Like someone in love

Por Fernando Luis Pujato

Like Someone in Love (Raiku samuwan in rabu)
Japón, Año2012, 109′
Dirigida por Abbas Kiarostami
Con Rin Takanashi, Tadashi Okuno, Ryo Kase, Aoi Miyazaki, Denden

Sobrevolando a Kiarostami(*)

Por Fernando Luis Pujato

¿Qué ocurre cuando un cineasta abandona su país de origen, aquél donde ha filmado toda su vida, para comenzar a filmar en otro lugar, un lugar de no pertenencia? ¿Es inevitable o necesario o conveniente que sus preocupaciones cinematográficas cambien? ¿Acaso el cine no es universal, nuestro esperanto moderno volcado en imágenes? Ciertamente pueden ocurrir muchas cosas, no es lo mismo exiliarse físicamente y cinematográficamente por voluntad propia que hacerlo porque ya no se soporta la situación del lugar en el cual se vive, porque no se puede filmar más allí, porque se puede filmar pero no lo deseado, no todo lo deseado, porque el Estado censura, porque las productoras no financian o, sencillamente, porque ya no hay nada más para decir acerca del lugar, acerca de las vidas de ese lugar. Lo cierto es que todas esas grandes figuras europeas recalando en el país del just do it con toda su grandeza autorial a cuestas, todo ese movimiento atlántico permitiendo la supervivencia y la pervivencia de aquel cine que aún hoy resuena, afortunadamente, en algunos films, en algunos cineastas, en algún otro tipo de cine, fue un momento único, quizá irrepetible: Douglas Sirk, Friedrich Wilhelm Murnau, Fritz Lang, Jean Renoir. Se puede seguir a la inversa con Charles Chaplin, y un tanto después de la Segunda Guerra a causa de otra guerra pero no a escala mundial, Luis Buñuel se instala al sur del país de las oportunidades, y un tanto después pero a causa de una dictadura, el chileno Raúl Ruiz recala en el país donde se inició este arte como tal -o al menos así lo dice la historia.

Ff20120914A2A

El mismo país donde se instala Robert Kramer harto de ese pésimo actor devenido presidente. Un trabajoso y aventurero pendular entre el viejo continente y parte del nuevo, y algunos cuyo retorno no será posible. ¿Se puede seguir? y sí, desde un país otrora excéntrico a las grandes cinematografías nacionales Asghar Farhadi gana un Oscar a la mejor película extranjera y Jafar Panahi tiene una pena de prisión de seis años y la prohibición de filmar por veinte años, además de no poder salir del país y conceder cualquier tipo de entrevistas. Y Mohsen Makhmalbaf deambula por Afganistán, la India, Francia y Tayikistán, y Rafi Pitts entre Inglaterra y Francia. Y Bahman Ghobadi ahora está en Nueva York y no piensa volver a Irán y Abbas Kiarostami está exiliado en cualquier parte después de haber filmado por más de treinta años en su país. Éstas son las noticias, algunas más o menos recientes, otras no tanto, pero siempre hubo y hay films importantes y otros no tanto alrededor de éstas, y siempre, en cualquier lugar donde se encontraran esos cineastas refugiados, exiliados o como se les quiera llamar, se las han arreglado para continuar filmando inmersos, por decir lo menos, en ese abrupto giro de nacionalidad. Algunos han cambiado su forma y su fondo, su registro y sus preocupaciones, otros no tanto, y si hay alguien verdaderamente filmando otra cosa manteniendo su estilo este es Abbas Kiarostami, y si hay un film donde esto puede verse claramente este es LikeSomeone in Love; o cómo un iraní en Japón continúa siendo universal.

Maxresdefault 12

Había algo de esto en su film anterior, Copia Certificada, ubicando la acción en un país fuera de su Irán natal, en la Italia toscana -ciertamente otro país- jugando con el deseo y la circulación de las palabras a través de las relaciones especulares de una pareja burguesa, utilizando los espejos y la confusión de identidades paralelamente, acentuando más los personajes y no tanto su entorno inmediato e instalando un aparente misterio que sólo nosotros, como espectadores, debemos resolver. Ahora estamos en Japón, claramente también otro país, en el Tokio de los carteles de neón y no tanto en sus reliquias y en sus templos y en sus jardines, y si bien el universo de los personajes se ha ampliado, un anciano y una pareja de novios no conformando precisamente un ménage a trois, las palabras siguen importando, y mucho. Importa quién las emite, desde dónde, cómo, y para qué. Importa el discurso circulando tanto como el deseo que lo sostiene. Y éste, el deseo, no es sólo el anhelo del anciano profesor Takashi de pasar una noche seductora con la joven y hermosa Akiko, o la ambición de su novio Noriaki por casarse con ella, o el afán de aquella por estudiar una carrera universitaria, la misma dictada muchos años atrás por su nuevo cliente-abuelo, sino también la porfía del dueño del bar para que su protegida y favorita se encuentre con ese nuevo cliente, la esperanza siempre diferida de la vecina solterona del profesor de poder casarse con él y, finalmente, la tierna insistencia de la abuela de Akiko para pasar un par de horas con su nieta. Esta suerte de puzzle fílmico guardando fichas de amor y de ira, de sueños y esperanzas, de recuerdos y olvidos, vidas cruzándose y entrecruzándose azarosamente, siempre buscando lo que no se posee o se posee sólo a medias, instalando un presente continuo porque el pasado es sólo pasado y el futuro no existe aún, esta especie de fuga hacia ningún lugar, este recorrido es ya, desde el inicio del film, un perfecto encuadre para dejar por unos minutos fuera de campo a Akiko discutiendo con su novio por teléfono y mostrar el bar, a su propietario, a su amiga pero no a su acompañante, proyectar desde fuera del local la silueta del cafisho japonés de buenos modales sobre el vidrio superponiéndola con la de Akiko con la cual ha discutido unos segundos antes, mientras ésta se levanta, le pide un lápiz de labios a su amiga y se dirige fuera para cruzarse, en el mismo plano, con el cafisho entrando al bar nuevamente. Entonces Akiko enciende un cigarrillo en la puerta del bar mientas desciende las escaleras, detrás de ella, el cafisho también desciende las escaleras, llama a un taxi, Akiko sube en él y parte. El efecto de la sobreimpresión, la sobreimpresión misma, ha desaparecido, pero ya sabemos quién es el jefe y quién acata las órdenes a través de un mínimo e imaginativo recurso en este pasaje magistral.

