PERRO BLANCO | NÚMERO 26 |MAYO / 19

Por Varios Autores

EN DEFENSA DEL DIGITAL

Ayer. En alguna época, allá a lo lejos, en un lugar impreciso entre 2003 y 2004, con una universidad casi vaciada de presupuesto, algunos alumnos extranjeros se preguntaban en la UBA (en mi caso estaba cursando la carera de Letras) por qué muchos de los profesores por debajo de los titulares de cátedra daban clases de manera gratuita, sin ver un mango. Pero fundamentalmente por qué lo hacían apasionadamente, investigando y enseñando sobre materiales que los obsesionaran como docentes antes que cumpliendo con una presunta currícula tradicional. Evidentemente los soprendía porque en una estructura académica más tradicional como la de sus países de origen no resultaba habitual eso de no ser remunerado por el trabajo hecho. Pero menos que menos eso de trabajar en torno a temas elegidos por placer, por amor, antes que por imposición. La de aquellos alumnos era una buena pregunta, particularmente en contextos de crisis. La respuesta venía sola: porque en contextos de crisis no puede haber especulación. Para ser más precisos: frente a la injusticia de no recibir pago alguno por un trabajo que debía ser redituado, en vez de generar más frustración por la falta, había que contrapesar con pasión, que es una de las pocas cosas que mantienen vivo (si encima no me pagan, al menos disfrutar lo que hago). El espíritu amateur estaba detrás para no ser pasado por encima por la crisis económica de una institución abandonada a su suerte. Con la única diferencia que en aquel entonces había una política de estado desinteresada en que los docentes de la universidad pública cobraran (aunque algo de eso siguió manteniéndose en el tiempo, fuera la administración que fuera).

Antes de ayer. Allá por mediados de los 90s, en un hermoso texto, Israel Adrián Caetano defendía a John Carpenter en una nota publicada en un número de El Amante Cine, en el que indicaba que el cine de Carpenter no era el cine del dinero sin límites sino el cine de lo posible, lo que él llamaba “el cine de los pobres”. Era interesante la idea, porque partía de una idea noble: no puede no hacerse. Siempre hay que intentar hacer con los medios con los que se cuenta. En todo caso se hace con lo que se tiene, de la mejor manera posible, de la manera más apasionada. Creo que en alguna medida ese texto también hablaba de la revista, en aquel entonces, en donde publicar en papel era todo un desafío y que era posible solo de dos formas: con el dinero de sus dueños (echado a pérdida, como casi todo proyecto de publicación de índole cultural en Argentina) y con el trabajo gratuito de quienes la integraban. La idea del amateurismo, nuevamente, ligada a las condiciones de posibilidad y a la pasión como motor.

Hoy. Desde hace años que en Argentina existen proyectos editoriales (en enorme medida vinculados a narrativa, a poesía pero también a ensayos…y en mucha menor medida a cine) que asumen riesgos en épocas de mayor o menor crisis. No obstante no dejan de ser proyectos que se organizan en torno a lanzamientos limitados (una tirada de 500 ejemplares es un lujo asiático, 1000 es un salto al vacío). Como contraparte, buena parte de las publicaciones de cine en formato físico en Argentina solo han podido sobrevivir (o cuando menos publicar parcialmente) gracias a subsidios estatales (entre las más destacadas está el apoyo recibido por el Fondo Nacional de las Artes para la revista Hacerse La crítica, ganadora en 2015 de uno de los premios en tanto fondo de fomento para editar textos en formato físico, lo que les permitió complementar costos para la edición financiada por sus dueños). Son pocos los casos como el de la mencionada El Amante Cine, que pudieron sobrevivir en mayor o menor medida con pauta oficial (durante unos pocos años de los 25 de historia de esa publicación), en el caso de otras publicaciones gracias a subsidios o lisa y llanamente con ingresos propios derivados de actividades paralelas (docencia, particularmente) que sumaran a la inversión de sus propios dueños.

