Copenhague. A Love Story
Canada/Francia/Dinamarca, 2017, 100′.
Dirigida por Philippe Lesage
Con Emil Falke, Rudi Køhnke, Philippe Lesage
Esa cosa llamada amor
Por Emiliano Andrés Cappiello
Philippe Lesage es un director canadiense de documentales. Su primera película de ficción, Les Démons (2015), estuvo en la Competencia Vanguardia y Género del Bafici 18. Les Démons era un coming of age atravesado por un clima carpenteriano (de John, no Karen) en el que Félix, un niño de 10 años, descubría su sexualidad y atestiguaba los problemas maritales de sus padres mientras otros niños desaparecían misteriosamente en la ciudad. Estéticamente cuidada, calculada hasta el detalle, era una película inquietante, de constante tensión (con la excepción de un notable momento musical).
Copenhague. A Love Story, su segunda película de ficción como director, es, en ese sentido, su opuesto. Es también una película carpenteriana (de Karen, no John), sensible, romántica, que alterna intermitente entre una tremenda melancolía y la más jovial alegría. Hay una pareja joven en una relación tempestuosa (Emil y Victoria) y un amigo más grande (Philippe, interpretado por el mismo Lesage) que vive con Emil y se enamora de Victoria, pero hablar de tramas en Copenhague. A Love Story sería inconducente. La película transcurre en una sucesión de rupturas, romances y reconciliaciones que dificultan predecir el final del recorrido. Lesage filma con libertad absoluta, siguiendo a los personajes, particularmente a las chicas, de cerca, maravillado por sus rostros, concentrado en capturar cada mirada y cada gesto. La cámara de Lesage parece no poder quedarse quieta un segundo, no en el sentido de las películas de acción espásticas, sino de puro entusiasmo y fascinación por quienes lo rodean, por el afán de no perderse nada. Las reuniones de amigos y los encuentros amorosos avanzan como una especie de stream of consciousness cinematográfico, en directa oposición al control y quietud demostrados en Les Démons. Quizás por sus comienzos como documentalista, Lesage logra con este registro una película mucho más emotiva y personal. Sin embargo, esta (aparente) falta de planificación no reduce su capacidad para la belleza, sino que incluso la aumenta, al encontrarla en la naturalidad de sus actores y en el marco que brinda la misma ciudad.
Copenhague. A Love Story no es una comedia romántica ni un drama, a pesar de las etiquetas que puedan ponerle algunos sitios o reseñas, porque cualquier categoría le queda incómoda, desubicada, como ponerle un suéter a un pulpo. Es, como bien dice el título, una historia de amor, y como el amor mismo es: caprichosa, fluctuante, adorable, impredecible; un despelote hermoso.
