en este mes que comienza.
NO ESTRENOS
Misión de rescate por Rodrigo Martín Seijas
Tigertail por Marcos Rodriguez
Wasp Network por Ludmila Ferreri
Beastie Boys Story por Sergio Monsalve
Si supieras por Rodrigo Martín Seijas
Ema por Amilcar Boetto
First Love por Rodolfo Weisskirch
The assistant por Amilcar Boetto
TV & SERIES
After Life – Segunda temporada por Federico Karstulovich
Westworld – Tercera temporada por Ariel Estaban Ramos & Rodolfo Weisskirch
Poco Ortodoxa por Carla Leonardi
Homeland – Temporada 8 por Rodrigo Martín Seijas
The Last Dance por Gabriel Santiago Suede
DOSSIERS
Comedia para el fin de los tiempos: una introducción por Ludmila Ferreri
Comedia para el fin de los tiempos (I) por Rodolfo Weisskirch & Luciano Salgado
Comedia para el fin de los tiempos (II) por Ludmila Ferreri & Sergio Monsalve
Comedia para el fin de los tiempos (III) por Amilcar Boetto & Gabriel Santiago Suede
Comedia para el fin de los tiempos (IV) por Sebastián De Caro & Juan Manuel Dominguez
Comedia para el fin de los tiempos (V) por Andrés Fevrier & Federico Karstulovich
Comedia para el fin de los tiempos (VI) por Guido Segal & Pedro Gomes Reis
Comedia para el fin de los tiempos (VII) por Ignacio Balbuena & Fernando Luis Pujato
Comedia para el fin de los tiempos (VIII) por Diego Maté & Emiliano Andrés Cappiello
Comedia para el fin de los tiempos (IX) por Sebastián Rosal & Mariano Bizzio
Comedia para el fin de los tiempos: una lista feliz de comedias por AA.VV
DIARIO CINÉFILO
#GimmeShelter: Días de pandemia: cine, series y libros para sobrevivir (segunda parte)
Diario VIII por Amilcar Boetto
Diario IX por Gabriel Santiago Suede
Diario X por Mariano Bizzio
VOLVER AL FUTURO
Araña por Amilcar Boetto
Un sueño hermoso por Carla Leonardi
LOST & FOUND
#ElAñoQueVivimosEnPeligro (VIII) por AA.VV.
#ElAñoQueVivimosEnPeligro (IX) por AA.VV
Participaron en este número:
Daniel Alaniz
Ignacio Balbuena
Mariano Bizzio
Amilcar Boetto
Emiliano Andrés Cappiello
Tomás Carretto
Sebastián De Caro
Juan Manuel Domínguez
Ludmila Ferrreri
Andrés Fevrier
Federico Karstulovich
Carla Leonardi
Diego Maté
Sergio Monsalve
David Obarrio
Raúl Ortiz Mory
Fernando Luis Pujato
Ariel Esteban Ramos
Pedro Gomes Reis
Marcos Rodríguez
Sebastián Rosal
Luciano Salgado
Guido Segal
Rodrigo Martín Seijas
Gabriel S. Suede
Rodolfo Weisskirch