Hoy por hoy las publicaciones impresas son un bien escaso, precisamente porque los tiempos de crisis no acompañan ni ayudan a las condiciones leoninas de distribución ni a los precios de impresión. Así y todo los espacios que cuentan con los medios económicos propios (cooperativas en las que muchos colaboradores aportan una parte, emprendimientos en los que los dueños cuentan con un capital propio previo, pero en general nunca con medios derivados de la autogestión del medio en sí) se han propuesto combatir a la crisis con amor, entusiasmo…y dinero. Al mismo tiempo, claro está, una inversión en papel hoy por hoy implica no solo costos para quienes proyectan la publicación sino que también supone costos para el lector. Ese espacio intermedio en el que la publicación recupere costos y tenga algún mínimo beneficio así como que el lector pueda acceder al material sin pagar precios de un libro comprado en el exterior convierte a una publicación de esta clase en un material que difícilmente baje de los $600-$800 (aproximadamente entre 12 y 15 dólares). Ese sistema vuelve a cualquier proyecto editorial un hecho limitado a quienes poseen el capital abultado para desarrollarlo pero también a quienes pueden costear libros a un precio altísimo (que no quiere decir que sean caros, precisamente por todos los costos previos).

En todo el contexto descrito previamente no dejamos de pensar variantes para ustedes, nuestros lectores, a quienes les hemos hecho saber que contamos con varios libros a la espera de salida. Por eso este editorial comenzó como comenzó: ante la crisis solo queda el lamento? No. Por eso pensamos en una instancia distinta, en una variable que permita que nosotros podamos seguir haciendo lo que amamos hacer, que es escribir sobre cine. Pero que al mismo tiempo ustedes puedan leernos. Y hablamos de contenidos que van más allá de los que pueden leer en la revista mes a mes. Nos referimos, en todo caso, a contenidos en formato libro. El tema, claro está, es el de los costos. Por eso ideamos una alternativa, que es la que llamamos libros expandidos. Esos libros son material en formato digital al cual se podrá acceder por un costo mínimo (de hecho los libros en formato digital tienen esa característica: bajo costo), pero no de forma individual. La idea es que en el plazo de varios meses ustedes puedan contar con una biblioteca virtual de autores, de géneros, de temas varios, que pueda ir actualizándose trimestralmente. Eso quiere decir que los libros quedarán disponibles para quienes formen parte de la llamada Comunidad Perro Blanco (cuyos beneficios no serán solamente los libros). Y que al mismo tiempo, al tratarse de una publicación digital, los textos puedan expandirse, ampliarse.
Esta posibilidad nos habilitará a que uds puedan leer nuestra producción de libros y a la vez que puedan apoyarnos en la continuidad de mayor material. Nuestros libros verán la luz a finales de 2019. Uno de ellos sobre una autora que admiramos, otro sobre un género en expansión como el del cine de superhéroes y otro sobre las formas del cine bélico a lo largo de una treintena de películas. A esos tres libros se sumará, a lo largo de 2020 un libro en tres partes, sobre tres autores olvidados (pero que son fundamentales para nosotros) y otro libro sobre un director que queremos mucho. Los libros de esta primer tanda son Claire Denis: La dama desaparece , Héroes por un día: una ePoPeya contemporánea y la expansión de nuestro libro de bienvenida a los lectores sobre cine bélico, Juegos de guerra: centros y periferias del cine bélico. Nuestro cuarto libro, que verá la luz a inicios de 2020 es Clint Eastwood: el trabajo del cine. Nuestras publicaciones se irán expandiendo y estarán accesibles a partir de los meses mencionados.

En el contexto en el que editar en papel se ha vuelto un lujo solo para quienes pueden costearlo o para quienes cuentan con subsidios del estado, el terreno digital es también el de la defensa de lo posible, es el terreno en el que podemos producir más y mejor, pero también en el que podemos elegir, como adultos, que entre los sueños y lo posible no tiene que haber disyunción. O quizás todo esto que les contamos sea una perfecta antesala del momento en el que podamos sorprenderlos con libros en formato físico pero a un precio que no sea prohibitivo para los lectores. Hasta entonces, como dijera Arlt, el futuro será nuestro por prepotencia de trabajo.