En realidad todo es magistral en Like Someone in Love: el campo-contracampo entre el gesto desolado de Akiko dentro del taxi escuchando la voz de esa abuela nunca vista y el afuera saturado de bares y locales y gentes y furiosos colores de las calles de Tokio, los diálogos nunca concluidos y nunca resueltos, las tomas por fuera del auto fundiendo los rostros y el cielo y todo lo reflejado en el vidrio. Una imagen ensoñadora y enigmática, tanto como esas vidas apenas entrevistas, tanto como esos misterios nunca develados, develados sólo a medias, ocultos trémulamente, soterrados en el ayer inmediato, a punto de colapsar. Y colapsan, y no sólo literalmente, porque esa ventana estallando en pedazos es tanto la irrupción de la violencia en la vida de aquel que escribe libros acerca de la violencia y la puesta en escena de aquella idea de Kiarostami de llegar a la verdad a través de la mentira, como también el final de un film por imaginar; la marca indeleble de un cine. De ese cine de personajes siempre en tránsito, no por medio de los cuales podemos visualizar el orden cultural de una sociedad sino a través de los cuales podemos entrever el significado de vivir en un determinado lugar y pertenecer a una determinada clase social, pero, por sobre cualquier otra consideración, cuáles son las implicancias de intentar cumplir con una ambición, cualquiera sea su forma, para los directa o indirectamente ligados a ella. La de un niño intentándolo todo para ver un partido de fútbol en Teherán en El viajero(1974) y la de otro niño desafiando constricciones milenarias buscando la casa de su amigo en ¿Dónde está la casa de mi amigo? (1987). También la de un director de cine en pos de los protagonistas de su film anterior poco después de un terremoto devastador en Y la vida continúa (1992) y la de un joven analfabeto procurando un amor correspondido casi imposible en Detrás de los olivos (1994). La de un adulto de cegadora claridad solicitando ayuda de alguien, de cualquiera, para morir en El sabor de las cerezas (1997) y la de un periodista en procura de una noticia sensacional prontamente dejada de lado en El viento nos llevará (1999). La de una mujer divorciada deseando sólo ser mujer en Ten (2002) pasando por el breve interregno de un homenaje al gran Yasujiro Ozu en Five (2003) y de un cineasta buscándose a sí mismo en Ten on Ten (2004) y de un experimento en Shirin (2008). Volviendo a esa búsqueda por medio de una pareja reconociéndose en Copia Certificada (2010) y un anciano arrastrado hacia lo desconocido en Like Someone in Love (2012) su último film, el film de un maestro. Todo se mueve y cambia, todos se mueven y cambian, tras la apariencia de que las cosas nunca se mueven y nunca cambian demasiado. Ni en Irán, ni en Italia, ni en Japón. Las apariencias son sólo eso.

Likesomeone2

Los cineastas siempre han estado en movimiento, y por ende el cine siempre lo ha estado. La persistencia de este flujo incesante de personas e imágenes acaso hoy, tanto como siempre, sea la primaria condición para no detenerse plácidamente ni en los museos, ni en las instalaciones, ni en la cómoda nostalgia de aquel pasado siempre (fue) mejor para los nostálgicos del canon, de cualquier canon, y ni siquiera en su enemigo público número uno con sus novelas televisivas y sus series televisivas y sus films televisivos, intentando asimilar y deglutir una especificidad tanto ajena a su formato como a la idea de un cierto estado del lugar en el cual vivimos nunca uniforme. Las milenarias calles de Teherán, las mágicas aldeas persas, los zigzagueantes caminos de Koker, son ahora pequeños mundos en este mismo y diferente mundo. Fueron siempre particulares, continúan siendo universales.

 

(*) Publicada en http://ojosabiertos.otroscines.com/tag/kiarostami/, Abril del 2013.

¿Te gustó lo que leíste? Ayudanos con un Cafecito.

Invitame un café en cafecito.app

Comparte este artículo

Otros ArtÍculos Recientes

Enterate de todo...

Recibí gratis todas las novedades en tu correo a través de nuestro Newsletter