PERRO BLANCO | NÚMERO 74 | MAYO / 23

Por Federico Karstulovich

Un trato

La experiencia del encierro pandémico (experimentado por diversos gobiernos como una suerte de carta blanca para poder hacer lo que quieran con nuestras vidas, precisamente con la excusa de la preservación de la vida) nos encontró de lleno mirando todo lo que estuviera al alcance de nuestros ojos: películas viejas, películas nuevas, películas repetidas, películas inesperadas, descubrimientos. Si, además leímos y escuchamos música. Pero quienes vivimos en, por y en torno al cine, la experiencia fue, hasta cierto punto, un exceso. Así las cosas ese exceso nos preparó (en el peor de los sentidos) para lo que vendría: una multiplicación de lo peor de los mundos: una marabunta de estrenos en salas en la llamada temporada baja (marzo-junio y agosto-noviembre), que, como contrapunto, se vuelve más excesivo y catastrófico con la política de estrenos en plataformas, que ha llegado a un presente en el que se vuelve imposible e inagotable ver todo si no se cuenta con un ejército de críticos viendo películas y series a razón de 6 a 8 horas diarias (algo improbable en países en los que la crítica es un ejercicio mal remunerado en medios grandes y amateur/ad honorem en medios pequeños). 

En estos términos abril nos pasó, LITERALMENTE por arriba, acabando con cualquier tentativa de cobertura exhaustiva. Así las cosas, sobrevivimos. Pero entendemos que no hay posibilidad real de llevar adelante un trabajo profesional en un mercado cuyas condiciones de estreno y distribución, contrarias a generar espacios de visibilidad, lo único que logran es un proceso de anulación mutua, donde lo bueno conviva con lo mediocre/malo, donde lo adocenado conviva con los raptos de originalidad. Claro, uds dirán: “y esa no es la tarea de los críticos de cine? No son uds los que deben mirar la mayor cantidad de películas (y/o series) para recomendar a los lectores qué es lo que vale la pena ver y qué no?”. Bueno, ahí hay un punto: la pandemia y el encierro nos volvió peores a todos. Y la pereza se tradujo en una demanda degustatoria. Los críticos no somos “recomendadores” (para eso está la actividad de reseñadores gacetilleros, para eso está Letterboxd). En todo caso nos proponemos pensar la experiencia de las películas (y series) para que, en todo caso, la experiencia de prolongue sobre los lectores, no para anular, amputar la experiencia misma de enfrentarse a algo cuyo contenido no conozco.

Hoy por hoy la crítica profesional se ve desbordada por estrenos en salas (desesperados por cumplir con las cuotas de pantalla o de estrenar sin competencia grande de parte de los tanques), por cine y series en plataformas. Y dada la abundancia todo (y todos) se ha (nos hemos) empobrecido un poco, como si ver o experimentar una película o una serie importara cada vez menos, como si leer sobre cine y series (leer más de dos párrafos que llenen menos de un cuarto de página, es decir, 200 palabras como mucho) fuera cada vez menos importante. Como si lo que importara fuera la agenda de llegar y llenar. Si, sabemos que no somos originales con todo esto. Tampoco es nuevo. En todo caso se trata de una suerte de lamento frente al cual, como ya hemos dicho, pocas son las opciones: o bien la resistencia a dejarse llevar por la ola de lo que debe ser comentado (algo un poco absurdo y elitista), o bien dejarse llevar por la ola de cubrir todo lo que esté disponible y el cuerpo permita (un delirio que menosprecia a cosas que valen nuestro tiempo y esfuerzo). Pero como siempre hay una tercera opción, que tiene que ver con la ambivalencia entre ambas: ni entregarse al elitismo ni al populismo berreta. Pero es un equilibrio difícil que se mide en clics y no necesariamente en lecturas. 

En ese contexto triste, penoso, en el que nos sobran las ganas de hablar, pero a la vez no nos sobra el tiempo, sentimos la culpa (cuya etimología también implica deuda) de que se nos sigan escapando cosas de las manos. Y que por pensar en presente no miremos al pasado y al futuro. Quizás (y esto no tiene el orden de promesa o si), sea tiempo de pensar una parte de la revista completamente disociada de las urgencias y de los amontonamientos. Una parte de la revista en donde su apoyo nos permita abstraernos del tsunami. Quizás les contamos con tiempo los cambios que se vienen pero que el mismo país de pesadilla en el que vivimos no nos permite instrumentar en tiempo y forma. Es hora de proponerles un trato. Sean pacientes.

SUMARIO

ESTRENOS SALAS OFICIALES
Guardianes de la Galaxia Vol 3 por Marcos Ojea y Rodrigo Martín Seijas
Misántropo por Federico Karstulovich
Vera por Marcos Rodríguez
La sudestada por Ludmila Ferreri
Último recurso por Mariano Bizzio
Rápidos y furiosos X por Ludmila Ferreri
Polémica: La Sirenita
A favor por Sergio Monsalve
En contra por Pedro Gomes Reis

ESTRENOS INDEPENDIENTES: SALAS & PLATAFORMAS
Viedma, la capital que no fue por Agustín Campero
Vitalina Varela por Gabriel Santiago Suede
El despenador por Mariano Bizzio
El siervo inútil por Marcos Ojea
Los convencidos por Gabriel Santiago Suede

ESTRENOS EN PLATAFORMAS & V.O.D.
Still por Raúl Ortiz Mory
La madre por Marcos Ojea
Marx puede esperar por Anibal Perotti
Hellraiser: Ella por Ignacio Balbuena
Tin & Tina por Amilcar Boetto
De humani corporis fabrica por Raúl Ortiz Mory

ESTRENOS TV & SERIES
FUBAR por Rodrigo Martín Seijas
Succession – Cuarta temporada por Sergio Monsalve
Citadel por Rodrigo Martín Seijas
Amor y muerte por Ludmila Ferreri
Barry – Cuarta temporada por Rodrigo Martín Seijas
The Marvelous Mrs Maisel – Quinta temporada por Pedro Gomes Reis
Ted Lasso – Tercera Temporada por Rodrigo Martín Seijas

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