Mientras tanto les dejamos aquí abajo una lista del número de este mes, que se viene con muchas novedades, pero también con algunas despedidas de gente que muere (por suerte nadie de la redacción, tocamos madera).
Entren, chusmeen, que es para ustedes.

ESTRENOS
La culpa por Ariel Esteban Ramos
Jamás llegarán a viejos por Rodolfo Weisskirch
Regresa a mí por Federico Karstulovich
Traslasierra por Rodolfo Weisskirch
Entre la razón y la locura por Marcos Rodriguez
Muere, Monstruo, Muere por Federico Karstulovich
Mirai: Mi pequeña hermana por Gabriel Santiago Suede
Doberman por Carla Leonardi
El cuento de las comadrejas por Rodolfo Weisskirch
Pokemon: Detective Pikachu por Ignacio Balbuena
Brightburn: hijo de la oscuridad por Sergio Monsalve
John Wick 3: Parabellum por Gabriel Santiago Suede
Rocketman por Sergio Monsalve

NO ESTRENOS
The Spy Who Fell to Earth por Raúl Ortiz Mory
Grass is greener por Sergio Monsalve
Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile por Gabriel Santiago Suede
Dragged across concrete por Federico Karstulovich
Styx por Andrés Brandariz
Holmes & Watson por Amilcar Boetto
Dirty John: The dirty truth por Carla Leonardi

TV & SERIES
La desaparición de Madeleine McCann por Rodrigo Martín Seijas
Cobra Kai – Segunda Temporada por Rodolfo Weisskirch
Game of Thrones S08 por Rodrigo Martín Seijas

FESTIVALES
#PostBafici 2019 – (1): So Long, My Son por Marcos Rodriguez
#Post Bafici 2019 – (2): Viejos vinagres y jóvenes viejos por Amilcar Boetto
#Post Bafici 2019 – (3): L’île au trésor & El escultor de los kilómetros por Sebastián Rosal
#Post Bafici 2019 – (4): Breeze por Gabriel Santiago Suede
#Post Bafici 2019 – (5): Demons por Federico Karstulovich

VOLVER AL FUTURO
4 x 4 por Gabriel Santiago Suede
Hellboy por Raúl Ortiz Mory

DIARIO CINEFILO
JLM, un autor secreto por Claudio Huck
Stanley Donnen, el genio escondido por Federico Karstulovich

OTROS ESPACIOS
Los íconos y los superhéroes por Amilcar Boetto

INACTUALIDADES
Jean Rouch, el otro (II) por Fernando Luis Pujato

CINECLUB
Cine club Perro Blanco – Comunidad de espectadores: Manji por AA.VV.
Cine club Perro Blanco – Comunidad de espectadores: Trouble Every Day por AA.VV.
Cine club Perro Blanco – La invasión de los ladrones de cuerpos por AA.VV.

LOST & FOUND
The honeymoon killers (Leonard Kastle, 1970)
Pánico en el Transiberiano (Eugenio Martín, 1972)

VIDEOENSAYOS
Los fracasos necesarios: por qué el cine de superhéroes es un éxito hoy y no lo fue antes? (parte I): los ancedentes por Ignacio Balbuena & Federico Karstulovich

PUBLICACIONES
Libros expandidos: plan de publicaciones
por Perro Blanco

Participaron en este número:
Daniel Alaniz
Ignacio Balbuena
Amilcar Boetto
Andrés Brandariz
Tomás Carretto
Claudio Huck
Federico Karstulovich
Carla Leonardi
Diego Maté
Sergio Monsalve
David Obarrio
Raúl Ortiz Mory
Ariel Esteban Ramos
Marcos Rodríguez
Sebastián Rosal
Sebastián Santillán
Rodrigo Martín Seijas
Gabriel S. Suede
Rodolfo Weisskirch

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