#Polémica: Memoria

Por Varios Autores

Colombia-Francia-México-Reino Unido-Alemania, 2021, 136′
Dirigida por Apichatpong Weerasethakul
Con Tilda Swinton, Daniel Giménez Cacho, Jeanne Balibar, Juan Pablo Urrego, Elkin Díaz, Daniel Toro, Agnes Brekke, Jerónimo Barón, Constanza Gutiérrez

A favor

Otra dimensión

Por Anibal Perotti

Memoria es una película que justifica por sí sola la existencia de un festival. Uno podría ver todas las funciones en una sala y luego dedicarse a pasear. Apichatpong Weerasethakul, el más singular de los grandes cineastas contemporáneos, hace coexistir de manera natural el presente y el pasado, la historia y la política, la realidad y los mitos, el sueño y la vigilia, lo trivial y lo místico. Su última película se abre hacia un nuevo territorio y a la colaboración con actores internacionales: la británica Tilda Swinton, la francesa Jeanne Balibar y el mexicano Daniel Giménez Cacho. El cambio de idioma y escenario amplía el universo sensible del cineasta con una mezcla de cine de género y experimental, instalación sonora y efectos especiales, sondeando el ritmo de la lengua, las cadencias y los silencios. Weerasethakul explora la memoria como una experiencia sonora, buscando los orígenes del tiempo a través de los ecos en el presente, conjugando de un modo sublime su audacia soberana y su inquebrantable dulzura.

Jessica se despierta en la madrugada por el ruido de una detonación. Se levanta de su cama y camina en la penumbra de una habitación con las ventanas veladas como si fuese una sombra. En la escena siguiente las alarmas de varios autos empiezan a sonar inesperadamente en un estacionamiento. La irrupción de lo extraño es el motivo de una conmoción que anticipa nuevos rumbos. La protagonista deambula en busca del origen del sonido que la persigue desde aquella noche: un eco en forma de memoria inquietante que amenaza su equilibrio. El extraño fenómeno se convierte en una especie de contrapunto rítmico y sensorial al curso de la película. Grandes edificios modernos, una galería de arte, un auditorio, un laboratorio, un restaurante, las calles de la ciudad, un río, la jungla o un inmenso túnel, son espacios visuales y sonoros habitados por diferentes vibraciones que recomponen las experiencias y evocan emociones de otros tiempos. 

La película entra en una dimensión completamente diferente cuando Jessica se encuentra con un pescador al borde de un arroyo. El tiempo parece suspendido como una invitación a abrirse a la memoria de la tierra. Las escenas se pueblan con ecos de otros mundos, vibraciones de eventos del pasado y sonidos ancestrales de otras civilizaciones. El personaje se transforma en una suerte de espíritu que resguarda la memoria sonora de los demás. La película se vuelve más misteriosa, hipnótica y fascinante. Los relatos orales, los viajes entre la vida y la muerte a través del sueño y las diferentes capas de sonido conforman una experiencia visual y sonora única e inolvidable. 

En contra

Menos de lo mismo

Por Gabriel Santiago Suede

Se ha reverenciado a Apichatpong Weerasethakul como el mago de los registros del cine contemporáneo dada su capacidad de hacer convivir presente y el pasado, la historia y la política, la realidad y los mitos, el sueño y la vigilia, lo material y lo mental. A eso se ha sumado una voluntad aún mayor, voluntad de experimentar con los recursos formales. Y a eso debemos sumarle la construcción de un cast multinacional, elemento clave para la transnacionalización del cine, otro de los rasgos que caracterizan a las estrategias del cine contemporáneo.

Con la excusa de narrar los acontecimientos derivados luego de una detonación que la protagonista escucha en la madrugada, lo extraño irrumpe en la cotidianeidad (una marca de identidad de la casa: superposición de extrañamiento y cotidianeidad). Como en otras películas del director, esto abre una búsqueda (en este caso sonora: qué es ese ruido que atormenta a la protagonista?). Pero no sueñen con formas narrativas: las premisas narrativas son un residuo a partir del cual AW despliega lo que le interesa, que es un cine cada vez más alejado de cualquier atisbo de realismo. Podemos culparlo? Claro que no. Está mal lo que hace? Claro que no. Lo vimos en otras ocasiones en su cine? Claro que si. AW se repite vilmente? Sin lugar a dudas. 

Puede una película buena arruinar lo que alguna vez fueron grandes ideas solo por la autoindulgencia de su autor y la indulgencia de la recepción crítica? Sin dudas. Memoria es menos de lo mismo para un autor cuya pólvora está gastándose pero que sigue prendiendo fuego vaya uno a saber por qué motivos.

El problema es atreverse a decirlo. Internacionalmente, claro. 

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